El Gobierno de Boris Johnson se ve envuelto en dos nuevas acusaciones de acoso sexual
Un miembro del gabinete del Ejecutivo británico y un asistente de alto rango continuaron trabajando para el presidente a pesar del testimonio de dos mujeres
La candidata conservadora Liz Truss entrando al número 10 de Downing Street. | Tayfun Salci
Un nuevo escándalo sexual vuelve a empañar la labor del Gobierno ya saliente de Boris Johnson. Un miembro del gabinete del Ejecutivo británico y un asistente de alto rango continuaron trabajando para el equipo del presidente a pesar de haber sido acusados de conducta sexual inapropiada, según ha informado este viernes la cadena de televisión Sky News, que apunta a dos supuestas víctimas.
En concreto, una mujer afirma que el hombre involucrado, que actualmente forma parte del gabinete, «le estaba dando vino» a pesar de que obviamente estaba borracha. Cuando ella pidió ir a la cama «no me dejó en paz». Por otro lado, una segunda mujer alega que fue manoseada por alguien que ahora trabaja en el número 10 de Downing Street y que permaneció en el puesto después de que ella se quejara de la situación tras su nombramiento.
«Fui agredida sexualmente por alguien que ahora es miembro del gabinete. Yo tenía poco más de 20 años y no sabía realmente cómo afrontarlo. Estaba súper borracha. Me dio más vino y, obviamente, ya estaba borracha», ha declarado una de las mujeres al podcast The Open Secret de Sky News. «Después de un rato, yo estaba como ‘sabes, ¿te importaría si me voy a la cama?’ Así que me fui a la cama. Pero obviamente no me dejó en paz. Y luego me desperté a la mañana siguiente y me di cuenta de lo que había pasado», relata.
Por su parte, la segunda mujer, que trabajaba en el Gobierno cuando dice que ocurrió el incidente, presentó múltiples quejas sobre el nombramiento de un segundo hombre, pero éste continuó en su puesto. «Me enteré de que iba a conseguir un puesto en Downing Street. Se lo planteé a varias personas. No pasó nada. Así que me quejé formalmente a la Oficina del Gabinete. Sentí la responsabilidad de hacerlo de nuevo, en parte porque la oficina en la que va a trabajar está llena de mujeres. Y pensé que lo volvería a hacer«, ha asegurado.
También ha apuntado que, al enterarse de la denuncia, el jefe del hombre la desestimó alegando que el acusado era «guapo y tenía mujeres que se le echaban encima», por lo que el relato de la mujer no resultaba creíble a sus ojos. Sky News ha confirmado estos comentarios con otra fuente que los escuchó directamente.
El Partido Conservador se remite a la Justicia
En declaraciones a la cadena británica, un portavoz conservador ha asegurado que «si se presenta una acusación de irregularidades criminales, siempre recomendaríamos a la persona que se comunique con la policía». Por su parte, un portavoz del Gobierno ha apuntado que «todos los posibles empleados están sujetos a los controles y la investigación necesarios. No comentamos sobre individuos» y se ha remitido a posibles investigaciones judiciales.
A principios de esta semana, se le preguntó a Johnson si había hecho lo suficiente para abordar la conducta sexual inapropiada en la política dado que los conservadores se han enfrentado a numerosos escándalos durante su mandato. Él respondió: «Todas esas cosas deben manejarse con cuidado y sensibilidad, y tenemos procesos para tratarlas. Y las personas que tienen quejas deben plantearlas de la manera normal».
Las acusaciones forman parte de una larga investigación de Sky News sobre la cultura de Westminster, que abarca todos los partidos políticos y ha tomado testimonios del personal, parlamentarios y otros sobre cómo se tratan las denuncias de acoso y conducta sexual inapropiada tanto en la sede del Gobierno como en el Parlamento.
Algunos de los entrevistados sugirieron que, si bien circulaban regularmente nombres de figuras políticas de las que mantenerse alejados, a menudo no se tomaba ninguna medida y esto tendía a tener poco impacto en el progreso de su carrera. Por el contrario, muchos sugirieron que presentar una queja formal sobre alguien con más experiencia en política podría dañar sus propias perspectivas laborales.
