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Cuadernos FAES

Groenlandia: por qué desea Trump este territorio

EEUU amenaza territorio danés, un hecho sin precedentes que ha tensionado las relaciones bilaterales

Groenlandia: por qué desea Trump este territorio

Banderas de Groenlandia y Dinamarca ordenado en un paisaje ártico.

Groenlandia es uno de los territorios más inhóspitos del planeta. Su inmensidad (2,1 millones de km2) y sus extremas condiciones climáticas hacen de esta isla polar uno de los territorios con menos presencia humana de la Tierra. En la actualidad, pertenece a Dinamarca, aunque goza de gran autonomía. Sin embargo, desde hace más de doscientos años, Groenlandia es un territorio deseado por los Estados Unidos, aunque desde los años cuarenta Washington intentaba comprar la isla. En los últimos años, con la llegada de Donald Trump al poder, el deseo de adquirirla se ha reactivado con diferentes ofertas en 2017 y en 2025. Este trabajo analiza la relación de Groenlandia con Dinamarca, el interés de los EEUU en incorporar la isla y los recursos que atesora en su interior.

Groenlandia y su relación con Dinamarca

Groenlandia es uno de los territorios más interesantes, al tiempo que desconocidos, del mundo. De hecho, no se supo de su existencia hasta que en el 982 Erik el Rojo1 descubriera este gran bloque de hielo que es también la isla más grande del mundo. Su nombre, Grønland, significa “Tierra Verde” en danés y la elección de tal denominación se debió a que la zona a la que llegó Erik el Rojo fue la sur, única parte de la isla que en verano tiene vegetación. A pesar de este descubrimiento, el territorio no estuvo bajo soberanía de ningún monarca hasta 1261, fecha en la que Groenlandia quedó bajo el dominio del rey de Noruega. Su vinculación con Dinamarca no llegó hasta 1814, cuando se disolvió el Reino de Dinamarca y Noruega. El Tratado de Kiel (1814) estableció que las colonias de este reino quedarían bajo soberanía danesa, aunque en 1931 Noruega trató de anexionárselo señalando no solo que Groenlandia era Terra Nullis, sino que el descubrimiento hecho por Erik el Rojo le otorgaba un derecho preferencial. La disputa se sometió al Tribunal Permanente de Justicia Internacional, quien sentenció que Groenlandia era territorio danés. 

La normalización de las relaciones con la metrópoli no llegó hasta 1953, fecha en la que Copenhague concedió a Groenlandia el estatus de condado (Amt). Esta consideración no fue suficiente para la pequeña población de la isla, unas 50.000 personas, que no dejaron de reclamar autonomía y en algunos casos independencia. Como consecuencia de estas demandas, Groenlandia obtuvo en 1979 un estatus autonómico que no tuvo capacidad efectiva hasta 2008, cuando Copenhague, tras la celebración de un referéndum, la dotó de una serie de competencias que marcan su estatus actual. La política exterior, la financiera y la de seguridad siguen en manos de Dinamarca, aunque en 2019 se hicieron algunas concesiones a Nuuk como la vigilancia de las costas de Groenlandia.

Parlamento de Groenlandia | Kenny McFly

Un elemento crucial en la relación entre Nuuk y Copenhague es la denominada Block-Grant. Se trata de una subvención que hace todos los años Dinamarca a Groenlandia para que sus habitantes puedan vivir a pesar de las adversas condiciones de la isla. El monto varía de año a año, pero permite que cada ciudadano de Groenlandia reciba una cantidad que está por encima de los 11.000 euros. De no hacerse esta transferencia, Groenlandia no podría sobrevivir, ya que su economía es muy débil y altamente dependiente de la pesca de gambas. Además, los groenlandeses tienen que acudir a Dinamarca para estudiar y para tratarse de aquellas enfermedades más graves, lo que a efectos prácticos convierte a Groenlandia en absolutamente dependiente del Estado danés. 

Políticamente, el jefe del Estado de Groenlandia es el Rey de Dinamarca, quien nombra a un gobernador que le representa a él y al gobierno danés.

Políticamente, el jefe del Estado de Groenlandia es el Rey de Dinamarca quien, a su vez, nombra a un gobernador (Rigsombudsmand) que representa al mismo rey y al gobierno danés. Groenlandia tiene un parlamento propio (Inatsisartut) con 31 diputados y cuenta además con dos representantes en el parlamento danés, Borgen. Aunque el movimiento independentista ha crecido en los últimos años y a pesar de que el primer ministro Eggede era partidario de la misma, las últimas elecciones celebradas en marzo pasado supusieron un freno de las opciones independentistas y un refuerzo de las autonómicas. El hecho que provocó este cambio fueron los deseos anexionistas de Donald Trump y la relación de Groenlandia con Estados Unidos.

Relación con los Estados Unidos

Uno de los aspectos más relevantes de la historia de Groenlandia es su complicada relación con los Estados Unidos. Su posición estratégica y sus recursos naturales han provocado que Washington considere que Groenlandia es un territorio atractivo. Por ello, en los últimos doscientos años, Estados Unidos ha tratado de hacerse con Groenlandia hasta en cinco ocasiones. La primera ocurrió en 1867. En aquel entonces, el secretario de Estado William Seward acababa de comprar Alaska a Rusia por 7,2 millones de dólares y pensó que podía hacer lo mismo con Groenlandia y Canadá, algo que parece ser Trump quiere repetir.

La isla de hielo es la ruta más corta entre Rusia y Estados Unidos.

La segunda ocasión ocurrió en 1910, cuando el embajador Egan planteó al gobierno danés un trueque: Groenlandia a cambio de Mindanao y Palawan, dos territorios que posteriormente Copenhague podría cambiar con Alemania por Schleswig. La tercera vez que Estados Unidos trató de hacerse con Groenlandia fue en 1946, tras la Segunda Guerra Mundial y en el contexto de la Guerra Fría. La isla de hielo es la ruta más corta entre Rusia y Estados Unidos y, junto con Islandia, Groenlandia era considerado como uno de los tres lugares óptimos para la instalación de bases militares para la disuasión. En palabras del senador Owen Brewster, Groenlandia era “completamente inútil para los daneses y una necesidad militar para los Estados Unidos”. Washington dio tres opciones a Dinamarca:

1. Mantener la situación de ocupación que se inició en 1941, es decir, una especie de protectorado.

2. Un contrato de arrendamiento por 99 años.

3. La adquisición por una cantidad que rondaría los 100 millones dólares. 

La cuarta y quinta ocasión en la que Estados Unidos ha mostrado interés por Groenlandia ha sido con el presidente Trump. La primera tuvo lugar entre 2017 y 2019 a propuesta de Ron Lauder2, un empresario cercano a Trump que sugirió la compra de Groenlandia nada más llegar a la Casa Blanca. Lejos de considerarla una idea excéntrica, el presidente Trump encargó a un grupo de asesores encabezados por Fiona Hill un informe sobre los pros y los contras de adquirir Groenlandia. En este documento se ensalzaron las virtudes geológicas y estratégicas de la isla, pero se obviaron otras como la existencia de un movimiento independentista o los problemas sociales de su población. La opción de anexión fue calificada por Donald Trump como una gran oportunidad inmobiliaria.

Pixabay.

A pesar de lo disparatado, la propuesta fue transmitida al embajador danés en Washington, Lars Gert Lose, quien a su vez la hizo llegar al gobierno de Copenhague, quien, evidentemente, la rechazó. La opción de compra llegó a ser planteada directamente a la primera ministra danesa, quien consideró la propuesta absurda ya que, según Kim Kielsen, Groenlandia no estaba en venta al no ser danesa, sino que era de los groenlandeses3

La última vez que Groenlandia ha sido objeto de un intento de adquisición por parte de los Estados Unidos ha sido este año. Concretamente en enero de 2025, cuando Trump anunció que subiría los aranceles a Dinamarca si se resistía a sus planes de anexión de Groenlandia, llegando incluso a plantear el uso de la fuerza si no se aceptaba su propuesta. Al mismo tiempo, su hijo, Donald Trump Jr., visitaba la isla para mostrar su apoyo a Jørgen Boassen, un groenlandés que lidera una coalición política cercana a Trump que busca la unión con Estados Unidos. Durante la visita de Trump Jr. se produjo una llamada telefónica pública al presidente americano, en la que Donald Trump prometía a los groenlandeses presentes en el acto que vivirían en mejores condiciones bajo soberanía americana de las que viven bajo soberanía danesa. 

Más allá de los excéntricos intentos de compra por parte de Estados Unidos, las relaciones entre Washington y Copenhague no solo han sido muy fluidas, sino que Groenlandia ha ocupado un lugar destacado en las mismas. En 1941, cuando Dinamarca cayó en manos de los nazis, Estados Unidos se ubicó en diferentes lugares de Groenlandia estableciendo algunas instalaciones militares que posteriormente, en 1951, fueron normalizadas cuando Washington y Copenhague firmaron el acuerdo bilateral que formalizó su relación. En ese acuerdo se estableció la base de Thule, actualmente Pituffik. Esta instalación forma parte de la Red de Sensores de Alerta Espacial de las Fuerzas Espaciales de los Estados Unidos y alberga al Mando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica. Desde esta instalación, se vigilan y rastrean los misiles balísticos intercontinentales que Rusia pudiera lanzar desde su territorio.

Sin embargo, a pesar del acuerdo de 1951 y de las excelentes relaciones entre Copenhague y Washington, los dos Estados han tenido momentos de crisis. En 1968 un B-52 que portaba cuatro bombas de hidrógeno se estrelló en la Bahía de Baffin contaminando las aguas de la zona. A pesar de que tanto el gobierno norteamericano como el danés lanzaron una operación de limpieza de las aguas, una de las cuatro bombas nunca fue recuperada, lo que hizo que el accidente fuera calificado como uno de los peores de la historia.

Igualmente, hay que destacar el proyecto ICEWORM, una red de túneles para ocultar bajo tierra misiles intercontinentales. El proyecto se desarrolló entre los años 1960 y 1967, aunque finalmente fue descartado. En todo caso, la gravedad del asunto no se deriva de la naturaleza del mismo, sino de que Dinamarca no tuviera conocimiento de ello hasta 1997. Por último, tenemos que destacar otra crisis que tuvo lugar también en 1997, cuando se hizo público que los Estados Unidos habían transportado y almacenado armas nucleares en sus instalaciones en Groenlandia sin el consentimiento de Dinamarca. 

La llegada de Trump ha supuesto una revolución en la relación entre Dinamarca y Estados Unidos.

La llegada de Trump ha supuesto una revolución en la relación entre Dinamarca y Estados Unidos, ya que el presidente ha expresado públicamente su deseo de anexionarse Groenlandia ya sea mediante la compra o mediante el uso de la fuerza. Las amenazas de Trump amenaza territorio danés, un hecho sin precedentes que tensiona relaciones bilaterales y debilita la OTAN
La pregunta es ¿por qué Estados Unidos ha llegado a ese nivel o qué es lo que tiene Groenlandia para que Washington haya dado este paso? 

¿Por qué es importante?

A pesar de la lejanía y del desconocimiento, Groenlandia es uno de los territorios más atractivos que hay. Ese atractivo se centra esencialmente en dos aspectos: el estratégico y los recursos que atesora. 

1. Estrategia

Desde un punto de vista estratégico, Groenlandia es una joya. En primer lugar, porque permite ejercer de parapeto frente a posibles agresiones que puedan llegar desde Rusia o de otros lugares. Groenlandia está en el Polo Norte en un cruce de caminos entre Europa, Asia y América. Aunque en los últimos siglos esta región ha permanecido helada, los efectos del cambio climático han abierto la lucha geopolítica por la región. No cabe duda de que en esta carrera geopolítica Estados Unidos lleva ventaja, pero tanto China como Rusia ya han expresado su deseo de incrementar su presencia en Groenlandia. En el caso de China, Beijing lanzó en 2018 su estrategia Polar Silk Route, que consistía en un acercamiento a la región del Ártico en general y a Groenlandia en particular, con el fin de abrir nuevas rutas comerciales y de explotar sus recursos.

La cuestión de las rutas comerciales es uno de los aspectos más interesantes de Groenlandia. El hecho de poder navegar las costas de Groenlandia no solo reduciría los tiempos y los costes de las navieras, sino que descongestionaría el paso del Canal de Panamá y de Suez al tiempo que evitaría peligrosos estrechos como el de Magallanes, Ormuz o Malaca. Valga un ejemplo para mostrar el valor de estas nuevas rutas. Un barco que zarpe desde Southampton (Reino Unido) a Yokohama (Japón) tendrá que emplear 31 días para recorrer los 20.000 km que separan las dos ciudades. Si por el contrario pudiera circunnavegar Groenlandia y atravesar el Ártico, la travesía se reduciría en 13 días, 12.000 km, 540 toneladas de combustible y en unos 300.000 dólares en costes.

Hay que destacar la importancia defensiva de Groenlandia, que es a la vez un gran submarino y un inmenso escudo antimisiles.

En segundo lugar, hay que destacar la importancia defensiva de Groenlandia, que es a la vez un gran submarino y un inmenso escudo antimisiles. En el tiempo de los drones y de los misiles hipersónicos, Groenlandia se antoja como la mejor defensa posible frente a este tipo de armas que ya están siendo decisivas en la Guerra de Ucrania. Ante un cada vez más probable conflicto con Moscú y, sobre todo, ante la posibilidad de recibir misiles hipersónicos procedentes de Rusia, la única opción de interceptación pasaría por una posición de detección e interceptación media, es decir, por una base de estas características en Groenlandia, de ahí el interés del presidente de los Estados Unidos en la isla. 

Mapa 1: Rutas alternativas por Groenlandia.

Groenlandia es un lugar privilegiado para que los aviones más avanzados de Estados Unidos, los F-22 y los F-35, puedan aterrizar. Por ello, Estados Unidos está construyendo una tercera pista de aterrizaje en Aasiaat, que se uniría a las que ya tiene en Pituffik y Kangerlussuaq4. Por otro lado, Estados Unidos desea construir una base en la costa oriental de Groenlandia con el fin de albergar de forma permanente a buques de clase fragata y a aviones C-130. Una opción sería la modernización de la base de Mestervig5, aunque esto implicaría un acuerdo de cooperación con Dinamarca más ambicioso.

2. Recursos

Además del interés estratégico que atesora Groenlandia, no podemos obviar los recursos minerales que guarda en su subsuelo. Son conocidas por todos las reservas de minerales tradicionales como el oro de Narortelik, los diamantes en Maniitsaq o el hierro de Isukasia, pero lo que verdaderamente ha reavivado el interés por Groenlandia son recursos como el grafito o el níquel, dos materiales que convierten a este territorio en un paraíso para las empresas tecnológicas.

Mapa 2: Minerales en Groenlandia

En esta misma línea tenemos que destacar las denominadas Tierras Raras, un conjunto de minerales altamente atractivos para la industria tecnológica, de las que un 25% de las reservas mundial estaría en Groenlandia. China es un especialista en la explotación de estas tierras, muy por delante de Estados Unidos. De hecho, China ya trató de firmar acuerdos con el gobierno de Groenlandia para explotar estas tierras, acuerdos que implicaban incluso la construcción de dos aeropuertos. Finalmente, fue el gobierno danés quien logró que empresas norteamericanas obtuvieran la explotación de estas tierras, pero Estados Unidos se dio cuenta de que China le llevaba ventaja en Groenlandia. Por ello, Trump en su primera Administración estableció estos materiales como un elemento de seguridad nacional.

Además de los minerales tradicionales, Groenlandia es profundamente atractiva por ser la principal reserva de agua dulce del mundo.

Además de los minerales tradicionales, Groenlandia es profundamente atractiva por ser la principal reserva de agua dulce del mundo. Se calcula que un 20% de la reserva de agua dulce del planeta está depositada en los hielos de Groenlandia, un elemento que puede hacer de la isla una enorme presa donde obtener este bien de primera necesidad6

¿Qué puede pasar con Groenlandia en el futuro?

De cara al futuro, resulta complicado saber qué es lo que puede ocurrir, ya que si bien es cierto que los habitantes de Groenlandia han flirteado con Estados Unidos, las formas del presidente Trump parecen haberles alejado de un futuro vinculado a Washington. En las últimas elecciones celebradas en marzo, tanto las posiciones de los políticos groenlandeses como las preferencias de los votantes han convergido en un futuro vinculado a Dinamarca. De hecho, más allá del temor que puede suscitar a los habitantes de Groenlandia un futuro ligado a Estados Unidos, lo que parece definitivo en sus opciones electorales es esa visión ecologista que a día de hoy ciertamente solo garantiza Copenhague. 

En lo que a la opción independentista se refiere, en Groenlandia sigue pesando mucho la experiencia de Islandia, un país desvinculado de Dinamarca desde la década de los cuarenta y que en términos educativos y sanitarios sigue siendo dependiente de Copenhague. Además, económicamente, una Groenlandia independiente sigue siendo inviable, salvo que se adentre en una espiral extractiva, contaminante y neocolonialista que eliminara la esencia de lo que ha sido y es Groenlandia. 

Queda por ver qué pasos dará Trump en los próximos años, sobre todo una vez que Musk ha salido del gobierno, ya que el magnate sudafricano era uno de los más interesados en los materiales que esconde Groenlandia en su subsuelo. 

Hay un proverbio inuit que dice que «los regalos hacen esclavos como los látigos hacen perros». Siguiendo está lógica, quizás los habitantes de Groenlandia no piquen el anzuelo de las promesas que trajeron Trump Jr. y J.D. Vance en sus visitas a Groenlandia. Puede que les prometieran un futuro idílico para Groenlandia, pero como dicen los inuit, solo necesitamos calor en el iglú, aceite en la lámpara y paz en nuestro corazón.  

Este artículo ha sido publicado originalmente en la revista Cuadernos FAES de pensamiento político. Si quiere leer otros textos parecidos o saber más sobre esa publicación, puede visitar su página web.

Erik el Rojo llegó a Groenlandia desde Islandia huyendo de una persecución por haber cometido un
asesinato.
2 Hart, Benjamin (2019). “Trump, Who Is the President, Wants to Buy Greenland”. New York, August.
Accesiblen en: https://nymag.com/intelligencer/2019/08/president-trump-wants-to-buy-greenland-
report.html
3 Breum, Martin (2019). “Why President Trump’s idea to buy Greenland is not a joke in Denmark and
Greenland”. Artic Today, August 23. Accesible en: https://www.arctictoday.com/why-president-trumps-
idea-to-buy-greenland-is-not-a-joke-in-denmark-and-greenland/
4 Estos aeropuertos poseen pistas de aterrizaje de 2800 m.
5 En esta base hay una pista de aterrizaje de 1800 m. Los C-130 pueden aterrizar en pistas cortas y en
condiciones extremas.
6 Derouin, Sarah (2025). “Greenland is getting a lot of international attention for its mineral resources –
but what is hiding under the ice?”. BBC, January 22. Accesible en:
https://www.bbc.com/future/article/20250121-the-enormous-challenge-of-mining-greenland

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