El rey emérito Juan Carlos I ha realizado una segunda regularización fiscal por la que ha abonado más de cuatro millones de euros a la Agencia Tributaria, según ha adelantado el diario El País y ha confirmado después el abogado del rey emérito, Javier Sánchez-Junco. La cantidad abonada se debe a unos vuelos privados que pagó su primo Álvaro de Orleans durante los últimos años.
En contexto: esta es la segunda declaración voluntaria presentada por la defensa de Juan Carlos I después de la cumplimentada el pasado diciembre para saldar una deuda con Hacienda por un importe de 678.393 euros, que incluía intereses y recargos, pero sobre la que no se precisaron los ejercicios correspondientes ni el tipo de impuesto.
Las rentas regularizadas ascenderían a más de ocho millones de euros de pagos en especie, regalos de viajes en jets en concreto, que están sujetos a tributación. Estas operaciones fueron pagadas hasta el año 2018 por la Fundación Zagatka, constituida en Liechtenstein.
La regularización efectuada ante «las autoridades tributarias competentes» ya ha sido satisfecha e incluye intereses de demora y recargos, informa el comunicado del abogado. «La presentación de las autoliquidaciones complementarias se corresponde con las rentas derivadas de la asunción, por la fundación Zagatka, de determinados gastos por viajes y servicios realizados por Su Majestad. de lo que podrían derivar determinadas obligaciones tributarias que han quedado regularizadas», especifica.
Para pagar esta cantidad de dinero, Juan Carlos I ha tenido que recurrir a préstamos que le han hecho amigos de confianza, según informa El Mundo, que cita a fuentes cercanas al rey emérito.
La Fiscalía se encuentra a la espera de que la Unidad de Apoyo a la Fiscalía de la Agencia Tributaria revise las regularizaciones presentadas por el rey emérito para ver si son completas y veraces y comprobar si se evita la comisión de un delito fiscal, según informa el diario El Mundo, que señala que el Ministerio Público tiene dudas de que la regularización refleje la totalidad de las operaciones y tomará una decisión cuando reciba el dictamen definitivo de la Agencia Tributaria. Entre las opciones, no se descarta el ofrecimiento a Juan Carlos I para que preste declaración voluntaria en España en calidad de investigado.
El rey emérito se encuentra desde el pasado mes de agosto en Abu Dabi, adonde viajó ante la repercusión pública de «ciertos acontecimientos pasados»»de su vida privada y para facilitar a su hijo, Felipe VI, la tranquilidad y el sosiego que requiere el ejercicio de sus funciones.