Canadá y Estados Unidos abordan una posible fuerza de intervención en Haití
La misión se produce tras los llamamientos del gobierno de Haití y del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para una intervención internacional
Canadá anunció este jueves que estaba realizando una misión de evaluación en Haití, mientras el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, llegó a Ottawa para discutir el establecimiento de una fuerza de intervención en el atribulado país caribeño.
La delegación canadiense debe evaluar las opciones «para apoyar al pueblo haitiano en la resolución de las crisis humanitarias y de seguridad» que enfrenta el empobrecido país y «restaurar el acceso a los bienes y servicios esenciales», en consulta con los socios regionales de las Naciones Unidas, la Comunidad del Caribe (CARICOM) y otros, según un comunicado del gobierno canadiense.
La misión se produce tras los llamamientos del gobierno de Haití y del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para una intervención internacional mientras bandas armadas se apoderan de grandes extensiones del país y empeora un brote de cólera.
Pero la idea de una fuerza de intervención genera recelo en parte de la población haitiana y en el Consejo de Seguridad de la ONU, que la semana pasada aprobó por unanimidad una resolución contra los líderes de las pandillas pero sin aludir a una fuerza multinacional.
Además, ningún país se ofreció a encabezar una misión de ese tipo y Estados Unidos dijo que la apoyará pero sin ponerse al frente.
Optimismo
Antes de la llegada de Blinken, un alto funcionario estadounidense expresó su esperanza de que se avance en una intervención internacional en Haití y rechazó la visión pesimista de que ningún país se hará cargo.
El subsecretario de Estado para las Américas, Brian Nichols, se dijo el miércoles «optimista» en la posibilidad de montar esta fuerza en el marco de la ONU y barajó principios de noviembre como posible fecha para su puesta en funcionamiento.
«Creo que las cosas progresan normalmente», señaló a periodistas y mencionó que podría tratarse de «una fuerza policial con elementos militares». Asimismo, Nichols dijo que una «cantidad de países» tienen la capacidad de liderar una misión, incluido Canadá, pero que no se había tomado una decisión.
«He hablado con decenas de países socios en todo el mundo sobre la situación en Haití y existe un fuerte apoyo para una fuerza multinacional», agregó.
Reforzar la policía
Blinken dijo antes de su viaje que resolver los problemas de Haití sería «difícil, si no imposible» sin restaurar la seguridad. «Necesitamos romper el nexo, muy nocivo, entre las pandillas y ciertas élites políticas que las financian, las dirigen y las utilizan para promover sus propios intereses en lugar de los intereses del país», dijo Blinken en un evento el miércoles.
Reiteró la entrega de equipos, incluidos vehículos blindados, por parte de Estados Unidos y Canadá a mediados de octubre. «Si somos capaces de ayudar a romper eso y reforzar la policía nacional de Haití, entonces creo que el gobierno puede controlar la seguridad», afirmó.
La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Melanie Joly, afirmó que cualquier acción debe «tomar en consideración lo que piensan los propios haitianos».
Joly dijo que Canadá buscará imponer sanciones a los líderes de las pandillas en línea con la resolución del Consejo de Seguridad de la semana pasada, que congeló durante un año todos los activos vinculados a Jimmy Cherizier, apodado «Barbacoa», cuyos grupos armados han bloqueado la principal terminal petrolera de Haití.
Blinken se reunirá con el primer ministro Justin Trudeau y visitará un centro de refugiados ucranianos en Ottawa, y el viernes irá a Montreal, donde visitará una fábrica de reciclaje de litio.