Quién es Dominique Pelicot, el condenado a 20 años de cárcel por drogar y violar a su esposa
La sentencia judicial de este francés de 72 años y sus cómplices marca un caso sin precedentes en la Justicia francesa
Dominique Pelicot, de 72 años, ha sido condenado a 20 años de prisión por drogar y violar a su esposa, Gisèle Pelicot, durante casi una década. Además, invitó a decenas de hombres que conoció en línea a unirse a los abusos mientras ella estaba inconsciente. Este caso ha conmocionado a Francia y ha puesto de relieve la violencia sexual en el ámbito doméstico.
Su caso ha sacado a la luz y ha subrayado la importancia de la vigilancia, la educación y el apoyo a las víctimas para prevenir y combatir la violencia sexual en todas sus formas.
Dominique Pelicot
Gisèle y Dominique se conocieron a los 19 años y construyeron una vida juntos, criando a tres hijos. A pesar de las dificultades financieras y las crisis matrimoniales, su relación parecía sólida. Sin embargo, Dominique llevaba una doble vida. A partir de 2011, comenzó a drogar a su esposa con ansiolíticos para abusar de ella sexualmente. Con el tiempo, contactó a otros hombres a través de una plataforma en línea, invitándolos a unirse a las violaciones mientras él las grababa.
¿Cómo ha sido el proceso judicial?
El juicio ha revelado que al menos 51 hombres participaron en los abusos entre 2011 y 2020. Dominique fue el principal acusado, pero otros 50 hombres también fueron condenados por su participación. Gisèle ha decidido que el juicio fuera público para trasladar la vergüenza de las víctimas a los agresores y visibilizar el sufrimiento causado por las violaciones.
Durante el proceso judicial se han investigado los antecedentes de Dominique. Creció en el seno de la una familia desestructurada en el centro de Francia. Su madre tuvo un primer matrimonio del cual nacieron sus dos hermanos mayores. Tras su primer divorcio, la misma se casó de nuevo con un hermano de su exmarido. De este matrimonio nacieron otros dos niños, uno de ellos fue Dominique.
Según su testimonio durante el juicio, el acusado afirmó haber sido testigo de abusos sexuales en su familia y víctima de violación a los nueve años por parte de un enfermero. Además de ser obligado a los 14 años de edad, a participar en una violación en grupo. Sin embargo, no se presentaron pruebas de estos hechos por parte de sus abogados defensores durante el proceso judicial.
Una vida ejemplar
A pesar de estos antecedentes, Dominique logró mantener una fachada de esposo y padre dedicado. Llevaba a su esposa a citas médicas durante el día para tratar los síntomas que él mismo le provocaba por la noche. Incluso después de ser detenido en septiembre de 2020 por grabar bajo las faldas de varias mujeres en una tienda, continuó con sus abusos tras ser puesto en libertad, hasta su segunda detención en noviembre de 2020.
Responsable de otros casos
La defensa argumentó que Dominique estaba emocionalmente marcado por sus traumas pasados y que había luchado contra sus impulsos durante 40 años, cediendo finalmente a estos en 2011. Sin embargo, esta versión fue cuestionada cuando su ADN coincidió con un caso sin resolver de intento de violación en 1999, y se le vinculó con otro caso de 1991 relacionado con la violación y asesinato de una joven agente inmobiliaria. Aunque admitió el intento de violación de 1999, negó su implicación en el caso de 1991.
Los acusados
El juicio también puso de manifiesto la complicidad de los otros acusados. Algunos admitieron haber tenido relaciones sexuales con Gisèle, pero afirmaron que desconocían que ella estaba inconsciente, afirmando que Dominique les hizo creer que ella fingía estar dormida. Sin embargo, Dominique insistió en que todos sabían que ella había sido drogada sin su consentimiento y que iban a participar en una violación.
La lucha de Gisèle
Gisèle, por su parte, se ha convertido en una referente contra la violencia sexual en Francia. Con su decisión de hacer público el juicio, pretende animar a otras víctimas para que denuncien los abusos. Su valentía ha sido reconocida, y su testimonio ha servido para concienciar sobre la importancia de proteger a las víctimas y responsabilizar a los agresores.
Este caso ha generado un debate nacional en Francia sobre la violencia sexual y la sumisión química. Además, ha resaltado la necesidad de una mayor vigilancia y regulación de las plataformas en línea que facilitan contactos para actividades ilícitas.
Sentencia sin precedentes en Francia
La sentencia de Dominique Pelicot y sus cómplices marca un caso sin precedentes en la Justicia francesa. Se espera que este veredicto sirva como ejemplo para futuros agresores y como un llamado a la sociedad para apoyar y animar a denunciar a las víctimas de violencia sexual.