La ONU denuncia que los policías birmanos violan a mujeres rohingyas
Al menos 25 mujeres han denunciado y probado ante médicos de las Naciones Unidas que han sufrido distintas formas de violencia sexual a manos de las autoridades birmanas desde agosto, de acuerdo con los propios sanitarios trasladados a Bangladés. Los médicos ya asistieron a centenares de mujeres con las mismas evidencias de haber sufrido violencia sexual en los pasados meses de octubre y noviembre.
Al menos 25 mujeres han denunciado y probado ante médicos de las Naciones Unidas que han sufrido distintas formas de violencia sexual a manos de las autoridades birmanas desde agosto, de acuerdo con los propios sanitarios trasladados a Bangladés. Los médicos ya asistieron a centenares de mujeres con las mismas evidencias de haber sufrido violencia sexual en los pasados meses de octubre y noviembre.
Nirante Kumar, directora de una clínica administrada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dependiente de la ONU, ha asegurado que, aunque han sido menos las violaciones, los ataques han sido más agresivos, tanto por penetraciones violentas como por laceraciones de vagina. Estas denuncias públicas tan contundentes no son habituales entre miembros de la ONU, de acuerdo con el diario The Independent, menos si cabe ante la tensa situación diplomática.
Por su parte, el Gobierno birmano, acusado por las Naciones Unidas de estar realizando una limpieza étnica, ha negado las acusaciones y ha defendido que los ataques han sido perpetrados por terroristas. En cualquier caso, Zaw Htay, portavoz de la presidenta birmana, la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, ha prometido que investigará las denuncias.
«Las víctimas de violaciones deberían acudir a nosotros para denunciar», ha declarado Htay. «Les daremos plena seguridad. Vamos a investigar y vamos a tomar medidas». Con todo, la coordinadores de medicina de emergencia de Médicos Sin Fronteras en Cox’s Bazar (Bangladés) ha asegurado que las violaciones registradas en los campos de refugiados tan solo suponen «una fracción de los casos» que se han producido.
Esta situación se produce en un contexto en el que casi medio millón de rohingyas han tenido que salir de Birmania por la represión de las fuerzas gubernamentales. La mayoría de los desplazados están habitando campos de refugiados superpoblados en Bangladés, y sobreviven en circunstancias verdaderamente lamentables con la ayuda de organizaciones y ciudadanos locales.