Abandona el cuarto ministro del Gobierno de Japón en los últimos dos meses
Kishida destituye al titular del Ministerio de Reconstrucción por un escándalo de financiación. Antes, los ministros Yamagiwa, Hanashi y Terada abandonaron también el cargo de forma previa
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha presentado este martes el cese y la destitución efectiva del ministro de Reconstrucción, Kenia Akiba, el cual se ha visto involucrado en un escándalo sobre financiación, convirtiéndose así en el cuarto miembro del gabinete en abandonar su puesto en los últimos dos meses.
Los partidos de la oposición y del propio partido gobernante, Partido Liberal Democrático, han realizado varios llamamientos para materializar su dimisión, especialmente a las puertas de la siguiente sesión parlamentaria ordinaria a finales del mes de enero, según recoge la agencia japonesa Kyodo.
El primer ministro ha designado como sucesor de Akiba al que ya fue primer ministro de Reconstrucción entre 2018 y 2019, Hiromichi Watanabe.
Según afirma el medio The Japan Times, Akiba ha admitido que dos grupos políticos afiliados a él pagaron 14 millones de yenes (98.562 de euros) a su madre y a su esposa bajo el concepto de «alquiler» entre 2011 y 2020. Además, el ministro también habría pagado 200.000 yenes (1.412 en euros) a sus secretarios, financiados por el Estado, para trabajar en su candidatura por la reelección a la Cámara Baja en octubre de 2021, algo que infringiría la ley electoral.
Como afirma la agencia citada, la destitución inmediata de Akiba se debe al deseo del Gobierno de evitar obstáculos para las discusiones sobre el presupuesto fiscal del próximo año y otros proyectos de ley del partido en la siguiente sesión parlamentaria.
De forma previa, otros tres ministros han abandonado su puesto en los últimos dos meses. El primero, el responsable de Economía, Daishiro Yamagiwa, por supuestas relaciones con la polémica Iglesia de la Unificación; después el titular de Justicia, Yasuhiro Hanashi, tras un revuelo por comentarios frívolos sobre sus funciones; y el ministro de Interior y Comunicaciones, Minoru Terada, también envuelto en un escándalo de financiación.