Leer alarga la vida, un hecho demostrado científicamente
El informe publicado en Science Direct bajo el título A chapter a day: Association of book reading with longevity (en español, Un capítulo al día: La asociación entre la lectura de libros con la longevidad), recoge los datos de un extenso estudio que combina baremos extraídos de las ciencias sociales y la medicina. Los investigadores utilizaron datos de 3.635 personas y dividieron la muestra en tres grupos: aquellos que no leen en absoluto, los que leen libros durante como máximo tres horas y media a la semana, y los que leen libros durante más de esas tres horas y media. En el estudio se empezó por dilucidar que las mujeres suelen leer más que los hombres, que la educación universitaria influye en los hábitos de lectura y que las personas con ingresos más altos suelen dedicarle más tiempo a los libros. Además, se tuvieron en cuenta factores como la edad, la raza, la percepción subjetiva de su propia salud, el empleo y el estado civil de las personas participantes. Como resultado, el estudio apunta que las personas que no leen mueren antes, aquellas personas que leen durante un máximo de tres horas y media a la semana mostraron un 17% menos de probabilidades de morir en los 12 años siguientes al estudio, y los que más leen un 23% menos. Los lectores del libros vivieron un promedio de casi dos años más que aquellos que no leyeron en absoluto.
Un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Yale aporta evidencias sobre la relación entre los hábitos de lectura de cada individuo y su longevidad. La conclusión demuestra que leer alarga la vida, y no sólo de forma figurada gracias a las historias vividas a través de la literatura, sino en años contantes y sonantes.
El informe publicado en Science Direct bajo el título A chapter a day: Association of book reading with longevity (en español, Un capítulo al día: La asociación entre la lectura de libros con la longevidad), recoge los datos de un extenso estudio que combina baremos extraídos de las ciencias sociales y la medicina. Los investigadores utilizaron datos de 3.635 personas y dividieron la muestra en tres grupos: aquellos que no leen en absoluto, los que leen libros durante como máximo tres horas y media a la semana, y los que leen libros durante más de esas tres horas y media. En el estudio se empezó por dilucidar que las mujeres suelen leer más que los hombres, que la educación universitaria influye en los hábitos de lectura y que las personas con ingresos más altos suelen dedicarle más tiempo a los libros. Además, se tuvieron en cuenta factores como la edad, la raza, la percepción subjetiva de su propia salud, el empleo y el estado civil de las personas participantes. Como resultado, el estudio apunta que las personas que no leen mueren antes, aquellas personas que leen durante un máximo de tres horas y media a la semana mostraron un 17% menos de probabilidades de morir en los 12 años siguientes al estudio, y los que más leen un 23% menos. Los lectores del libros vivieron un promedio de casi dos años más que aquellos que no leyeron en absoluto.