Ucrania se resiste a abandonar Bajmut mientras el grupo Wagner lanza un ultimátum al Kremlin

La ciudad de Bajmut, a pesar de su pequeño tamaño y a priori relativamente baja importancia estratégica, podría convertirse en la clave de la guerra de Ucrania. Kiev ha anunciado este lunes su intención de «reforzar» sus posiciones este epicentro de los combates en el este del país, desmintiendo las especulaciones de que se retiraría ante las tropas rusas, que intentan cercar la ciudad. Mientras tanto, el jefe del grupo paramilitar ruso Wagner, Evgueni Prigozhin, cuyos hombres están en primera línea en el este de Ucrania, ha vuelto a quejarse de la falta de munición, achacando los retrasos en la entrega a una posible «traición».

Unas palabras que pueden interpretarse como un auténtico ultimátum al presidente ruso, Vladimir Putin, y especialmente al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, que este mismo lunes se encontraba visitando la arrasada ciudad de Mariúpol. Es ya la segunda vez que se producen este tipo de críticas, ya que, el mes pasado, Prigozhin ya cargó contra Shoigú y contra el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov. Pero ahora, la amenaza es de todo menos velada: si sus hombres tienen que retirarse de Bajmut, «se perderá todo el frente».

De esta manera, la ciudad de Donbás que se ha convertido en emblema de la resistencia ucrania a la ofensiva rusa, está adquiriendo un cariz muy importante en la contienda. Lejos de echarse atrás y a pesar de los rumores de retirada que corrían desde hacía una semana, los comandantes en jefe de las fuerzas armadas ucranianas «se han pronunciado a favor de continuar las operaciones defensivas y de un refuerzo de nuestras posiciones en Bajmut» en una reunión celebrada el lunes con el jefe del Estado, el presidente Volodimir Zelenski, según ha informado la presidencia ucraniana. 

A pesar de esta pretensión, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) «es probable que las fuerzas ucranianas estén llevando a cabo una retirada táctica limitada» en Bajmut, según ha indicado este grupo de expertos estadounidenses. Y es que, aunque algunos analistas cuestionan la importancia en el conflicto de este ciudad, ahora devastada, el ISW cree que la defensa de Bajmut sigue teniendo «sentido estratégico» porqué «sigue agotando los efectivos y el equipamiento rusos».

Símbolo de la lucha por el Donbás

Esta ciudad, que contaba con unos 70.000 habitantes antes de la guerra, se ha convertido en un símbolo de la lucha entre rusos y ucranianos por el control de la región industrial del Donbás, debido a la duración de la batalla y a las grandes pérdidas sufridas por ambos bandos. 

Las tropas rusas han avanzado en las últimas semanas hacia el norte y el sur de la ciudad, cortando tres de las cuatro rutas de suministro ucranianas y dejando como única vía de salida la que conduce más al oeste, a Chasiv Yar.  A pesar de la amenaza de cerco y de la escasa importancia estratégica de la ciudad, los ucranianos siguen defendiendo ferozmente Bajmut, que el presidente Zelenski visitó en diciembre y donde prometió resistir «tanto como sea posible». 

Por otra parte las fuerzas aéreas ucranianas informaron el domingo que habían derribado 13 drones explosivos de fabricación iraní de los 15 lanzados por Rusia y que no produjeron víctimas ni daños materiales. Rusia había denunciado la semana pasada varios ataques de drones ucranianos en su territorio y en la península anexionada de Crimea. También denunció una incursión de «saboteadores» ucranianos en la región de Briansk, fronteriza con Ucrania.