Alemania mide en las urnas el empuje de la 'ola Trump' con una izquierda deshecha
Los sondeos pronostican a AfD su mejor resultado histórico, por encima del 20% de intención de voto

Los candidatos a la Cancillería de Alemania: Olaf Scholz (SPD), Friedrich Merz (CDU), Robert Habeck (Los Verdes) y Alice Weidel (AfD). | Europa Press
Este domingo, Alemania vive elecciones federales, unos comicios que se antojan clave en el devenir político de Europa. Al menos dos factores convierten esta votación en un hecho muy relevante para la UE. Primero, el signo del gobierno de la primera potencia económica de la UE suele traducirse en una cierta influencia en las políticas del Ejecutivo comunitario. Pero si una circunstancia marca estas elecciones alemanas en clave europea es sin duda la de poder calibrar el avance de la derecha radical en el continente.
Esta corriente política, con sus semejanzas y diferencias, ha tenido éxito en países como Francia (con el partido de Marine Le Pen), Italia (con Giorgia Meloni como primera ministra), Hungría (con Viktor Orbán) y Austria (el Partido de la Libertad es la primera fuerza del país). En el país cuyas urnas se abren este domingo, Alternativa para Alemania (AfD) ha experimentado un crecimiento exponencial durante los últimos años, tanto en comicios federales como en los regionales.
Partidos y sondeos
Cuatro son los principales partidos que se presentan con posibilidades en estas elecciones. Comenzando por el que a día de hoy ocupa la cancillería, el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) llega en horas bajas a estos comicios. Los años de gobierno del candidato a la reelección, Olaf Scholz, no han sido fáciles. Ha estado al frente de una inédita Ampelkoalition (coalición semáforo) formada por socialistas, verdes y liberales. Los sondeos no le son muy halagüeños al SPD, ya que lo sitúan como tercera fuerza con algo más del 15% de los votos, casi diez menos de los que obtuvo en 2021.
El otro gran partido alemán, los conservadores de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) -con su versión bávara, la CSU– quieren recuperar la cancillería que ocupó Angela Merkel. La candidatura que lidera Friedrich Merz es la favorita en los comicios del domingo: las encuestas pronostican que alcanzará o superará el 30% de sufragios (por el 24% de 2021). Aunque desde que se convirtió en líder del partido Merz ha mostrado un discurso sobre inmigración más duro que el de Merkel, el candidato de la CDU ha insistido en numerosas ocasiones en las últimas semanas en que no pactará con AfD.
El resultado de Alternativa para Alemania (AfD) puede ser determinante en la formación de gobierno. El partido de derecha nacionalista llega en su mejor momento y los sondeos le auguran hasta el 22% de los apoyos, lo que supondría duplicar los números cosechados en 2021. De que AfD no alcance o, en cambio, supere esas previsiones podría depender la menor o mayor probabilidad de que la CDU se vea obligada a vencer sus reticencias y llegar a un entendimiento con ellos. Con todo, las recientes declaraciones de Donald Trump sobre Ucrania podrían alejar ese escenario. La candidata de Alternativa para Alemania, Alice Weidel, ha hecho campaña en buena medida con el rechazo de su partido a la inmigración ilegal. Por otra parte, Weidel, lesbiana y con dos hijos adoptados, no se muestra frontalmente opuesta al colectivo LGBT, pero sí prima la defensa de la «familia tradicional». El multimillonario y dueño de X, Elon Musk, respaldó a la aspirante de AfD en un mitin celebrado hace un mes.

Por debajo del SPD se sitúa el otro gran partido de izquierdas, Los Verdes, al que las encuestas colocan en cuarta posición con un resultado cercano al 13% de los votos, ligeramente por debajo del de 2021. El partido que lidera Robert Habeck ha participado en el actual gobierno de Scholz con seis ministerios.
En contraste, el que fuera el otro componente de la coalición del canciller, el Partido Democrático Libre (FDP), tiene difícil acercarse a sus apoyos de las pasadas elecciones. Los liberales rompieron la coalición el pasado noviembre, dando paso a la crisis de gobierno que derivó en la actual convocatoria de comicios. Ahora, las encuestas señalan que están en serio peligro de no alcanzar el 5% de votos necesario para tener representación en el Bundestag.
Mejor posicionado en esa pelea, aunque también en el filo del 5%, se sitúa Die Linke (La Izquierda), un partido de izquierda populista cuyo equivalente en España podría ser Podemos, y BSW (Por la Razón y la Justicia), una fuerza de nueva creación también en el ámbito de la izquierda pero con reflejos antiinmigración.
Posibles coaliciones
Lo que queda claro a la vista de los sondeos es que el nuevo Bundestag virará a la derecha. Si estos pronósticos se confirman, queda por ver si la CDU cumplirá su propósito de aplicar un «cordón sanitario» a AfD. En ese caso, una de las opciones de mayor peso es un gobierno en solitario de los democristianos con apoyos puntuales de otros partidos (un escenario más probable en la medida en que el resultado de la CDU sea mejor).
Otra posibilidad es la Große Koalition (Gran Coalición), que formarían la CDU y el SPD para desterrar a la derecha populista de toda opción de gobierno. Tres de los mandatos de Merkel ya tuvieron lugar bajo esta fórmula. Sin embargo, tanto Merz como Scholz han rechazado esta posibilidad esta misma semana. Otra fórmula podría incluir también a Los Verdes en una hipotética coalición de gobierno. Aunque a primera vista pueda sorprender que dos partidos de centroizquierda e izquierda, el SPD y Los Verdes, compartan gabinete con el centroderecha, no es una posibilidad a descartar en Alemania, dado el rechazo generalizado entre las fuerzas políticas a pactar con la AfD y la extrema izquierda.
Sistema electoral
El sistema electoral alemán es algo complejo y podría ser decisivo para el resultado final de las elecciones. Los votantes marcan dos casillas en la papeleta. En la primera se elige a uno de los candidatos que se presentan por cada una de las 299 circunscripciones en que se divide el país. El ganador de cada demarcación obtiene un asiento en el Bundestag. Es, en este sentido, un sistema de the winner takes all similar al de Reino Unido o Estados Unidos.
Por otra parte, en la segunda casilla, se elige uno de los partidos que se postulan a ganar la cancillería. Para que una formación política obtenga representación en la Cámara Baja, deberá aglutinar un mínimo del 5% de estos sufragios, o bien alzarse con la victoria en tres circunscripciones.
Aquí es donde la cosa empieza a complicarse, ya que el Bundestag no tiene 299 escaños, sino más del doble. ¿Cómo se escogen a los diputados restantes? Se reparten de forma proporcional, atendiendo al porcentaje que logre cada partido en el voto de la segunda casilla y siguiendo las listas electorales de las formaciones.