¿Por qué Trump llamó dictador a Zelenski? Este historiador de EEUU descifra su polémico tuit
El experto Victor Davis Hanson cree que el presidente ucraniano no se puede equiparar con Churchill

Trump y Zelenski. | Europa Press
El historiador experto en asuntos militares Victor Davis Hanson ha querido descifrar el polémico mensaje en el que Donald Trump llamó «dictador» a Volodímir Zelenski. Hanson es un comentarista habitual en los medios de Estados Unidos y suele escribir sobre los conflictos armados en los que su país está involucrado. Recientemente, ha publicado un artículo en The Free Press donde analiza las palabras de presidente estadounidense y también matiza algunas informaciones que equiparan al líder ucraniano con Winston Churchill.
En su último artículo en Free Press explica que «por supuesto, Rusia inició la guerra. Decir lo contrario es ahistórico». Y recuerda cómo el propio Trump hizo campaña basándose justamente «en esa verdad innegable» de que el Kremlin invadió el territorio de otras naciones durante tres de las últimas cuatro administraciones presidenciales estadounidenses. «Pero no lo hizo durante el mandato de Trump», apostilla.
Putin invadió Georgia y Osetia del Sur en 2008; Crimea y el Donbás en 2014, y Kiev y las zonas fronterizas con Ucrania en 2022. Nunca con Donald Trump en la Casa Blanca. Y, según este experto, es porque se sentía «disuadido por Trump».
Putin, «disuadido por Trump»
«El motivo obvio de la cautela de Putin, como también ha declarado Trump, fue que se sintió disuadido… por Trump. Putin temía la imprevisibilidad de Trump, así como sus límites innegociables del pasado, evidentes de manera uniforme y exitosa en los asesinatos preventivos previos por parte de Estados Unidos del líder del ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi, y del cerebro del architerrorista iraní Qasem Soleimani, y en los ataques reactivos de Trump que devastaron al Grupo Wagner ruso en Siria y al propio ISIS», abunda.
Entonces, se pregunta, ¿por qué Trump llamó a Zelenski un dictador y por qué lo culpó de iniciar la guerra? «En cuanto a la primera acusación, que Zelenski es un dictador, los allegados de Trump han señalado a menudo que había pospuesto una elección prevista. Los medios de oposición, el poder político y la libertad de expresión están silenciados bajo la ley marcial de Zelenski. Y en muchos casos, ha suprimido el habeas corpus».
Zelenski no es Churchill
«Los partidarios de Zelenski replican que Winston Churchill, durante la Segunda Guerra Mundial, tampoco convocó elecciones hasta después de terminar el teatro de operaciones europeo, después de media década sin elecciones. Pero eso es un tanto engañoso porque, al asumir su cargo como primer ministro en mayo de 1940, Churchill creó rápidamente un gobierno de coalición de aliados, rivales y oponentes, análogo al gabinete de guerra bipartidista de Israel, pero no similar al auténtico espectáculo unipersonal de Zelenski», abunda.
Si bien el Gobierno británico censuró a los medios de comunicación contra la guerra, sostiene que «bajo el Gobierno de Churchill hubo mucha menos supresión de las libertades individuales que en la actual Ucrania». «Franklin Roosevelt, por supuesto, celebró elecciones tanto en 1940 como en 1944, tanto después del inicio de la Segunda Guerra Mundial como después de la entrada de Estados Unidos en ella contra Alemania, Italia y Japón. Las elecciones estadounidenses continuaron durante la Guerra Civil, la Primera Guerra Mundial y las guerras de Corea y Vietnam».

A su juicio, el otro objetivo de Trump puede tener relación con «recordarle a Zelenski que su país ha perdido una cuarta parte de su población en éxodos, que su economía está en ruinas, que se está quedando sin soldados y que ahora depende exclusivamente de la voluntad de Trump de seguir brindándole ayuda militar y económica crucial». También cree que el líder ucraniano ha perdido interés: «Trump probablemente pensaría que Zelenski debería recordar que ya no es la estrella de rock de 2022, cuando Ucrania repelió valientemente a los rusos, el mundo estaba fascinado con el ex comediante de camiseta, los europeos se jactaban de una ayuda ilimitada por venir y muchos ingenuamente pensaban que el conflicto estaba prácticamente terminado».
«Así fue entonces, y ahora hay más de un millón de víctimas en total, un horror que Trump sugiere que Zelenski tenga en cuenta al formular exigencias a Estados Unidos, su último patrón confiable», concluye a este respecto.
«El arte de negociar»
En cuanto a la segunda acusación sobre que Zelenski hubiera iniciado la guerra, Hanson ve «cinco razones» tras esa falsa aseveración de Trump: «Trump probablemente esté troleando a Zelenski con su estrategia de «Art of the Deal» (El arte de negociar), en la forma en que planteó la idea, pero en realidad no iba a invadir Panamá, comprar Groenlandia a Dinamarca y/o absorber Canadá. Pero sí quería ganarse la atención de los tres países. Y lo hizo, dado que Panamá canceló sus provocativos acuerdos del canal con China, Dinamarca decidió invertir más seriamente en Groenlandia y se está rearmando, y Canadá anunció que comenzaría a asegurar su porosa frontera con los EEUU».
Hanson prosigue diciendo que «todas las partes están mejor porque Trump dijo lo que dijo. (Y, de hecho, informes recientes sugieren que Trump está buscando simultáneamente un acuerdo sobre minerales con Zelenski para recuperar parte de los miles de millones enviados a Ucrania, una concesión que puede resultar como se pretendía de su troleo».
En segundo lugar, es probable que «Trump también esté aludiendo a relatos controvertidos de que, poco después de la supervivencia de Kiev, durante varias iteraciones de las conversaciones de paz en marzo de 2022, los representantes de Zelenski se reunieron con delegaciones rusas y, al parecer, acordaron condiciones que eran más favorables entonces, durante un revés ruso, que ahora, después de una recuperación rusa. Sin embargo, cabe señalar que en esa fecha temprana, las encuestas mostraban que una mayoría de ucranianos creían que podían obligar a Rusia a retroceder sin negociaciones, aunque ahora la mitad de la población está a favor de algún tipo de negociaciones con Rusia para poner fin a la guerra».
Como tercer motivo, Hanson señala las controversias relacionadas con el casus belli original de 2014. Según el think tank conservador Cato Institute, el Departamento de Estado de Barack Obama se había aliado con fuerzas eurofílicas dentro de Ucrania para trabajar contra el presidente ucraniano electo, aunque probablemente impopular, el prorruso Viktor Yanukovych, quien fue obligado a dejar el cargo: «Trump puede estar furioso porque si Ucrania hubiera permanecido neutral y no hubiera coqueteado con la membresía tanto de la UE como de la OTAN, entonces Rusia, junto con la minoría rusoparlante de Ucrania, tal vez no se habría sentido tan insegura con una frontera occidental hostil ahora mucho más cerca de Rusia».
El primero en enviar armas a Ucrania
En cuarto lugar, Trump tiene una memoria larga e implacable: «El presidente es muy consciente de que en 2016 el entonces embajador de Ucrania en Estados Unidos, Valeriy Chaly, en un artículo de opinión, advirtió inapropiadamente a los estadounidenses sobre los peligros de una candidatura de Trump y se puso abiertamente del lado de la entonces oponente de Trump, Hillary Clinton, quien difundió historias falsas de que la campaña de Trump había coludido con Rusia.
El experto en asuntos militares soslaya como último motivo el hecho de que «Trump está comprensiblemente frustrado porque él, y no Obama ni Biden, fue el primero en enviar armas ofensivas a Ucrania. El historial de Obama con Putin fue el humillante reinicio, una vergonzosa oferta de un quid pro quo apaciguador a Putin y la invasión rusa de Crimea y el Donbás».
Según su versión, un Trump «furioso», comprende que «heredó una guerra que en otro tiempo se podía evitar». Y, al mismo tiempo, «se encuentra ante un dilema: no puede retirar toda la ayuda a Ucrania y, por lo tanto, ser culpado por una humillante toma de posesión de Ucrania por parte de Putin, similar a la de Afganistán. Tampoco puede aumentar la ayuda para prolongar la guerra y traicionar a su base MAGA y sus propias promesas de campaña. Tampoco puede simplemente aceptar que continúe el baño de sangre a expensas de Estados Unidos y sus intereses».