Mocro Maffia y crimen organizado en Europa
Los impactos que provoca en nuestras sociedades el crimen organizado son muy altos y deben ser combatidos
En varios países de Europa el crimen organizado, impulsado por unos niveles alarmantes de narcotráfico, está creciendo desmesuradamente representando una grave amenaza para sus sociedades.
En estos últimos cinco años el tráfico y el consumo de drogas se ha incrementado exponencialmente, convirtiendo al continente europeo en uno de los principales mercados de tránsito y destino de esas sustancias, y con unos niveles de violencia alcanzados por las bandas criminales dedicadas al narcotráfico desconocidos hasta este momento. Las incautaciones de cocaína se han multiplicado por 30 en los últimos diez años, aunque apenas representa el 10% del total que se calcula que entra.
A este panorama general hay que destacar las peculiaridades que el crimen organizado adopta en Bélgica y Holanda, que son los países en cuyos puertos de Amberes y Rotterdam se localiza el epicentro del tráfico de cocaína llegado desde el continente americano.
El término Mocro Maffia hace referencia, desde hace una década, a las organizaciones criminales que operan en Bélgica y Países Bajos y que están compuestas por nacionales de esos países de ascendencia magrebí y por inmigrantes marroquíes fundamentalmente. Se dedican al narcotráfico, principalmente de cocaína, controlando el tráfico de drogas que llega a esos dos países, con especial incidencia en los puertos de Amberes y Rotterdam, donde llegan más de tres cuartas partes de la cocaína que se consume en Europa, convirtiendo por tanto a esos dos países en la principal vía de entrada de ese tráfico. Se calcula que en Amberes el tráfico de cocaína mueve 50.000 millones de euros.
Son grupos criminales de naturaleza cerrada y su modus operandi se caracteriza por una extrema violencia que en nada tienen que envidiar las técnicas empleadas por los sicarios de los cárteles mexicanos más violentos. Asesinatos, secuestros, extorsiones e intimidaciones son su principal carta de presentación, y entre sus acciones no dudan en atentar contra abogados de víctimas o de testigos protegidos, e incluso periodistas que investigan este fenómeno criminal.
En Bélgica las disputas entre las bandas por hacerse con el control del narcotráfico genera un problema colateral por la violencia que desata en algunas ciudades, donde hay zonas de las mismas en la que impera la ley de un narcotráfico descontrolado como en barrios del oeste de Bruselas, siendo Molenbeek el mejor ejemplo.
Estos grupos criminales tenían ya muy avanzados el año pasado los planes para secuestrar al ministro de Justicia belga, lo que da idea del grado de atrevimiento de estas bandas y que denota la importancia de afrontar de forma decidida la lucha contra este tipo de criminalidad. Como declaró dicho responsable político en la diana de esos grupos criminales, «la amenaza es tan grave que si se cede en la lucha para su derrota se corre el serio riesgo de acabar como un narcoestado» donde la mafia de la droga está por encima de la ley y campa a sus anchas como en algunos países latinoamericanos.
Hasta tal punto han alterado la convivencia en esos países, donde están acostumbrados sus personajes públicos a una vida normal como cualquier ciudadano común, que han tenido que adoptar medidas de seguridad tras aparecer en las listas del crimen organizado como objetivos. Así, el primer ministro holandés se ha visto obligado a reforzar su servicio de seguridad y prescindir de sus desplazamientos en bicicleta por la ciudad como hacía cotidianamente, como sucede también con la princesa heredera de la Corona que tiene que dejar también ese medio de transporte para ir ahora a las clases protegida por policías.
Los gobiernos holandés y belga están decididos a intentar erradicar esta lacra y para ello están desplegando un abanico de actuaciones que abarcan desde el fortalecimiento de sus fuerzas de seguridad, las modificaciones legislativas necesarias para disponer de herramientas legales más eficaces en su abordamiento, pasando también por programas educativos enfocados en la prevención del fenómeno porque estas redes criminales están aumentando su presencia en las comunidades, incitando a las personas más vulnerables, especialmente los más jóvenes, a cometer actividades delictivas explotando las deficiencias socioeconómicas existentes por otras crisis; y, por último, el imprescindible reforzamiento de la cooperación internacional contra el crimen organizado.
En la capacitación y robustecimiento de sus fuerzas de seguridad las autoridades holandesas han incrementado en 40 millones de euros a partir de este año sus presupuestos para luchar contra el crimen organizado, y a partir de 2025 aumentará esta partida a 100 millones.
Por su parte, Bélgica ha dotado para este año a la Policía Federal con una inversión adicional de 310 millones euros que contribuirá significativamente a un mejor posicionamiento en su lucha contra estas bandas criminales. Además, el Consejo de Seguridad Nacional presentó a comienzos de este año un plan de lucha contra el crimen organizado en el que se debe destacar los siguientes puntos:
- Creación de un nuevo cuerpo de policía encargado de la seguridad portuaria, fundamentalmente en el puerto de Amberes.
- Fortalecimiento del servicio aduanero con más de 100 efectivos en el puerto precitado.
- Creación de un Comisionado Nacional dirigido por una Fiscal Especial, que ya ha sido designada para la lucha contra esta criminalidad.
- Screening del personal portuario por los servicios de información e inteligencia para detectar posibles conexiones con el crimen organizado.
Cooperación internacional
Debido al indudable carácter trasnacional que representa el crimen organizado en general y su variante de la Mocro-Maffia en particular, es imprescindible la cooperación bilateral y multilateral para abordar este fenómeno con mayores garantías de éxito.
Desde un enfoque bilateral tanto Países Bajos como Bélgica tienen entre sus objetivos la apertura de cauces con países iberoamericanos, para lo cual están desarrollando instrumentos de cooperación con aquellos países de donde procede la mayoría del tráfico de droga para luchar más eficazmente contra esta lacra.
Así, Bélgica ha suscrito acuerdos con Ecuador en inteligencia y lucha contra las drogas que empiezan a tener resultados, como la incautación el año pasado de nueve toneladas de cocaína que tenían como destino el puerto de Amberes, que es el epicentro de la llegada de esta sustancia a Europa. De las 41.783 toneladas de cocaína incautadas en puertos de Ecuador en este año, hasta el pasado 6 de junio el 36% de la misma tenía como destino Bélgica. Para combatir este tráfico se ha firmado un acuerdo de intercambio de información en materia de narcotráfico con el ministro panameño de asuntos marítimos que afecta a los puertos belgas.
Por su parte, en Países Bajos, con el objetivo de mejorar la colaboración y el intercambio de información con los países de origen y tránsito del tráfico de drogas, ya han manifestado las autoridades del Ministerio de Justicia y Seguridad su intención de elaborar un plan nacional de cooperación con Latinoamérica sobre el crimen organizado, para lo cual han establecido previamente contactos con sus homólogos españoles para conocer y tener más información acerca de la cooperación española con América Latina en el ámbito del crimen organizado.
En la estrategia a seguir en la lucha contra este tipo de criminalidad organizada, hay que destacar la iniciativa que se creó en 2021 denominada «Coalición Europea Contra el Crimen Organizado», de la que forman parte, además de Bélgica y Países Bajos, España, Francia, Alemania e Italia y cuyo objetivo es establecer un mecanismo de cooperación reforzada, con el propósito de combatir la criminalidad organizada más grave que amenaza a las propias estructuras de los estados por su capacidad de infiltración en las entidades e infraestructuras más importantes para su desarrollo económico, y donde hay que impedir que la Mocro Maffia siga fortaleciéndose y diseminándose a otros países europeos. En octubre del año pasado, en la reunión con rango ministerial celebrada en Amsterdam, acordaron un nuevo Plan de Acción Multianual actualizando los cuatro bloques consensuados el año anterior cuando se creó la Coalición.
En relación con el primer bloque dedicado a los núcleos logísticos y seguridad marítima, se contempla la creación de una plataforma de cooperación para aumentar la resiliencia de los principales puertos de entrada de la droga y prevenir la infiltración criminal, además de suprimir trabas legales y técnicas para el intercambio de datos sobre movimientos de naves, propiciando así un mejor desenvolvimiento en las necesarias labores de información e inteligencia en el seguimiento y prevención del tráfico de drogas. A nivel estratégico, la seguridad portuaria es el primer paso necesario para prevenir y combatir el crimen organizado en los puertos.
Otro aspecto fundamental en el combate de este tipo de criminalidad está representado por la dimensión económica y financiera de este fenómeno. Aquí se está avanzando en la interconexión de los registros nacionales de cuentas bancarias y la adopción de una normativa para la recuperación y embargo de activos provenientes de sus actividades delictivas, así como la implementación de medidas preventivas contra el blanqueo de inversiones con fondos criminales, incluidos los activos virtuales.
En el apartado referente a la innovación tecnológica, con especial relevancia por la utilización por estas redes criminales de sofisticados sistemas encriptados de comunicación, se impulsarán nuevas herramientas para facilitar el rastreo y un mejor seguimiento de los flujos económicos derivados de su actividad criminal.
El último bloque está dedicado a la imprescindible cooperación internacional que deberá potenciarse especialmente con América Latina, estableciendo para ello eficaces cauces de comunicación y fomentando el intercambio operativo y de inteligencia entre las fuerzas de seguridad.
Con este objetivo, en marzo de 2022 se creó el Comité Latinoamericano de Seguridad Interior -CLASI- como mecanismo de coordinación e implementación de políticas públicas de seguridad para definir estrategias contra el crimen organizado trasnacional. Este foro se constituyó a iniciativa del programa financiado por la Comisión Europea denominado el PAaCTO (Programa de Asistencia contra el Crimen Trasnacional Organizado) y está basado en la experiencia europea del COSI (Comité de Seguridad Interior).
En este contexto, el próximo mes de septiembre, en el marco de la Presidencia española del Consejo de la UE, está prevista una reunión de los ministros de Interior de la UE con sus homólogos de los países latinoamericanos que integran el CLASI (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México, Panamá, Paraguay y Perú). El propósito es impulsar mecanismos efectivos de coordinación y cooperación frente a las amenazas comunes, siendo el narcotráfico y el blanqueo de capitales asociado a la misma una de las principales prioridades.
En el ámbito institucional de la UE, recientes declaraciones de la comisaria europea de Interior, Ilva Johansson, hacen hincapié en la necesidad de intensificar la cooperación entre los países comunitarios y los países latinoamericanos porque los grupos criminales no son sólo transfronterizos sino también atlánticos. En este contexto, y antes de terminar el año, se espera llegar a un acuerdo de colaboración con Colombia y Ecuador y el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA por sus siglas en inglés), para mejorar la seguridad en los puertos de ambos lados del Atlántico y que contribuirá a una mayor eficacia en la lucha contra el narcotráfico, que utiliza los corredores marítimos entre ambos continentes para el transporte de droga, y donde los puertos de Amberes y Rotterdam son los que mayores cifras presentan en la llegada de cocaína fundamentalmente.
En este contexto, la Comisión Europea ha decidido realizar este año una evaluación Schengen temática centrada en el tráfico de drogas a gran escala a través de los puertos marítimos. En una primera fase, que no ha terminado aún en la fecha de elaboración de este artículo, los Estados miembros deben remitir un documento con diversas cuestiones en relación con la política criminológica, que siguen con aspectos como la legislación específica para apoyar la lucha contra la droga, la coordinación y cooperación con otros Estados, las acciones de operaciones transfronterizas realizadas, el control fronterizo, el modus operandi de las organizaciones criminales que operan en su país, etcétera. En una segunda fase, se llevarán a cabo visitas a los Estados miembros que se ofrezcan voluntarios.
También se encuentran muy avanzadas las negociaciones de las encomendaciones para las decisiones del Consejo por las que se autoriza la apertura de negociaciones de acuerdos entre la UE y, respectivamente, Ecuador, México, Bolivia y Perú sobre el intercambio de datos personales entre la agencia Europol y las autoridades de estos países en materia de lucha contra la delincuencia grave.
Siguiendo con este ámbito comunitario, Bélgica está participando en el proyecto Seacop, que está ya en su quinta fase y que tiene como objetivo el refuerzo de las capacidades policiales y aduaneras de países latinoamericanos. En este contexto, cabe citar la campaña Orion para el control marítimo del tráfico de drogas, que liderada por la Armada colombiana se integran también agencias americanas y europeas con competencias en la lucha contra el narcotráfico. La Policía Federal y la Administración de Aduanas belga se han unido también a esta campaña, en la que también participa España. El pasado mes de junio la Armada colombiana informó de la incautación de 2,2 toneladas de cocaína en un semisumergible en aguas del Pacífico colombiano evitando así la posterior distribución de casi seis millones de dosis de cocaína.
El Gobierno belga ha manifestado además su creciente interés en participar en los foros de cooperación internacional de lucha contra la droga, especialmente con el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC-N) que tiene su sede en Lisboa, y que es la iniciativa regional establecida en 2007 en el marco de la UE con la misión de prestar apoyo a la lucha contra el narcotráfico como respuesta al considerable aumento del tráfico de cocaína desde Sudamérica a Europa.
Crimen Organizado en España
Distinguiéndose este fenómeno criminal por su indudable carácter transnacional y la grave amenaza que representa, nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) tienen en la lucha contra el crimen organizado uno de sus principales objetivos en sus planes operativos y de inteligencia criminal para evitar la implantación de estas redes delictivas en zonas especialmente afectadas por el narcotráfico, como la zona del campo de Gibraltar, que es la más sensible a este fenómeno por estar situada geográficamente muy cerca de la principal vía de entrada de hachís en Europa y tratarse de un territorio muy pequeño.
En este contexto, y en el marco temporal de la Presidencia española de la UE, está previsto celebrarse el próximo mes de noviembre un seminario sobre estrategias para luchar contra el crimen organizado en zonas altamente afectadas por el narcotráfico.
En nuestro país las bandas de crimen organizado han cometido varios ajustes de cuentas principalmente en la Costa del Sol, donde varios líderes de estos grupos han sido asesinados por las guerras que se desatan entre las principales organizaciones para hacerse con el control de sus negocios criminales, siendo imprescindible por tanto la labor de nuestras FCSE para evitar el asentamiento de estos grupos en España.
Así, y desde un enfoque bilateral, las unidades especializadas de las FCSE en crimen organizado están intensificando la cooperación con sus homólogos belgas y holandeses para ofrecer una colaboración específica y adaptada a la problemática que sufren esos países por este fenómeno. Ejemplo de ello es la detención de tres integrantes de la Mocro Maffia holandesa el pasado mes de octubre y que tenían entres sus planes establecerse en Cataluña para blanquear dinero procedente del narcotráfico.
Con Bélgica se está intensificando los intercambios de información y la operatividad policial entre las unidades especializadas de nuestras FCSE y la Policía Federal belga para ofrecer una colaboración específica y adaptada a la problemática belga, con intercambio también de especialistas de ambos países en crimen organizado para profundizar en el conocimiento mutuo en el marco formativo de la Escuela Europea de Policía -CEPOL-.
Cabe destacar también que el pasado mes de septiembre comenzó su actividad el Equipo Operativo Europeo (EOT), que es un proyecto de la UE liderado por la Policía Nacional y que integra a 15 miembros de servicios policiales europeos, entre ellos un miembro de la Policía Federal belga, con el objetivo de participar en actividades operativas de investigación del tráfico de drogas y de la delincuencia organizada transnacional en España, principalmente, en la zona de la Costa del Sol, donde intentan establecerse también bandas criminales europeas.
Otra iniciativa de la UE para combatir la delincuencia grave y organizada son los Empact, que desde febrero de 2021 son un instrumento permanente en el que participan los Estados miembros mediante acciones operativas conjuntas concebidas para desarticular las redes delictivas. En este contexto, y en el ciclo Empact 2022-2025 relacionado con el tráfico de drogas por vía marítima, la Guardia Civil viene actualizando y desarrollando inteligencia estratégica compartiendo información cuantitativa y cualitativa sobre las incautaciones de drogas en los puertos, los nuevos modus operandi y los métodos de ocultación, sobre las rutas de tráfico y los grupos de crimen organizado activos en los puertos, con el objetivo de establecer un enfoque global de esta prioridad.
El carácter global de las redes de crimen organizado vinculadas al narcotráfico hace imprescindible reforzar la cooperación entre los países para hacer frente a esta amenaza con mayores posibilidades de éxito para luchar contra esta forma de delincuencia de etiología violenta, asociada también en muchas ocasiones a la corrupción y el blanqueo de capitales, y que exige también una adaptación constante a las cambiantes y complejas dinámicas delictivas.
Los impactos que provoca en nuestras sociedades el crimen organizado y los delitos asociados al mismo son muy altos y deben ser combatidos con toda la fuerza de la ley, porque sus efectos socavan los cimientos de la sociedad al generar un beneficio económico que fluye en muchas ocasiones a la economía legal distorsionando completamente la igualdad de condiciones en muchos países que no estaban preparados para afrontar la gravedad del fenómeno que representan estos grupos criminales.
Para la recién iniciada Presidencia española de la UE de este segundo semestre es prioritario mejorar los métodos de identificación y desmantelamiento de los grupos criminales organizados desde un enfoque amplio y multidisciplinario, haciendo especial énfasis en su financiación, el blanqueo de capitales y el uso de medios tecnológicos, incluida la inteligencia artificial con fines delictivos. Con este objetivo general se pueden destacar las siguientes acciones:
- Reforzar la actuación conjunta de las fuerzas de seguridad contra la delincuencia organizada trasnacional a nivel estratégico mediante el intercambio de información e inteligencia sobre este fenómeno, que permita una temprana y precisa detección y evaluación de las amenazas, potenciando la realización de investigaciones conjuntas y la coordinación operativa.
- Impulsar el intercambio de buenas prácticas para abordar la reducción de la oferta y la demanda en las áreas geográficas en las que existe una especial incidencia del narcotráfico para evitar su arraigo y penetración social en determinadas zonas.
- Implementar un marco legal preventivo que dificulte las actividades de las redes criminales, partiendo de instrumentos legales aprobador por la UE para la lucha contra el narcotráfico.
- Intensificar la coordinación, la cooperación multidisciplinar y el intercambio de información con las autoridades responsables de combatir el crimen organizado en los países de origen y tránsito, reforzando para ello la cooperación birregional con América Latina a través del Comité Latinoamericano de Seguridad Interior (CLASI), en sinergia con los marcos de cooperación ya existentes.
Luis de Mergelina es analista de Seguridad del Centro para el Bien Común Global de la Universidad Francisco de Vitoria.