El impactante rescate de la UME a dos niños en Turquía cinco días después del terremoto
Poco después de rescatar a los pequeños, los militares españoles han encontrado con vida a la madre de los niños
Un nuevo ‘milagro’ en Turquía, y esta vez con sello español. Los militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplegados en el país han conseguido rescatar con vida a un niño y una niña sepultados bajo los escombros de los edificios destruidos por los terremotos en la ciudad de Nurdagui, en la provincia de Gaziantep.
Así se puede ver en un impactante vídeo compartido por el Ministerio de Defensa en el que se nuestra el arduo trabajo que llevan a cabo los rescatistas de esta unidad militar. Es más, uno de ellos rompe a llorar tras conseguir sacar a uno de los niños de debajo de los escombros. Una acción que les ha valido el aplauso de los allí presentes.
Poco después de rescatar a los pequeños, los equipos de la UME han encontrado con vida a la madre de los niños, que estaba desaparecida tras el sismo que ya ha dejado más de 21.000 muertos en Turquía y Siria y que es ya el peor terremoto de los últimos 80 años en la región.
Hablamos de milagro ya que según aumentan las horas después de 48 horas tras un desastre natural de este calibre, diminuyen drásticamente las posibilidades de encontrar supervivientes entre los escombros de los edificios colapsados.
La operación comenzó el día de ayer tras la detección con geófonos de señales de vida. A partir de ahí, la UME puso todo su empeño en confirmar el positivo y posteriormente acceder hasta el espacio de vida donde se encontraban los supervivientes. Tras los complejos trabajos de corte y perforación el equipo USAR (Urban Search and Rescue) español pudo hablar con la madre, recabar información, darle instrucciones para el rescate y mantenerle la esperanza. Finalmente, y tras poner en práctica todas las capacidades de búsqueda y rescate de la UME, Leyla, Elif y Muslin se encuentran sanos y salvos.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, no ha tardado en valorar el trabajo de la UME: «Una vez más, se pone de relieve cómo la solidaridad mueve el mundo», ha señalado, y ha destacado «el esfuerzo que hacen los hombres de nuestras Fuerzas Armadas en cualquier momento, lugar y situación», y en esa línea ha puesto de relieve que los efectivos de la UME están «echando horas y horas sin dormir» con «operaciones muy laboriosas».
Desde el martes, un contingente de 55 efectivos de la UME se encuentra en Turquía para para colaborar en las tareas de búsqueda y rescate. Esta aportación cuenta con un equipo USAR del Segundo Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM II), con base en Morón de la Frontera (Sevilla), y otro de UMEDAT para evaluación de desastres.
Esta activación se produce dentro del Mecanismo Europeo de Protección Civil, un fondo voluntario que permite dar respuesta a catástrofes dentro y fuera del ámbito de la Unión Europea. Desde que las autoridades turcas asignaron los cometidos, la UME trabaja por encontrar personas vivas y fallecidas en la provincia de Gaziantep. Los intervinientes operaron en İslahiye durante los primeros días y desde el jueves se encuentran en Nurdağı.
La UME fue creada en 2005 por acuerdo del Consejo de Ministros de 7 de octubre de 2005, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero. Posteriormente, mediante el Real Decreto 416/2006, de 11 de abril, se establece su organización y despliegue y se implanta como una fuerza militar conjunta de carácter permanente dentro de las Fuerzas Armadas. Si bien al principio tuvo ciertas reticencias por otros cuerpos de la milicia profesional, con el paso de los años, se ha convertido en una de las unidades más queridas y valoradas dentro de las Fuerzas Armadas.
Los militares que forman la UME disponen de preparación específica propia, incluida la sanitaria, y se estructuran en cinco batallones de Intervención situados en Madrid, Sevilla, Valencia, Zaragoza y León. Esta fuerza militar conjunta de despliegue rápido se ha convertido en un cuerpo admirado y deseado por parte de otros países del mundo.
Y es que estos ‘boinas amarillas’ están allá donde se les necesita, «para servir», como reza su lema.