Visto para sentencia el juicio del procés en el que los acusados piden "devolver" la causa independentista a la política
Tras cuatro meses de declaraciones, testigos, peritos y pruebas documentales, el juicio del procés llega hoy a su final y quedará visto para sentencia
Tras cuatro meses de declaraciones, testigos, peritos y pruebas documentales, el juicio del procés llega hoy a su final y quedará visto para sentencia. Será el turno de la última palabra de los doce líderes independentistas en el banquillo de los acusados.
El exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras ha sido el primero en arrancar que ha pedido en su última intervención «devolver la cuestión al terreno de la política», del «diálogo, la negociación y el acuerdo», de donde, según ha dicho, «no debería haber salido».
Junqueras, que se enfrenta a 25 años por rebelión agravada con malversación en el Tribunal Supremo, ha utilizado su turno para lanzar un alegato político en favor del «diálogo» y ha lamentado que se haya traspasado a la Justicia «la responsabilidad de dictar sentencia».
«Creo que lo mejor para todos sería devolver la cuestión al terreno de la política, de la buena política, de donde nunca debería haber salido, al terreno del diálogo, la negociación y el acuerdo», ha dicho el líder de ERC, que se encuentra en prisión provisional desde el 2 de noviembre de 2017.
Romeva pide valentía al Supremo
El exconseller de Exteriores Raül Romeva ha seguido la línea de Oriol Junqueras ante el Tribunal Supremo y ha apostado por la política, convencido de que si los jueces son valientes puede abrirse una «oportunidad» para avanzar «desde la confianza, el respeto y el reconocimiento» a las opiniones del otro.
Por su parte, el exconseller de Interior Joaquim Forn ha reivindicado el carácter «pacífico» del «procés», con el que el Govern buscaba llegar a una «salida pactada», y ha criticado que el juicio del Tribunal Supremo supone un «castigo al desafío político» del referéndum del 1-O.
Sànchez a jueces:»Tienen la responsabilidad de no agravar la crisis política»
«El poder judicial no puede resolver un problema político, pero ustedes tienen una responsabilidad, que es no agravar la crisis política», ha dicho el exlíder de la ANC Jordi Sànchez dirigiéndose a los magistrados que le juzgan en el Supremo en su turno de última palabra.
En su intervención, Sànchez ha afirmado que se considera «víctima de una injusticia, de un dolor causado por el Estado» y ha mostrado su convencimiento de que «no hay ideas ni principios que deban ser silenciados por miedo a un poder que amenaza los derechos y libertades».
Por otro lado, presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha dicho que no tiene «ningún tipo de arrepentimiento» y que está convencido de que todo lo que hizo lo volvería a hacer, por lo que acepta todos los actos y consecuencias que se deriven de su participación en lo ocurrido en otoño de 2017.
Turull: «Soy independentista y no lo voy a esconder»
El exconseller de Presidencia Jordi Turull, para quien la Fiscalía solicita 16 años de prisión por delitos de rebelión y malversación, ha criticado a las acusaciones «por tratar de escarmentar» y «descabezar el independentismo» desde «una absoluta falta de rigor» para solucionar lo que considera un «asunto político con soluciones penales». «Soy independentista, lo soy y lo seré, no lo voy a esconder».
El exconseller Josep Rull ha advertido al tribunal del «procés» que tiene en sus manos marcar los límites de derechos y libertades, con los ojos de Europa puestos en él, y le ha garantizado que tras ellos «siempre vendrán más»: «No existen suficientes cárceles para encerrar el anhelo de libertad de un pueblo».
Por su parte, el exconseller de Empresa Santi Vila ha asegurado que siempre procuró «ser fiel al espíritu y la letra» de la Constitución de 1978, «tanto en privado como en público», y ha expresado su «plena confianza» en el Tribunal Supremo, tras rechazar la «leyenda negra» de que España no es una democracia plena.