Las protestas en Perú se intensifican, obligan a cerrar Machu Picchu y ya hay 60 muertos
Borrell, ha condenado la violencia y el «uso desproporcionado de la fuerza» por parte de la Policía en respuesta a las protestas contra la presidenta Dina Boluarte
Las violentas protestas en Perú se han cobrado ya al menos 60 muertos y centenares de heridos y detenidos desde que el pasado diciembre el entonces presidente del país fuese detenido tras anunciar su intención de disolver el Congreso y declarar un «gobierno de excepción».
Apenas llevaba 500 días de mandato y su destitución, tras el intento de autogolpe, ha conducido al caos y a enfrentamientos con la Policía, que ha actuado de forma contundente, especialmente en las zonas más pobres del país, como Cuzco o Puno.
La Policía se ha visto a liberar la Universidad de San Marcos, una de las más importante de Perú, tras la ocupación de cientos de simpatizantes de Castillo, que pedían la dimisión de Dina Boluarte. El desalojo ha propiciado 200 detenidos. La gravedad de la situación también ha obligado a la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cuzco a la suspensión de las visitas turísticas a la ciudadela incaica de Machu Picchu debido a la inestabilidad política vinculada a las protestas contra la presidenta Dina Boluarte.
La medida busca preservar el patrimonio histórico, ya que el distrito inició un paro indefinido. El Frente de Defensa de los Intereses de Machu Picchu, convocante del paro indefinido, ha anunciado el cierre de todos los locales comerciales de la zona para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y ha constituido una olla común para todo el distrito para hacer frente al desabastecimiento de alimentos.
En los últimos días se han producido enfrentamientos violentos en el distrito de Ollantaytambo, donde se encuentra la estación de tren que lleva a Machu Picchu. Más de 2.000 turistas visitaban cada día Machu Picchu antes de las protestas, mientras que la cifra se ha reducido a unos 500, lo que supone un enorme daño para la economía de la región.
Por su parte, el Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha condenado la violencia y el «uso desproporcionado de la fuerza» por parte de la Policía en respuesta a las protestas contra la presidenta Dina Boluarte en Perú.