Uno puede pensar que actualmente está teniendo el mejor sexo de su vida, o que esa época ya pasó. Y es posible que se equivoque, ya que una macroencuesta realizada por Match entre 5.000 solteros (mujeres y hombres) de todas las edades, etnias y nivel de ingresos de Estados Unidos ha determinado que ellas tienen sus mejores relaciones sexuales a los 66 años, y ellos a los 64.
Es decir, que hay que pasar los 60 para alcanzar esa nueva fase de placer sexual. ¿Por qué sucede esto? ¿Qué cambia con los años que nos lleva a disfrutar más de nuestros encuentros íntimos? ¿La experiencia? ¿La llegada del principio del fin? Lo vemos.
El mejor sexo llega a los 64 años de edad, ¿por qué?
El sexo, como el vino, mejora con los años. Y la razón es clara: una vez que hemos aprendido que el atractivo sexual no se basa completamente en nuestra apariencia física, nos desinhibimos y damos rienda suelta a todos nuestros deseos.
La terapueta sexual Vanessa Marin asegura que, lamentablemente, la lección la aprendemos muy tarde. «Con mis clientes de entre 20 y 30 años, no pueden disfrutar del sexo al completo por su timidez y las inseguridades que sienten respecto a sus cuerpos y a cómo es su desempeño sexual. Con el tiempo, todo eso desaparece», afirma la experta al HuffPost.
Además de la aceptación del propio cuerpo, también vamos ganando experiencia y conociéndonos más. Aprendemos que la penetración no lo es todo y sabemos perfectamente cómo podemos llegar al orgasmo.
Cuando uno está empezando en temas horizontales, sobre todo ellas, no consigue alcanzar el clímax porque, sencillamente, no conoce su cuerpo. No sabe si es clitoriana, si es vaginal, si necesita más preliminares o menos… y le da vergüenza comunicarle todo esto a su pareja. Ellos, al comienzo de sus relaciones, suelen aguantar poco en la cama y tienden a ser muy torpes en el sexo oral. Además, basan sus encuentros en la penetración.
Con el paso de los años, ambos aprenden qué es lo que más les gusta y, lo que es mejor, comienzan a expresarlo abiertamente y con naturalidad. El sexo deja de ser algo tabú y empieza a ser una actividad más de la vida, que la mejora y la hace más interesante. Una lección que, según la encuesta, aprendemos pasados los 60 años.
También nos preocupamos menos por cumplir
Además de lo mencionado, con los años perdemos esa necesidad de estar cumpliendo todo el tiempo, ese deseo de dar la talla, de quedar bien con nuestro compañero sexual.
Esto le ocurre, sobre todo, a las mujeres que pasaron sus 20 y 30 años buscando una pareja con la que formar una familia. «Esa búsqueda a menudo determina lo que las mujeres de estas edades están dispuestas a hacer y tolerar con sus parejas», asegura Kimberly Resnick Anderson, terapeuta sexual, al citado medio inglés. «A medida que las mujeres envejecen, se vuelven más egoístas, en el buen sentido: ya no hay preocupaciones por quedarse embarazadas, ni sobre sus hijos, ni nada del estilo. Además, muchas se sienten mejor en su propio cuerpo y comienzan a darle prioridad a su propia satisfacción sexual», añade.
Sin duda, unos hallazgos curiosos y que nos dan una lección valiosa, sea cual sea nuestra edad: hay que dejarse llevar y disfrutar sin importar lo que otros piensen de nosotros.
