El protagonista de los audios de Colombia pide perdón y dice que actuó por «la rabia y el trago»
Benedetti le reprochaba en los audios a la ex jefa de gabinete de Petro el trato que le habían dado e insinuaba que podría confesar que se financiaron ilegalmente
El exembajador de Colombia en Venezuela Armando Benedetti ha salido a pedir perdón por sus comentarios en los audios que se han filtrado este días en la prensa y en los que increpaba a la exjefa de Gabinete Laura Sarabia, señalando que se dejó llevar por «la rabia y el trago».
En los audios, Benedetti reprocha a Sarabia el supuesto mal trato que habría recibido tanto de ella como del presidente, Gustavo Petro, después de haber sido parte importante en la financiación de la campaña de este último, llegando incluso a deslizar la acusación de que ese dinero habría llegado por cauces irregulares.
«He sido parte fundamental del actual proyecto político del presidente Petro. Sin embargo, no satisfecho con lo que me correspondió políticamente, en un acto de debilidad y tristeza me dejé llevar por la rabia y el trago», ha reconocido.
En esas grabaciones, Benedetti también acusa al ya exministro del Interior, Alfonso Prada, y a su esposa, Adriana Barragán, de haber maniobrado para influir en la entrega de contratos públicos de la cartera que dirigía entonces.
Los señalados por el antiguo embajador en Caracas han salido al paso de estas acusaciones, exigiéndole que acuda a las autoridades a presentar pruebas de lo que está diciendo, mientras que Prada le ha denunciado ante la Fiscalía. Benedetti, ante el revuelo, ha asegurado que los audios fueron manipulados.
La semana pasada, Benedetti y Sarabia renunciaron a sus cargos, después de que ambos se vieran supuestamente involucrados en las presiones –intercepciones telefónicas ilegales incluidas– que sufrió la niñera de la exjefa de Gabinete, Marelbys Meza, a quien se acusó de haberle robado unos 6.500 euros.
Sarabia habría hecho uso de agentes de las fuerzas de seguridad para trasladar a Meza hasta una sala de un edificio inscrito a la Presidencia, donde, según denunció, fue sometida a una prueba del polígrafo para descubrir si era responsable de un robo de 31.000 euros, cifra casi cinco veces superior a la denunciada.