Los alemanes pagarán el triple en su factura de la calefacción en 2023
La caída en las importaciones de gas ruso llevará al país a unos precios disparados
El organismo regulador de la energía ha estimado este jueves que los alemanes probablemente verán triplicadas sus facturas mensuales de calefacción el próximo año debido a la disminución de las importaciones de gas ruso.
«Para los que ahora reciben su factura de calefacción, los pagos ya se duplican, y eso antes de tener en cuenta la guerra de Ucrania», ha indicado este jueves el jefe de la Agencia Federal de Redes, Klaus Muller al medio de comunicación RND. «A partir de 2023, los clientes deben prepararse para que las facturas se tripliquen como mínimo», ha subrayado, agregando que los precios del mercado se multiplicarán por siete en algunos casos.
«No afectará a todos los consumidores de forma inmediata ni en su totalidad, pero en algún momento habrá que pagarlo. Y por eso tiene tanto sentido ahorrar más ahora», ha agregado Muller.
Muller ha sugerido que el aumento de los costes de aprovisionamiento podría afrontarse con subvenciones a las compañías de gas por valor de miles de millones de euros o simplemente repercutiendo el coste a los consumidores y ofreciendo ayudas estatales a quienes no puedan afrontar la subida de precios.
Los alemanes temen un nuevo corte de gas
Alemania depende en gran medida de la importación de gas ruso, cuyo suministro ha caído en picado desde la invasión de Ucrania por parte del Kremlin. Las autoridades alemanas temen actualmente que Moscú no reanude el suministro a través del gasoducto Nord Stream 1 una vez que finalice su período anual de mantenimiento el 21 de julio.
El Gobierno alemán ha pedido en repetidas ocasiones a los consumidores y a la industria que ahorren energía y está tratando de reforzar el suministro de gas antes de que comience la temporada de calefacción, por el temor de una grave escasez.
Muller ha resaltado que los hogares privados estarían protegidos durante una grave crisis energética en virtud de la legislación alemana y europea, y ha afirmado que «no es muy probable» que se deje de suministrar gas a los hogares.
«Incluso en el peor de los casos, Alemania seguirá recibiendo gas de Noruega y de las terminales de Bélgica y Holanda, y pronto directamente de las terminales de la costa alemana», ha zanjado.