El juez archiva la pieza del caso Villarejo sobre Juan Carlos I y Corinna
La Fiscalía no ve delito en los hechos revelados por la amiga de Juan Carlos I Corinna zu Sayn-Wittgenstein en una conversación con el excomisario José Villarejo, salvo un posible delito de corrupción en la contratación del AVE a La Meca, aunque incluso en este caso destaca que el rey emérito era entonces inviolable.
El juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea ha acordado el sobreseimiento provisional de la pieza Carol de la llamada Operación Tándem, que incluye las conversaciones de Corinna Zu Sayn-Wittegenstein y el comisario jubilado José Manuel Villarejo sobre «unos actos que supuestamente había realizado Juan Carlos I siendo rey de España».
En la conversación, Corinna habla de un terreno en Marruecos a su nombre que la mujer atribuye al rey, de cuentas en Suiza que habría tenido el monarca y del contrato del AVE en Arabia Saudí, que fue adjudicado en octubre de 2011.
El juez ha archivado la pieza por considerar que no hay indicios racionales de la comisión de los delitos de encubrimiento y revelación de secretos y cohecho por parte de Villarejo. En cuanto a Juan Carlos I, argumenta que «la única base de los hechos que se imputan a Don Juan Carlos es el relato que hace Corinna, naturalmente deducidos del desarrollo de la relación de amistad entre ambos”.
El magistrado recuerda que, para poder utilizar como prueba la declaración de un testigo, es necesaria «la ausencia de incredibilidad subjetiva derivada de las previas relaciones entre un denunciado y víctima que pongan de relieve un posible móvil espurio». Además, estima que la ruptura de la relación de amistad en 2009, de acuerdo con las manifestaciones de Corinna, «pudo haber motivado el relato de hechos que realizó contra Don Juan Carlos ante el investigado Villarejo».
En cuanto a la verosimilitud del testimonio, recuerda que no hay datos en los documentos que justifiquen sus declaraciones, ni tampoco documentaciones aportadas por Corinna que aporten fundamentos a las afirmaciones hechas en su conversación.
Además, el auto explica que Corinna tampoco aporta «ninguna prueba que ampare su afirmación de haber sido utilizada por Don Juan Carlos como testaferro», y recuerda que «Don Juan Carlos fue Rey de España hasta el 19 de junio de 2014 y, por tanto, en todos sus actos y acciones hasta aquella fecha, en virtud del artículo 56.3 de la Constitución, la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad».
La petición de la Fiscalía
La Fiscalía había dicho pocas horas antes que no ve delito en los hechos revelados por la amiga del rey Juan Carlos I Corinna zu Sayn-Wittgenstein en la conversación con el excomisario José Villarejo, salvo un posible delito de corrupción en la contratación del AVE a La Meca, aunque incluso en este caso destaca que el rey emérito era entonces inviolable.
En una nota, la Fiscalía ha informado de que ha pedido al juez del caso Tándem el archivo de la pieza llamada Carol sobre esa conversación, aunque sí ve indicios de delito en las posibles comisiones pagadas en la contratación de esa obra, si bien cree que estos hechos se deben investigar en una causa aparte, al no guardar relación con la investigación a Villarejo.
Sobre el terreno en Marruecos y las cuentas en Suiza, la Fiscalía cree que no hay suficientes indicios para abrir una investigación penal y que en todo caso lo podría investigar la Agencia Tributaria, pero ve «más concretas» las referencias de Corinna a comisiones ilegales que se pudieron pagar en la obra ferroviaria.
Sin embargo, cree que los indicios de la «eventual intervención» del rey emérito en estos hechos posiblemente delictivos son «extraordinariamente débiles, pues consisten en la mera referencia que hace Corinna, que no aparece directa ni indirectamente implicada en los pagos, y que tampoco manifiesta la razón de su conocimiento».
No obstante, para la Fiscalía, «sí parece procedente iniciar una investigación» sobre estos hechos pero al margen del caso Tándem, ya que «no tienen ninguna conexión con el mismo». El organismo señala que para abrir una eventual investigación haría falta una querella de la propia Fiscalía en la que se fundamentasen los «indicios de criminalidad» y se valorase la competencia española para juzgar unos hechos cometidos fuera del país, que se encuadraría en el ámbito de la justicia universal.
Por ello, ha pedido al juez de la Audiencia Nacional que remita a Anticorrupción toda la documentación relativa a esta pieza, con el objeto de valorar si procede presentar una querella por delitos de corrupción en las transacciones internacionales y cohecho.
Sobre el terreno en Marrakech, Corinna dice en la conversación que se puso a su nombre y le pidieron transmitirlo a un familiar del rey emérito, lo cual, a juicio de la mujer, era «blanqueo», pero para los fiscales «no existe ningún elemento que permita colegir que tal terreno proceda de una actividad ilícita». La Fiscalía cree que esta cuestión «no resulta susceptible de investigación en sede penal», aunque admite que los hechos podrían ser constitutivos de infracción fiscal.
Argumenta para ello las propias palabras de Corinna en la conversación, cuando dice: «Me las han puesto (…) no porque me quiere mucho. Es porque soy residente en Mónaco, entonces no tengo el problema de declarar».
En cuanto a las cuentas, Corinna relata a Villarejo que un pariente del rey emérito que residía en Mónaco figuraba como titular de algunas cuentas en Suiza de Juan Carlos I y que además le pagaba determinados gastos.
Según la Fiscalía, en la conversación Villarejo añade que «algunas de las cuentas que tiene el Rey (emérito) es con nombre falso, que le habría proporcionado el director del CNI». Estos datos, dicen los fiscales, aluden «a una posible cuestión fiscal que no es susceptible de mayores indagaciones», y además no se aportan datos específicos de las cuentas para poder dirigirse a las autoridades suizas y pedirles información. Ello sin perjuicio, dicen, «de las actuaciones que pueda llevar a cabo en sede administrativa la Agencia Tributaria».
La Fiscalía destaca que dentro de la grabación se habla de otro asunto que no atañe a don Juan Carlos pero que también se podría investigar por cohecho en causa aparte, al haberse cometido fuera de España. Se trata de un posible encargo que le habría hecho Corinna a Villarejo sobre un ciudadano británico, relacionado con un terreno en España que tendría problemas con Hacienda, aunque se desconoce si Villarejo o su socio lo llevaron a cabo.