La Cámara Baja de EE.UU. aprueba la celebración de un referéndum en 2023 para que Puerto Rico decida sobre su futuro
Puerto Rico es territorio estadounidense desde 1898 y está considerado como un Estado Libre Asociado, además, cuenta con Constitución propia
Puerto Rico es territorio estadounidense desde 1898 y está considerado como un Estado Libre Asociado, además, cuenta con Constitución propia
La Cámara Baja estadounidense aprobó este jueves un proyecto de ley sobre el estatus de Puerto Rico que autoriza la celebración en noviembre de 2023 de un referéndum vinculante en la isla para definir su futuro político.
La Cámara de Representantes dio su visto bueno a esa normativa por 233 votos a favor y 191 en contra, tras lo cual deberá seguir su trámite parlamentario en el Senado antes de ser ratificada por el presidente, Joe Biden.
El todavía proyecto de ley reconoce que el estatus territorial de Puerto Rico limita el pleno desarrollo político, económico y social de la isla y que el gobierno federal tiene la responsabilidad de facilitar la elección y transición a un estatus político no territorial.
Puerto Rico es territorio estadounidense desde 1898 y está considerado como un Estado Libre Asociado, con Constitución propia y con un importante grado de autonomía, aunque EE.UU. se reserva apartados como defensa, moneda, inmigración y aduanas, entre otros.
La normativa en cuestión autoriza la celebración de un plebiscito el 5 de noviembre de 2023, patrocinado por el Ejecutivo federal, sobre su estatus político.
En concreto, precisa las opciones de estatus no territorial – ser un estado de pleno derecho de EE.UU., la independencia o la libre asociación – y establece un proceso y fechas para que el Departamento de Justicia revise los materiales informativos para los votantes y el diseño de las papeletas.
«Es una buena solución que permitirá a los puertorriqueños decidir por sí mismos cuál debe ser el siguiente paso. Debemos darles esa oportunidad», apuntó al inicio del debate en la Cámara Baja el legislador demócrata Jim McGovern, presidente del Comité de Reglas.
Antes de su votación, la Administración de Joe Biden había dado su beneplácito a la medida.
«Durante demasiado tiempo, los residentes de Puerto Rico, más de tres millones de ciudadanos estadounidenses, se han visto privados de la oportunidad de determinar su propio futuro político y no han recibido todos los derechos y beneficios de su ciudadanía por residir en un territorio estadounidense», dijo en un comunicado la Oficina de Gestión y Presupuesto.
En esa misma nota se consideró que la normativa da «un paso histórico» a la hora de corregir la situación y se instaba al Congreso a actuar con rapidez para poner el futuro de Puerto Rico en manos de sus ciudadanos, que en su opinión «es donde corresponde».
El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, estuvo presente en la votación. El miércoles había considerado que iba a ser «un día histórico» al impulsar la elección de «tres opciones no territoriales y no coloniales» y sentar «un precedente de política pública al más alto nivel».
«Los puertorriqueños han tenido un importante papel en la familia estadounidense durante casi un siglo. Contribuyen a la cultura estadounidense, ayudan a proteger la seguridad nacional y apoyan su economía. Pero durante demasiado tiempo han sido excluidos de la plena promesa de la democracia estadounidense. Les debemos el poner fin a su estatus como territorio», añadió el líder de la mayoría demócrata, Steny Hoyer.
Fuente: EFE