The Objective
Enfoque global

¿Es Polonia un ejemplo para la Alianza Atlántica?

El país centroeuropeo se encuentra en una situación comprometida desde el inicio de la guerra

¿Es Polonia un ejemplo para la Alianza Atlántica?

Banderas de la UE, la OTAN y Polonia. | Marek Antoni Iwanczuk (Zuma Press)

La próxima cumbre de la OTAN, que se celebrará en La Haya los días 24 y 25 de junio, debería ser una cumbre especial e histórica en estos difíciles tiempos geopolíticos. Se espera que se alcance un compromiso de gasto en Defensa superior al 3 % del PIB actual. Quizás un 3,5 % o más. Esto enviaría un mensaje claro a Rusia, China y otros países, al tiempo que serviría de catalizador para la Industria de Defensa europea. 

En este contexto, procedamos a analizar el gasto en Defensa y su industria en un caso paradigmático como el de Polonia: en 2024, fue el país de la OTAN que más invirtió, con un 4,12 % de su PIB. El ataque ruso a Ucrania en 2022 y la creciente amenaza rusa han obligado a Polonia a reconsiderar su enfoque de seguridad nacional y a reorientarse hacia sus aspectos militares, lo que ha dado lugar a un espectacular aumento de su presupuesto.

Después de 1989, Polonia, al igual que otros países, se benefició del dividendo de la paz que siguió a la Guerra Fría, lo que le permitió reducir el gasto y destinar recursos a otras áreas. El gasto militar se redujo al 2 % del PIB, cuando el país se unió a la OTAN en 1999 y posteriormente al 1,8 %. Durante el siguiente periodo, alcanzó su nivel más bajo, el 1,5 % del PIB en 2008. Sin embargo, la anexión de Crimea en 2014 y la nueva invasión de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022 han obligado a Europa a cambiar su enfoque en materia de seguridad. Las nuevas amenazas a la seguridad han provocado un aumento en la compra de equipo militar avanzado.

En el caso de Polonia, el apoyo a un mayor gasto en Defensa ha sido un esfuerzo unánime y de consenso político, con el apoyo de una amplia mayoría de los polacos desde 2022. La agresión rusa ha generado un temor palpable entre la población polaca, ante la posibilidad de que un conflicto a gran escala se extienda a su país. Igualmente es interesante que el apoyo al fortalecimiento de las Fuerzas Armadas no ha disminuido con el tiempo, sino que continua alto.

Gracias a su historia y a su comprensión de las amenazas contemporáneas, la población polaca ha mostrado uno de los índices de apoyo más altos a la pertenencia a la OTAN entre los aliados. Polonia, en su Estrategia de Seguridad Nacional de 2020, entiende que Rusia quiere mejorar su posición en el equilibrio de poder mundial a toda costa, utilizando diversos medios convencionales y no convencionales: violaciones del Derecho internacional, el uso regular de la fuerza y la coerción en las relaciones con otros Estados y diversos intentos de desestabilizar las estructuras integradas occidentales. Percibe claramente que Rusia supone una amenaza principalmente para Polonia y otros países de la región, pero también para todas las demás naciones deseosas de un orden internacional estable.

La estrategia de seguridad de Polonia se basa en una estrecha cooperación internacional, en particular dentro de la OTAN, teniendo como socios clave a Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia y Corea del Sur. Y a pesar de los problemas de la Unión Europea con Estados Unidos, Polonia se esfuerza constantemente por armonizar dos necesidades cruciales: una Europa fuerte y el mantenimiento de las mejores relaciones posibles con Estados Unidos. 

Por ello, Polonia lleva mucho tiempo defendiendo que el refuerzo de la seguridad europea debe ser una prioridad máxima para los líderes de la UE. Al enfrentarse a retos geopolíticos únicos, ha comenzado a intensificar sus esfuerzos para fortalecer la defensa nacional, acelerando la labor legislativa, eliminando burocracia, reforzando la cooperación internacional y participando en los debates sobre los nuevos mecanismos de financiación de la defensa de la UE. 

Ante la posible y anunciada «desvinculación» de Estados Unidos del apoyo a Ucrania y la defensa de Europa, la Unión Europea se ha comprometido a reforzar las capacidades de defensa europeas. La propuesta «RearmEurope» de la Comisión Europea da prioridad al suministro de equipos estratégicos, como sistemas de defensa aérea y antimisiles, sistemas de artillería, misiles, municiones y sistemas de drones y anti drones. Y Polonia apoya este plan.

Desde antes de 2022, los pilares de la estrategia de defensa de Polonia se han centrado en la modernización de las Fuerzas Armadas, mediante una importante inversión en equipamiento militar avanzado. Las adquisiciones han incluido e incluirán sistemas integrados de defensa aérea y antimisiles, carros de combate, vehículos de combate, artillería lanzacohetes, aviones de combate, barcos y drones.

En este contexto, el aumento del gasto en defensa de Polonia será duradero y podría alcanzar el 4,7 % del PIB en 2025. Sin embargo, este aumento gradual y sostenido del gasto en defensa, con compras en el extranjero y el fortalecimiento de la propia industria de defensa de Polonia, requerirá una fuente de financiación estable. Esto requerirá no solo el apoyo europeo, sino también una estrategia económica clara.

La necesidad que tuvo Polonia en su día de comprar rápidamente ha provocado también un aumento de los costes de mantenimiento. Por ejemplo, Polonia cuenta actualmente con varios tipos de carros de combate: una versión polaca modernizada del T-72 soviético (el PT-91 Twardy), que ha sido y está siendo donado a Ucrania; una versión modernizada del Leopard alemán; el Abrams estadounidense; y el K2 coreano, que se está adquiriendo para cubrir rápidamente la escasez resultante de la transferencia de equipos a Ucrania. 

Pero ¿cómo ha sido posible este esfuerzo de inversión en la compra de equipamiento militar extranjero y la búsqueda de socios y fabricantes dentro y fuera de Polonia? En mayo de 2022, el ministro de Defensa Nacional firmó un acuerdo con el presidente del Banco Nacional de Desarrollo de Polonia, Bank Gospodarstwa Krajowego (BGK), sobre la gestión del Fondo de Apoyo a las Fuerzas Armadas por parte del BGK. La Ley de Defensa Nacional de 2022 consolidó la normativa en materia de defensa, aumentó el número de efectivos en activo, incrementó el gasto en defensa para 2023 y estableció el Fondo de Apoyo a las Fuerzas Armadas, como recurso extrapresupuestario para aumentar significativamente la financiación destinada al gasto en defensa y a la modernización.

Como resultado, Polonia cuenta con un ambicioso «Plan de Modernización Técnica» para sus Fuerzas Armadas. El plan estima una inversión de aproximadamente 130.000 millones de euros en nuevos equipos entre 2021 y 2035. Se basa en tres principios: la evaluación de las necesidades militares polacas; el plazo de entrega de los equipos; y la participación de la industria de defensa polaca. Importante el orden de estos principios básicos. Otra cosa en la que Polonia puede ser un ejemplo para algún país en la OTAN. 

El programa hace hincapié en el uso de las capacidades de la industria de defensa polaca, especialmente las empresas del Grupo de Armamento Polaco (PGZ). Para aumentar la competitividad de la industria de defensa polaca, en 2013 se creó el Grupo de Armamento Polaco (PGZ), que aglutina a unas 50 empresas estatales polacas, de las cuales 30 son empresas de defensa y otras 20 participan en la construcción naval y las tecnologías modernas. 

La cooperación con PGZ ha sido clave para el éxito de muchas empresas de defensa extranjeras que han entrado en el mercado polaco. Se ha animado a empresas estadounidenses y de otros países a colaborar con empresas de defensa polacas, buscando acuerdos de cooperación u oportunidades de «joint venture» que, combinados con los menores costes de producción en Polonia, resultan atractivos para los clientes potenciales. 

Entre los principales acuerdos de venta militar al extranjero con Estados Unidos se incluyen el carro de combate principal Abrams M1A2 SEPV3, el sistema integrado de mando de batalla (IBCS), el sistema de defensa aérea y antimisiles Patriot, el avión de combate F-35 Lightening II, el sistema de cohetes de artillería de alta movilidad (Himars), el misil antitanque Javelin y el misil aire-tierra de largo alcance JASSM-ER. A finales de 2022, Polonia recibió 288 millones de dólares del programa FMF (financiación militar extranjera) norteamericano. Las subvenciones de EE. UU. ayudaron a reponer las capacidades, que Polonia proporcionó de sus propias reservas para reforzar la defensa de Ucrania. Además, en septiembre de 2023, Polonia recibió un acuerdo histórico de préstamo directo de FMF por valor de 2000 millones de dólares para acelerar la modernización de la defensa de Polonia, mediante el apoyo a la adquisición urgente de artículos y servicios de defensa estadounidenses. Estos fondos han impulsado el esfuerzo de modernización militar de Polonia en una amplia gama de capacidades, contribuyendo a reforzar la defensa y la disuasión del flanco oriental de la OTAN.

Esta sinergia ha favorecido, que los bajos costes de producción hayan llevado a muchas empresas de defensa extranjeras a buscar acuerdos de cooperación o empresas conjuntas, con empresas de defensa polacas. Entre los ejemplos de estos proyectos se incluyen la coproducción de carros de combate, vehículos mecanizados, artillería, buques, aviones y helicópteros. Las principales empresas de defensa estadounidenses (por ejemplo, Raytheon Technologies, Lockheed Martin, Northrop Grumman Defence Systems, Boeing Defence, Bell Textron, L3Harris Technologies, General Dynamics, Oshkosh Defence y BAE Systems North America) operan en el mercado polaco.

Lamentablemente, la guerra en Ucrania ha obligado a Polonia a aumentar considerablemente su gasto militar. Pero esto también representa una oportunidad sustancial para la industria de defensa polaca, que actualmente opera a plena capacidad. En los últimos años, ha intensificado su modernización técnica y ha aumentado su gasto militar, aunque lamentablemente, alrededor del 70 % de este gasto se destina a sistemas de armas importados.

Y esta exigente situación ha brindado la oportunidad de promover el armamento polaco y la industria de defensa nacional. Polonia ha suministrado principalmente a Ucrania equipo usado, incluidos aviones MiG-29, carros de combate T-72M1, vehículos de combate de infantería (IFV) BMP-1 y helicópteros de asalto Mi-24. Además, Ucrania también ha recibido equipos de la industria de defensa polaca, que han demostrado ser muy eficaces en combate. Entre ellos se encuentran los carros de combate PT-91 Twardy, anteriormente considerados obsoletos, pero extremadamente útiles en la práctica, así como sistemas modernos como los obuses autopropulsados (SPH) Krab de 155 mm, los fusiles de asalto MSBS Grot de 5,56 mm y varios tipos de drones. 

Muchas fábricas polacas han aprovechado este momento para aumentar su capacidad de producción, destacando la reconstrucción de su industria naval. Tanto Remontowa Shipbuilding como PGZ Stocznia Wojenna participan actualmente en la construcción de tres fragatas polivalentes de nueva generación de la serie Miecznik. Este proyecto aprovecha la tecnología extranjera adquirida a Babcock International Group (el diseño de la fragata Arrowhead 140) y Thales UK (el sistema de gestión de combate TACTICOS). Los buques se construirán en astilleros polacos con una importante participación de la industria de defensa polaca. 

Como respecto a su Política e Industria de Defensa, se puede afirmar que:

  • Polonia es sin duda un caso paradigmático, un ejemplo: en 2024 fue el país de la OTAN que más invirtió, con un 4,12 % de su PIB. Quizás un 4,7 % en 2025.
  • Sin duda, el desarrollo de las Fuerzas Armadas polacas es una prioridad máxima para el Gobierno polaco. Con el objetivo final de alcanzar el 5 % del PIB dedicado a la defensa, el gasto de Polonia sería el más alto de todos los Estados miembros de la OTAN (en términos de porcentaje del PIB). 
  • Este esfuerzo de la industria de defensa polaca ha ido acompañado de un aumento del tamaño de sus Fuerzas Armadas. Más de 208 000 soldados están en servicio (la tercera fuerza más grande de la OTAN). Se mantiene el servicio militar básico voluntario. En los próximos años, sus Fuerzas Armadas quieren acercarse a los 300.000 soldados. Se han firmado acuerdos multimillonarios con Estados Unidos y Corea del Sur para el suministro de modernos carros de combate, piezas de artillería y aviones de combate. 
  • Las Fuerzas Armadas polacas serán en 2032 uno de los ejércitos más modernos y numerosos de Europa. Constarán de cinco servicios: Fuerzas Terrestres, Armada, Ejército del Aire, Fuerzas de Operaciones Especiales y Fuerzas de Defensa Territorial.
  • Desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, el 24 de febrero del 2022, Polonia ha jugado un papel importante en el conflicto más grande en Europa desde la Segunda Guerra Mundial: ha recibido más refugiados que nadie, funcionando como una zona de amortiguación entre los combates y el resto de Europa, y ha asistido militarmente a Kiev, como parte de la estrategia de apoyo de la OTAN. 
  • Polonia ha ganado también autoridad moral, porque ha demostrado lucidez y realismo sobre el peligro de una Rusia imperial, ejerciendo una influencia más directa y práctica en la toma de decisiones del continente. Se está posicionando como un líder clave entre sus aliados y una voz fuerte para la región en la escena internacional. Su nivel de financiación le permitirá la adquisición de equipos modernos, el desarrollo de capacidades operativas y la mejora de la preparación para el combate de las Fuerzas Armadas polacas. 
  • Se está adquiriendo equipo militar nuevo, moderno y eficaz. La modernización implica no solo contratos, sino también la implementación de tecnologías modernas. Las Fuerzas Armadas polacas reciben constantemente nuevos carros de combate, vehículos de combate, sistemas de cohetes y artillería, aviones, helicópteros, barcos y drones. Entre ellos se encuentran, entre otros, helicópteros de ataque Apache estadounidenses, aviones de combate F35 y barcos de las clases Kormoran y Miecznik. 
  • En lo que respecta a la cuestión de las municiones, se ha asignado un presupuesto adicional para la construcción de fábricas de municiones en Polonia. Se trata de la primera iniciativa tangible de Polonia para aumentar la capacidad de producción de municiones, especialmente las tan necesarias municiones de artillería de 155 mm. 
  • Polonia ha consolidado una posición sólida en la OTAN. Además, cuenta ya con unidades de los EEUU (aproximadamente entre 10.000 y 12.000 hombres) establecidas en diversas bases en su territorio. Por ejemplo, en Poznan en el centro de Polonia, se ha establecido una de las bases militares permanentes de Estados Unidos en Polonia, un viejo deseo de Varsovia. 
  • Con Alemania, Dinamarca y la cooperación de otros aliados, mantienen conjuntamente un Cuartel General OTAN a nivel Cuerpo de Ejército, en Szczecin. 
  • En cuanto a la ayuda a Ucrania, Polonia ha desempeñado un papel clave desde el comienzo de la guerra, en los aspectos políticos, diplomáticos, humanitarios, sociales y militares. La ayuda militar asciende a más de 4.500 millones de euros, de los cuales más de 3.300 millones corresponden a donaciones de equipo militar. Además, ha llevado a cabo programas de entrenamiento a gran escala para soldados ucranianos en unidades militares polacas. 
  • El principal reto ahora para Polonia y su industria de defensa será garantizar la financiación a largo plazo de proyectos de modernización tan importantes. Por ahora, estas inversiones son el resultado de un consenso entre los distintos partidos.
  • Con casi toda seguridad, la adquisición de equipos militares, comprensible y necesaria en la actual situación geopolítica, no puede perjudicar a la industria de defensa polaca. La verdad es que la adquisición de equipos militares a menudo permite la transferencia de tecnologías modernas que deberían impulsar la industria de defensa nacional. Se han comprado sistemas de armas a Estados Unidos y Corea del Sur, pero algunos de estos sistemas de armas se coproducirán posteriormente en Polonia. 
  • También es muy importante sus esfuerzos para reconstruir su industria naval. Tanto Remontowa Shipbuilding como PGZ Stocznia Wojenna participan actualmente en la construcción de tres fragatas multipropósito de nueva generación de la serie Miecznik. Este proyecto aprovecha la tecnología extranjera adquirida a Babcock International Group (el diseño de la fragata Arrowhead 140) y Thales UK (el sistema de gestión de combate TACTICOS). Los buques se construirán en astilleros polacos con una importante participación de la industria de defensa polaca.

Polonia tendrá siempre una visión pragmática frente a la amenaza rusa. Fueron muy criticados por su acercamiento a EE. UU. y su compra de material norteamericano y de otros países, pero la industria de defensa europea no les daba lo que necesitaban en tiempo y forma. 

Tomó decisiones importantes, quizás incomprensibles para los defensores a ultranza de la industria de Defensa europea y «rellenó» sus arsenales con lo que había disponible en ese momento: los mejores sistemas de armas norteamericanos y surcoreanos. 

Indudablemente, Polonia puede servir de ejemplo para los países de la UE que aún dudan en aumentar su gasto militar. Lleva mucho tiempo defendiendo, que el refuerzo de la seguridad europea debe ser una prioridad máxima para los líderes de la UE. 

Polonia continúa enfrentándose a retos geopolíticos únicos y complicados, pero con seguridad serán una excelente oportunidad para su industria de defensa y, en consecuencia, también para sus Fuerzas Armadas. Estoy convencido de que Polonia aprovechará esta coyuntura, no solo mejorando sus capacidades de defensa, sino también enviando un mensaje claro, a quién lo quiera recibir en la OTAN, en la UE y fuera de ellas, sobre su intención de mantenerse fuerte y preparada para hacer frente a cualquier desafío a su soberanía y seguridad territorial.

Conociendo a las Fuerzas Armadas polacas, a sus militares y a sus ciudadanos, no tengo ninguna duda de su valía, su profesionalidad y capacidades, en caso de que algo se complique en el Este. Estarían defendiendo su soberanía y su territorio ante una agresión rusa. 

Y una reflexión final: por supuesto que Polonia puede y es un ejemplo para otros países de la OTAN. Y deberíamos tomar buena nota … todos. Nosotros, los militares, nos preparamos para la guerra y queremos ejercer una disuasión creíble para jamás tener que ir a ella. Y no nos gusta tener bajas en nuestras filas. Por ello, necesitamos los mejores sistemas de armas. Aquellos que nuestra Nación se pueda permitir, procedan de donde procedan, para poder defender la soberanía y libertad de España.

Carlos de Antonio Alcázar es analista del Centro de Seguridad Internacional de la Universidad Francisco de Vitoria.

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