La Justicia británica permite a Assange volver a apelar contra su extradición a EEUU
Al fundador de Wikileaks se le imputan varios delitos por la difusión de miles de documentos secretos
El Tribunal Superior de Londres ha fallado este lunes en favor del fundador de Wikileaks, Julian Assange, al que se le permitirá apelar contra su orden de extradición a Estados Unidos, donde se le imputan varios delitos por la difusión de miles de documentos secretos.
Esta decisión brinda al ciudadano australiano la posibilidad de poner en tela de juicio las garantías prometidas desde Washington sobre cómo se llevará a cabo su posible juicio tras ser extraditado, según recoge la británica BBC.
Assange, quien se encuentra preso en la cárcel de Belmarsh, en el suroeste de Reino Unido, dispondrá ahora de varios meses para preparar su apelación, que se en principio se centrará en si los tribunales estadounidenses protegerán, o no, su derecho a la libertad de expresión.
El periodista australiano ha defendido en todo momento que las informaciones reveladas en 2010 sirvieron para dar a conocer crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos. Sus abogados insisten en que el caso en contra de Assange tiene motivaciones políticas.
La defensa de Assange ya había solicitado en febrero la impugnación de la mayor parte del caso para evitar su extradición. Sin embargo, los jueces encargados del caso rechazaron la mayoría de argumentos de los abogados pero sí pidieron a Estados Unidos garantías a la seguridad de Assange, de 52 años.
Los representantes de Assange han advertido durante la vista de que aunque la Administración de Joe Biden brinde garantías, la Justicia estadounidense podría aplicar la ley «independientemente de lo que haga o diga el Ejecutivo», según recoge la cadena británica de noticias Sky News. Por su parte, el representante del Gobierno estadounidense ha insistido en que la Justicia de Estados Unidos «tendrá debidamente en cuenta esta solemne garantía dada por su Gobierno en el curso de las relaciones internacionales».
«Noticias positivas», según Amnistía Internacional
Una de las primeras reacciones a la decisión de la Justicia británica ha sido la de la ONG Amnistía Internacional, que ha señalado que el fallo del Tribunal Supremo de Londres es «una extraña noticia positiva para Julian Assange y todos los defensores de la libertad de prensa».
«El Tribunal Superior ha llegado acertadamente a la conclusión de que, si es extraditado a Estados Unidos, Assange correrá riesgo de sufrir graves abusos, incluido un régimen de aislamiento prolongado, lo que violaría la prohibición de la tortura y otros malos tratos», ha dicho el asesor legal de Amnistía, Simon Crowther.
Asimismo, Crowther ha denunciado que los intentos de Estados Unidos de procesar a Assange «ponen en riesgo la libertad de prensa en todo el mundo» e incluso «ridiculiza las obligaciones de Estados Unidos en virtud del derecho internacional y su compromiso declarado con la libertad de expresión».
«Al tratar de encarcelarlo, Estados Unidos está enviando el mensaje inequívoco de que no respeta la libertad de expresión y que desea enviar una advertencia a los periodistas y editores de todo el mundo: que ellos también podrán ser blanco de ataques por recibir y publicar material clasificado», ha aseverado Crowther.
Así las cosas, el asesor jurídico de Amnistía Internacional ha hecho un llamamiento a las autoridades estadounidenses para que pongan fin a este «vergonzoso» caso y retiren todos los cargos contra Assange. «Esto detendría inmediatamente el proceso en Reino Unido y Julian Assange sería liberado», ha zanjado.
El Gobierno de Reino Unido ya dio luz verde al traslado en junio de 2022, pero Assange, que llegó a permanecer cerca de siete años refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres, ha tratado de bloquearlo por todas las vías posibles. Sobre él pesan cargos por violar la Ley de Espionaje estadounidense y se arriesga a una condena de hasta 175 años de cárcel.
En las vistas de febrero, los abogados del fundador de Wikileaks pusieron en duda que pudiese recibir un juicio justo en Estados Unidos y reivindicaron que en este proceso están en juego libertades fundamentales, ya que las actuaciones de Assange entrarían dentro del ámbito del periodismo y merecerían especial protección.