Tercera noche de protestas en Georgia tras la suspensión del proceso de adhesión a la UE
El primer ministro de Georgia ha recordado a la presidenta Salomé que «le quedan cuatro viernes» para dejar el cargo
La Policía georgiana se ha empleado este domingo por tercera noche consecutiva de protestas contra el Gobierno, motivadas por su decisión de suspender las negociaciones de adhesión a la Unión Europea.
La Policía ha utilizado gases lacrimógenos y cañones de agua para disolver a los manifestantes, que hasta primera hora de la mañana de este domingo grupos de ellos continuaban frente a la sede del Parlamento en Tiflis, donde un centenar de personas han sido detenidas por disturbios durante la noche.
La alta representante de Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, ha advertido al Gobierno de Georgia de que Europa podría imponer sanciones en respuesta a la represión de las protestas. «Está claro que el uso de la violencia contra manifestantes pacíficos no es aceptable, y el Gobierno debe respetar la voluntad del pueblo georgiano, pero también la Constitución de Georgia», ha dicho Kallas durante una visita a Kiev.
Por otro lado, el primer ministro de Georgia, Irakli Kobakhidze, ha recordado a la presidenta, Salomé Zurabishvili, que «le quedan cuatro viernes»para dejar el cargo, después de que ésta señalara en la víspera que seguirá ante la falta de legitimidad del Gobierno, al que acusa de haber ganado las elecciones por métodos fraudulentos.
«No se acostumbra, entiendo su estado emocional, sin embargo, claro, a partir del 29 de diciembre tendrá que abandonar su residencia y entregar este edificio al presidente legítimamente elegido», ha zanjado Kobakhidze.
«Todavía no puede levantarse de su asiento», ha reprochado Kobakhidze, quien ha remarcado que «la señora Salomé tendrá que salir al igual que su silla», recoge el portal georgiano de noticias Tabula.
Zurabishvili desafió este sábado al Gobierno al asegurar que se mantendría en su cargo tras las elecciones del 14 de diciembre ya que «como no hay un Parlamento legítimo, no habrá presidente legítimo ni una investidura», al mismo tiempo que se reivindicó como «la única institución independiente y legítima» del país.
Con esta declaración, ahondó en la disputa que mantiene con el Gobierno liderado por Sueño Georgiano, al que acusa de haber ganado las últimas elecciones por métodos fraudulentos y con el respaldo encubierto de Rusia. «Nos enfrentamos hoy a unas elecciones robadas», dijo a la televisión francesa.
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