Seis de los presos del procés –Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Joaquim Forn, Raül Romeva y Jordi Cuixart, pero no Josep Rull, hospitalizado– han vuelto este martes por la noche a la cárcel de Lledoners tras la revocación del tercer grado, entre apelaciones a la «unidad» y a «no rendirse».
Lo más importante: todos ellos han reingresado sobre las 21:00 horas de este martes, salvo Josep Rull, que tenía una «operación programada» y que, según fuentes de JxCat, debe permanecer hospitalizado unos días.
Decenas de personas se han concentrado a las puertas de la cárcel para protestar por la decisión del juzgado de vigilancia penitenciaria de revocar el tercer grado que la Generalitat concedió en enero al exvicepresidente del Govern Oriol Junqueras, los exconsellers Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva y Joaquim Forn y ‘los Jordis’, tal y como solicitaba la Fiscalía en su recurso.
El acto junto a la cárcel de Lledoners ha sido organizado por Òmnium Cultural, que ha instalado un escenario con una lona en la que se leía «Amnistía. Hagámonos libres», entre gritos de «unidad», «independencia» y «no estáis solos» por parte de los concentrados. En su breve intervención, Junqueras ha denunciado la actitud del Estado: «Si nos encierran es porque no nos pueden ganar en las urnas, nos tienen miedo porque cada día somos más fuertes». «No nos rendiremos, no nos cansaremos, no abandonaremos nunca», ha proclamado Junqueras, que ha llamado a «hacer realidad una Cataluña independiente[contexto id=»381726″]«.
Por su parte, Jordi Sànchez ha reivindicado la «unidad» independentista frente al Estado español, un llamamiento que ha compartido el exconseller Jordi Turull: «Ya basta de tanta persecución, de tanta represión. No aflojéis, vayamos a la una para ganar la libertad y la independencia de Cataluña». Tras unas palabras de recuerdo para los «compañeros del exilio», Carles Puigdemont, Antoni Comín y Clara Ponsatí, a quienes el Parlamento Europeo ha levantado la inmunidad, Jordi Cuixart ha advertido a los tribunales que no piensa renunciar ni a sus ideas ni a su cargo: «Entré en la cárcel como presidente de Òmnium Cultural y saldré de la cárcel como presidente de Òmnium Cultural». Cuixart ha dicho que no acepta «lecciones de democracia» de quienes «encubren la corrupción borbónica» y lanzan «cantos de sirenas de indultos» y ha prometido seguir defendiendo el derecho a la autodeterminación y «buscando la justicia en Europa».
«Nos mantendremos fieles a nuestros ideales, no renunciaremos a nuestros ideales», ha afirmado el exconseller Joaquim Forn, que ha arremetido contra quienes «juegan» con las «esperanzas» de la gente hablando de indultos, cuando «es absolutamente falso». Romeva, por su parte, ha denunciado que este «Estado anacrónico, fallido y frágil» sigue «persistiendo en el error», pero los presos persisten «en la determinación»: «Todo esto valdrá la pena por la república, por la libertad», ha sentenciado. Antes de la intervención de los presos se ha leído un manifiesto en el que se apela a «seguir luchando por los derechos fundamentales sin arrepentimientos, ni perdón, ni renuncias» y se reivindica el derecho a la autodeterminación y la amnistía frente a la «represión» del Estado.
Más allá de la movilización convocada por Òmnium a las puertas de la cárcel de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), la ANC ha impulsado movilizaciones en diferentes puntos de Cataluña, entre ellos la avenida Meridiana de Barcelona, donde se han concentrado decenas de personas. En la Meridiana, los concentrados han desplegado una bandera ‘estelada’ gigante, entre gritos de «libertad» para los presos, una movilización a la que la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, no ha acudido porque se encontraba en el acto de Lledoners.