El Congreso de EE.UU. sigue en el aire: la Cámara apunta republicana y el Senado se decidirá en dos o tres estados
Ninguna de ambas cámaras tiene claras sus mayorías; la lucha por la Alta promete ser especialmente ajustada
Ninguna de ambas cámaras tiene claras sus mayorías; la lucha por la Alta promete ser especialmente ajustada
La composición del futuro Congreso de Estados Unidos sigue en el aire cuando ya pasa un día entero desde el cierre de los centros electorales, con contiendas clave tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado todavía por decidir. El escrutinio avanzó muy poco durante este miércoles, lo que evitó que se alcanzasen las mayorías suficientes para declarar a un ganador en ninguna de las dos cámaras legislativas.
En el caso de la Cámara Baja, según las proyecciones de los principales medios estadounidenses, los republicanos llevan la delantera en la madrugada de este jueves al haberse asegurado por lo menos 207 de los 218 escaños que necesitan para controlarla. Los demócratas, por su parte, cuentan con 189 escaños, y casi cuarenta están todavía por decidir.
Esta ventaja, además de que los conservadores vayan por delante en el escrutinio en varias de las contiendas aún por decidir, hace que muchos medios anticipen como probable la victoria republicana en la Cámara.
Arizona, Nevada y Georgia decidirán el Senado
En el caso del Senado, la situación está mucho menos clara: de los 100 escaños, los demócratas tienen asegurados 48 y los republicanos, 49. De los tres restantes, dos de los estados que faltan por terminar el escrutinio –Arizona y Nevada– se decantan del lado progresista y conservador respectivamente, aunque todavía es temprano para declarara a un ganador en cualquiera de ellos.
Si ninguno de los dos partidos logra imponerse en ambos territorios, la mayoría en la Cámara Alta se decidiría en el tercer estado en liza, Georgia, que celebrará una segunda vuelta entre el candidato republicano y el demócrata el próximo 6 de diciembre, al no haber superado ninguno de los aspirantes el umbral del 50% de los votos en la primera vuelta.
Para mantener el control del Senado, los demócratas necesitan lograr 50 escaños -el voto de calidad de la vicepresidenta, Kamala Harris, les garantiza así la victoria en las votaciones cuando hay un empate-, mientras que los republicanos, al no contar con ese voto de calidad, necesitan conseguir 51 escaños.
Al margen de la cámara legislativas, también quedan por dilucidarse contiendas en las Gobernaciones -es decir, los Ejecutivos estatales- de Nevada, Arizona, Oregón y Alaska. Las autoridades electorales locales ya han avisado de que el escrutinio podría alargarse aún varios días más, especialmente en el caso del Senado.