Macron cambia parte del Gobierno pero mantiene a Borne como primera ministra
El nuevo equipo de Gobierno de Francia ha celebrado su primer Consejo de Ministros este viernes
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha adoptado finalmente este jueves, y tras varios días de espera, una remodelación parcial del Gobierno, que mantendrá a Elizabeth Borne como primera ministra, apagando así los rumores sobre fracturas en el seno de la política nacional gala.
Si bien la remodelación del gabinete no supone un cambio sustancial, sí destaca la salida de la secretaria de Estado para Economía Social, Marlène Schiappa, salpicada por una polémica portada de la revista ‘PlayBoy’ e implicada en un supuesto caso de malversación, según recoge Radio France Internationale.
En declaraciones a BFM TV, Schiappa ha señalado que «nadie puede predecir el futuro», dejando así la puerta abierta a una posible vuelta a la política en el futuro. Junto a la de Schiappa destaca la salida de Pap Ndiaye como ministro de Educación, cargo que a partir de ahora ejercerá Gabriel Attal.
Asimismo, el exjefe de Gabinete de Borne, Aurélien Rousseau, ha sido nombrado como ministro de Salud en sustitución de François Braun. La presidenta del grupo parlamentario de Renacimiento en la Asamblea Nacional, Aurore Bergé, liderará a partir de ahora el Ministerio de Solidaridad, en sustitución de Jean-Christophe Combe.
El nuevo equipo de Gobierno de Francia, con Borne a la cabeza, ha celebrado su primer Consejo de Ministros este viernes a las 10.00 horas. A la vuelta de verano, ya con el nuevo Ejecutivo en marcha, Macron tiene previsto impulsar una batería de leyes sobre ecología, migración y seguridad interna.
Francia ha sido escenario en las últimas semanas de disturbios y protestas sociales por la muerte de un joven de 17 años a manos de la Policía en Nanterre. Las protestas, que se prolongaron durante varias jornadas, han dejado un elevado balance de detenidos y miles de euros en destrozos en la vía pública.
Antes de eso, Macron se había enfrentado a un gran rechazo social por la aprobación de la polémica reforma de las pensiones. La reforma pronto puso de acuerdo a sindicatos, oposición y gran parte de la población francesa, que no dudó en salir también a las calles en varias jornadas de protesta a lo largo de todo el país.