El expresidente Hu Jintao, escoltado fuera del Congreso del Partido Comunista chino
Este gesto puede ser interpretado como una purga con escarnio público del veterano dirigente
Hu Jintao abandona el congreso. | Tingshu Wang (Reuters)
El expresidente chino Hu Jintao (2003-2013) ha sido escoltado este sábado fuera del Palacio del Pueblo donde se celebra la clausura del XX Congreso del Partido Comunista chino (PCCh), en lo que parece ser una purga con escarnio público del veterano dirigente, según informa la agencia Efe.
Poco después de que la prensa accediera al gran salón y con las cámaras ya captando lo que sucedía, unos bedeles se han acercado a Hu, sentado a la izquierda del presidente y líder del PCCh, Xi Jinping, y le han conminado a levantarse y salir del recinto, a lo que el exmandatario ha parecido resistirse verbalmente.
Hu ha salido finalmente de la sala, aunque antes ha cruzado unas breves palabras con Xi, quien durante el incidente ha permanecido con la mirada al frente ajeno a lo que sucedía a su espalda.
La inusual escena, que ha durado alrededor de un minuto al entrar los periodistas en la sala de plenos del Gran Palacio del Pueblo, supone – a falta de detalles o confirmación oficial- la posible purga política de la facción del expresidente chino, antecesor de Xi en el cargo.
El Partido Comunista de China ha elegido este sábado la nueva composición del Comité Central y de sus más altos órganos de dirección durante la despedida y cierre de su XX Congreso Nacional, según ha informado la agencia Xinhua y recoge Europa Press.
Como cabía esperar, el primer ministro del país, Li Keqiang, se ha quedado fuera del comité permanente del partido, el máximo organismo decisorio del partido. Li, de 67 años, había avanzado en los últimos meses su jubilación y los expertos daban por sentado que pasaría a ocupar un segundo plano, por mucho que todavía estuviera a un año de la retirada obligatoria, una regla que no se aplica al secretario general del partido y el presidente del país, Xi Jinping.
Junto a él se han quedado fuera otros veteranos del partido, entre los que hay algunos de los más cercanos a Hu Jintao, como el presidente de la Conferencia Política Consultiva, Wang Yang, de 67 años. Se han quedado fuera también el vice primer ministro Han Zheng, de 68, confirma el South China Morning Post, y el presidente del Congreso Nacional del Pueblo, Li Zhanshu, de 72 años.
Cuando abandonaba la sala y al pasar por detrás de la primera fila en la que estaba sentada la cúpula de dirigentes, Hu ha tocado el hombro a Li, en un gesto que algunos han interpretado como de solidaridad por la pérdida de influencia del actual primer ministro en la formación.
No obstante, algunos observadores e internautas no han interpretado lo sucedido como una purga, sino como un posible malestar físico de Hu Jintao que habría provocado su retirada de la sala.
Nuevo Comité Central
En el congreso, clausurado este sábado presidido por el propio Xi Jinping, los miembros del Partido Comunista chino han elegido a las 200 personas que dirigirán el Comité Central, así como a 170 suplentes, y que estarán al frente del partido durante los próximos cinco años. Los miembros del Comité Central responden ante los 25 miembros del politburó, quienes a su vez dependen del comité permanente del partido.
Xi, en su discurso final, ha hecho un llamamiento al nuevo Comité Central a seguir «inquebrantablemente» el camino del desarrollo político del socialismo con peculiaridades chinas y a adherirse a «la unidad orgánica del liderazgo del partido».
El mandatario se dirige hacia la consolidación de su poder ante un «complejo ambiente a nivel internacional» y con «numerosos desafíos internos», como han hecho notar algunos miembros de la cúpula del partido, que destaca los logros «inusuales y extraordinarios» de un político cuya ascendente carrera sorprendía al principio a delegados y miembros de la que es la organización política más grande del mundo.
Si realmente lo que se pretendía, como dicen los medios occidentales, era humillar en público al antiguo presidente, entonces no tiene sentido que dentro de China se haya prohibido la difusión de estas imágenes. Tampoco le veo mucho sentido a que esta representación se haya pensado para ofrecérsela a los medios de fuera de China, porque lo que transmitirían sería una falta de unidad en la cúpula dirigente (cosa que no creo que le convenga a China). Curiosamente, a quien sí le interesa que se transmita la imagen de problemas políticos internos en China es a Estados Unidos, que ahora contempla con furia como sus propias políticas de deslocalización industrial han puesto a China en el camino de desbancarlos como potencia mundial hegemónica. En cualquier caso, los medios occidentales , antes de hacer afirmaciones rotundas, deberían asegurarse bien de que en efecto era una humillación premeditada, y no una indisposición de salud,.
Como no tenga cuidado con las escaleras y las ventanas……
Ese acabará sus días limpiando arena en el desierto del Gobi.