Quién es Claudia Sheinbaum, la científica que va a ser la primera mujer presidenta de México
En los comicios celebrados este domingo 2 de junio, la política ha obtenido entre el 58,3% y el 60,7% de los votos
Los mexicanos han acudido a las urnas este domingo 2 de junio para decidir al sucesor de Andrés Manuel López Obrador después de seis años de mandato. Esta vez, el sucesor será sucesora, y Claudia Sheinbaum (24 de junio de 1962, Ciudad de México), científica y política, se va a convertir en la primera mujer presidenta de México. Este resultado marca un antes y un después en la historia política del país, que, a pesar de la buena noticia, se ha enfrentado a tres polémicos (y peligrosos) meses de campaña electoral, marcados por la inseguridad, la violencia y aproximadamente 250 homicidios políticos, convirtiendo los comicios en los más violentos registrados hasta el momento.
Como bien apuntaban una gran parte de las encuestas, Claudia Sheinbaum se ha hecho con ese primer puesto con una mayoría aplastante que oscila entre el 58,3% y el 60,7% de los votos, según datos recogidos por el Instituto Nacional Electoral. La política ha superado ampliamente a su principal rival, la opositora Xóchitl Gálvez, que se ha hecho con menos del 30% del apoyo ciudadano.
¿Quién es Claudia Sheinbaum?
Claudia Sheinbaum ha sido desde el comienzo de la campaña la gran promesa continuista de Andrés Manuel López Obrador. La candidata representa a la coalición Sigamos Haciendo Historia y se autodefine como una fiel defensora de los pueblos indígenas y de los trabajadores.
A pesar de no tratarse de un perfil muy conocido, la política ha ocupado varios cargos durante la administración de Vicente Fox, entre el 2000 y 2006 y desde 2018 ha sido senadora de la República. Al margen de su interesante carrera política, la futura presidenta del país americano cuenta con un historial desvinculado de la política: la ciencia y el activismo medioambiental.
Sus estudios universitarios
Sheinbaum estudió en la Autónoma de México, donde se graduó del máster en Ingeniería Energética. En 1995 hizo historia convirtiéndose en la primera mujer en doctorarse en Energía y se dedicó a investigar la relación entre energía y cambio climático. En el año 2000 comenzó sus andanzas en el ámbito político, uniéndose al equipo de López Obrador y ocupando el cargo de secretaria de Medio Ambiente y Distrito Federal.
A mediados de 2006 renunció al puesto anterior para unirse a la campaña presidencial encabezada por Andrés Manuel López Obrador. Cinco años después, participó en la fundación del Movimiento de Regeneración Nacional. En 2012 fue incluida por López Obrador en su gabinete propuesta como Secretaria de Medio Ambiente.
Activista medioambiental
Uno de los rasgos que caracterizan a la futura líder de México es su conocimiento sobre la crisis climática y su activismo para frenarla. Sheinbaum ha liderado ambiciosos proyectos enfocados a aprovechamiento de la energía solar y el control de emisiones. Durante su vida profesional ha sido encargada de a construcción del segundo piso de la circunvalación de DF y de la primera línea de Metrobús.
Logros
Si por algo destaca Sheinbaum es por tener una carrera profesional llena de logros, tanto el campo ecológico como, ahora, en el político. Entre lo más relevante que ha conseguido destaca la reducción de los índices de contaminación atmosférica y la creación de reservas ecológicas comunitarias. También ha desarrollado programas de sectorización de la red de agua potable, reflejando en todo momento su activismo y su primordial labor de concienciación medioambiental.
Los resultados obtenidos en las elecciones del 2 de junio la han convertido, una vez más, en una exitosa política. «México está listo para una presidenta, para una astronauta, para una ingeniera. Las mujeres mexicanas estamos listas desde hace mucho tiempo», ha sentenciado en muchas de sus intervenciones de los últimos meses.
De orígenes judíos, la candidata ha presumido en múltiples ocasiones que su pasión por la política viene de familia. Sus padres participaron activamente en el movimiento estudiantil de 1968 y la pasión y admiración por el activismo de estos la han convertido en la futura dirigente de México, un hecho que pasará a la historia como uno de los más relevantes de la historia política reciente del país y un claro avance en la lucha por la igualdad.