La crisis de gobierno en Alemania puede desembocar en elecciones en marzo
La oposición alemana, los democristianos, piden elecciones anticipadas a principios de año
La fractura de la coalición de gobierno en Alemania podría desembocar en elecciones anticipadas en marzo. Este miércoles, el canciller, Olaf Scholz, destituyó al ministro de Finanzas y líder del Partido Democrático Libre (FDP), Christian Lindner, después de que este le pidiese convocar elecciones por los numerosos encontronazos que ha habido entre las formaciones del Ejecutivo a la hora de elaborar unos nuevos presupuestos para 2025.
La fractura de la coalición formada por el Partido Socialdemócrata de Scholz (SPD), Los Verdes y el FDP se produce debido a los desacuerdos ante el agujero de 1.000 millones de euros en los Presupuestos y la crisis económica en el país, cuya respuesta ha provocado una escisión dentro de la alianza.
Ahora, Scholz se someterá a una moción de confianza en el Bundestag (cámara baja del Parlamento), prevista para el 15 de enero. En caso de perderla, según la Constitución, tendría que disolver el Parlamento, lo que desencadenaría en elecciones previsiblemente a finales de marzo. Las elecciones generales están previstas oficialmente para el 28 de septiembre del 2025.
El sistema alemán no tiene un mecanismo expeditivo que permita al jefe de Gobierno convocar comicios. Los adelantos electorales pueden producirse si el Ejecutivo pierde su mayoría y no logra conseguir otra ni resistir en minoría; o si se somete a una moción de confianza en el Bundestag y la pierde.
Con el voto de confianza en el Bundestag, los cancilleres pueden asegurarse de contar todavía con el apoyo de la mayoría de los diputados. Si no es así, el Presidente Federal puede disolver el Bundestag en un plazo de tres semanas a propuesta del Canciller y se celebrarán nuevas elecciones. En la historia, cuatro cancilleres han planteado la cuestión de confianza, según Spiegel.
No obstante, por su parte, el líder de la oposición, el democristiano Friedrich Merz, ha exigido a Scholz que pida al Bundestag que solicite el voto de confianza esta semana o a más tardar a principios de la próxima, y no en enero, como está previsto según recoge el diario Bild.
Merz considera que estas tres semanas son suficientes para saber si aún quedan cuestiones que puedan decidirse juntos; se refiere a las decisiones presupuestarias que Scholz quisiera llevar a escena con la Unión Europea. Así, lo que se busca es que Scholz no permanezca más tiempo en su sillón y se convoquen elecciones federales en la segunda quincena de enero, según detalla Spiegel.
Por el contrario, la Ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, de los Verdes, ha defendido la fecha fijada por el canciller para el voto de confianza el 15 de enero. El nombramiento ofrece «el camino para una transición ordenada», afirmó el jueves en el periódico ARD Morgenmagazin.
Las elecciones generales están previstas oficialmente para el 28 de septiembre del 2025.
Con el voto de confianza en el Bundestag, los cancilleres pueden asegurarse de contar todavía con el apoyo de la mayoría de los diputados. Si no es así, el Presidente Federal puede disolver el Bundestag en un plazo de tres semanas a propuesta del Canciller y se celebrarán nuevas elecciones. En la historia, cuatro cancilleres han planteado la cuestión de confianza,
Por el contrario, la Ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, de los Verdes, ha defendido la fecha fijada por el canciller para el voto de confianza el 15 de enero. El nombramiento ofrece «el camino para una transición ordenada», afirmó el jueves en el periódico ARD Morgenmagazin.
Lindner, contra Scholz: «Era una ruptura calculada»
El líder del Partido Democrático Libre (FDP), Christian Lindner, no ha tardado en cargar con Scholz, tras haber sido destituido como ministro de Finanzas. «Su declaración cuidadosamente preparada esta noche demuestra que Olaf Scholz ya no estaba tratando de llegar a un acuerdo que fuera viable para todos, sino más bien una ruptura calculada de esta coalición», ha subrayado en rueda de prensa.
Lindner ha señalado a sus socios de la coalición, los socialdemócratas y los verdes, por no aceptar sus propuestas para intentar atajar la crisis ante los desacuerdos por el agujero de 1.000 millones de euros en los Presupuestos y la crisis económica. «Sus contrapropuestas son débiles, poco ambiciosas y no hacen nada para superar la debilidad fundamental de nuestro país en el crecimiento para que podamos mantener nuestra prosperidad, nuestra seguridad social y nuestra responsabilidad ambiental», ha agregado.
Lindner ha asegurado además que Scholz había pedido en última instancia que suspendiera el límite de la deuda consagrado en la Constitución. «No podía estar de acuerdo con esto».