La oposición finlandesa pide a la primera ministra un test de drogas tras un vídeo de fiesta
Sanna Marin defiende su derecho a divertirse, pero, debido a un comentario que se realiza en la grabación sobre la «harina», sus rivales políticos le piden una prueba
Un vídeo filtrado y difundido por redes sociales de la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, en una fiesta con amigos ha generado un debate político en Finlandia y parte de la oposición ha pedido que la ‘premier’ se someta a un test de drogas.
En la grabación aparece Marin bailando con distintas figuras públicas, entre las que se encuentra la diputada Ilmari Nurminen, del Partido Socialdemócrata, así como las presentadoras Tinni Wikstrom y Karoliina Tuominen, o la ‘influencer’ Janita Autio.
«No tengo nada que ocultar. No he consumido drogas, así que no es un problema hacer las pruebas. Pero también creo que es bastante especial que se requiera algo como esto», se ha defendido Marin ante los periodistas este jueves, según ha recogido el diario finlandés Helsingin Sanomat.
Asimismo, Marin ha afirmado que «tiene una vida familiar, una vida laboral» y «tiempo libre» que pasa con sus amigos, por lo que ha dicho sentirse decepcionada ante la publicación de estos vídeos en redes sociales. «Lamento que hayan sido publicados», ha agregado.
Sin embargo, ante el revuelo que ha provocado la difusión del vídeo, en el que aparece un comentario sobre la harina –término asociado con la cocaína–, la líder del derechista Partido de los Finlandeses, Riikka Purra, así como el diputado Mikko Karna, han exigido a Marin que se someta a un control de drogas.
«Solo por el bien del debate público, sería prudente que la primera ministra se sometiera voluntariamente a un control de drogas, cuyos resultados serían publicados por un organismo independiente», ha señalado en su perfil de Twitter Purra.
Por su parte, la líder del grupo parlamentario de los Demócrata Cristianos, Paivi Rasanen, ha señalado que la primera ministra tiene derecho a la vida privada y también a desconectar con sus amigos, siempre que se haga dentro de los límites de la ley.
«Lo que me sorprendió fue que estaba claramente grabado en vídeo. No era un vídeo críptico, salían personas. Es bastante descuidado cuando algo así se propaga fácilmente», ha explicado, según ha recogido el diario Iltalehti.