Un posible plan de extremistas podría volar la sede del Congreso estadounidense cuando el presidente, Joe Biden, pronuncie su primer discurso ante las dos cámaras legislativas, según ha alertado este jueves la jefa en funciones de la Policía del Capitolio de Estados Unidos, Yogananda Pittman. Respecto a la información de la que disponen, la portavoz ha considerado «prudente» mantener las medidas de seguridad.
Los detalles: «Sabemos que miembros de milicias que estuvieron presentes el 6 de enero han manifestado sus deseos de que quieren volar el Capitolio y matar al máximo de miembros (del Congreso) que sea posible, con un nexo con el Estado de la Unión, sobre el que sabemos que aún no se ha fijado una fecha», ha dicho Pittman en una comparecencia ante un subcomité de la Cámara Baja para hablar del asalto a la sede del Congreso.
Según medios de comunicación estadounidenses, se espera que Biden pronuncie su discurso, similar al del Estado de la Unión (como todavía no ha cumplido un año en el poder será más para explicar sus planes de gobierno y sus logros de sus primeras semanas), en una sesión conjunta del Congreso, después de que el Legislativo apruebe un tercer rescate económico por la pandemia.
El pasado 6 de enero centenares de seguidores del expresidente Donald Trump irrumpieron en la sede del Legislativo estadounidense mientras celebraba una sesión conjunta de las dos cámaras para confirmar la victoria de Biden en las elecciones, que hasta ese momento no había sido reconocida por el exmandatario. En el suceso murieron cinco personas, una de ellas un agente policial. Bajo este contexto, la jefa en funciones ha hecho hincapié en que los extremistas que irrumpieron en el Capitolio no solo estaban interesados en atacar a los legisladores y a los agentes que velaban por la seguridad: «Querían mandar un mensaje simbólico a la nación sobre quién estaba a cargo del proceso legislativo», ha advertido.
En este sentido, Pittman, quien reemplazó al exjefe de la Policía del Capitolio, Steven Sund, tras su dimisión después del asalto, había asegurado que la información de inteligencia recabada antes del famoso ataque no mostró que existiera «ninguna amenaza creíble».
«Se ha insinuado que el departamento (que dirige) no sabía o ignoró inteligencia crucial que indicaba que un ataque de la magnitud que experimentamos el 6 de enero iba a ocurrir», dijo la responsable, quien ha agregado que ese tipo de información nunca existió. Asimismo, asegura que «aunque sabíamos de la probabilidad de violencia por parte de extremistas, ninguna amenaza creíble indicaba que decenas de miles fueran a atacar el Capitolio de Estados Unidos, ni la Inteligencia recibida por el FBI, ni por ningún otro socio de seguridad indicaba tal amenaza».