Netanyahu anula el viaje de una delegación israelí a EEUU por su abstención en la ONU
El ministro de Defensa, que está en Estados Unidos, señala que Israel no tiene «ningún derecho moral» de detener la guerra
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha cumplido su amenaza y ha anulado un viaje de una delegación oficial a Estados Unidos como represalia por la abstención de este país en el Consejo de Seguridad de la ONU, gracias a la cual ha salido adelante por primera vez una resolución en la que se reclama un alto el fuego «inmediato» en la Franja de Gaza.
Para el Gobierno israelí, esta abstención representa un «claro retroceso» con respecto a la posición que había mantenido Washington en estos últimos meses, en los que vetó en varias ocasiones textos similares en el principal órgano ejecutivo de Naciones Unidas.
Estaba previsto que este lunes partieran hacia Estados Unidos dos destacados asesores de Netanyahu, Ron Dermer y Tzachi Hanegbi, pero la oficina de Netanyahu ya advirtió el domingo de que el desplazamiento estaría condicionada a la posición norteamericana en el Consejo de Seguridad.
En concreto, Israel reprocha a su aliado que no haya seguido con una posición que implicaba vincular por escrito cualquier posible alto el fuego a la liberación de los rehenes que aún siguen en manos de terroristas palestinos. Netanyahu cree que este cambio perjudica a la ofensiva y también a los trabajos para liberar a estos secuestrados, ya que daría alas a las tesis de Hamás.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, sí ha reclamado de viva voz en el Consejo la puesta en libertad de los rehenes y ha culpado a Hamás de retrasar cualquier posible avance.
No hay «derecho moral» para detener la guerra
Por su parte, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien se encuentra ya en territorio estadounidense, ha manifestado que Israel no tiene «ningún derecho moral para detener la guerra en Gaza» hasta que se certifique la liberación de los rehenes bajo custodia de Hamás para así también evitar que el conflicto se traslade a la frontera norte con Líbano.
Durante su estancia en Estados Unidos, Gallant tiene previsto reunirse con el secretario de Estado, Antony Blinken, y con el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, según ha detallado la oficina del ministro en un comunicado en el que recalca que ahondará durante sus reuniones en la importancia de acabar con Hamás.
«Dejaré clara la importancia del colapso del régimen de Hamás y el regreso de los rehenes a sus hogares. Actuaremos contra Hamás en todos lados, incluso en zonas donde no hemos estado todavía. Crearemos una alternativa a Hamás para que así las Fuerzas de Defensa de Israel puedan completar su misión», ha zanjado.
Junto a Gallant también se ha pronunciado el embajador israelí ante Naciones Unidas, Gilad Erdan, quien ha lamentado que la resolución no condicione el alto el fuego a la liberación de los rehenes, recoge The Times of Israel.
«No solo no es útil, sino que socava el esfuerzo para asegurar su liberación. Es perjudicial para estos esfuerzos porque da a los terroristas de Hamás la esperanza de conseguir un alto el fuego sin liberar a los rehenes», ha manifestado Erdan.
En este punto, el representante israelí ha leído una propuesta de resolución que, a su juicio, es la que se debería haber aprobado en el Consejo de Seguridad y que incide en que la se condenen «los abusos de los Derechos Humanos, la toma de rehenes y la violación». A continuacón, ha señalado que ese mismo texto fue aprobado por el órgano de la ONU en 2014 para condenar el secuestro de estudiantes por parte de Boko Haram en Nigeria.
«¿Por qué este Consejo puede pedir a Boko Haram que deponga las armas, pero no se puede exigir lo mismo a los asesinos terroristas de Hamás?», se ha cuestionado un Erdan que duda de si la vida de un joven israelí «vale menos» que la de un niño nigeriano. «Para este Consejo, la sangre israelí es barata», ha zanjado.