Testosterona: qué relación tiene con el deseo sexual (y cómo hacer que aumente)

Desde la antigüedad, la testosterona ha estado asociada a la fuerza, al deseo sexual, a la masculinidad y al vigor, pero más allá de mitos y leyendas, la ciencia ha demostrado que unas concentraciones adecuadas de esta hormona pueden proporcionarte la base para mejorar tu metabolismo, fortalecer tu sistema inmune y prevenir patologías asociadas al envejecimiento. Hoy nos vamos a centrar en cómo afecta esta hormona a la sexualidad masculina.

En Testosterona, hormona de la vida (Alienta), el doctor Antonio Hernández Armenteros explica que la testosterona no es el único combustible que necesita el hombre para tener relaciones sexuales satisfactorias, aunque sí que es cierto que diferentes estudios han comprobado que tener un nivel bajo de esta hormona puede bajar el deseo sexual y causar disfunción eréctil.

¿Cómo actúa la testosterona sobre el deseo sexual?

El doctor Hernández asegura que la testosterona «impacta en el núcleo medio preóptico (MOPA), una zona neuronal cerebral repleta de receptores androgénicos. Allí actúa sobre el sistema nervioso, facilitando la actividad de las rutas neuronales dopaminérgicas e inhibiendo parcialmente la serotonina y la prolactina».

La testosterona, según el experto, sí que incide en el deseo sexual y la libido, pero no lo es todo ni mucho menos, ya que «la sexualidad es un conjunto variado de aspectos que deben armonizarse entre sí. Ten en cuenta que el deseo sexual es la expresión fisiológica de que tu sistema nervioso, hipotálamo y organismo en general sienten un entorno favorable para la búsqueda de la intimidad y la procreación en pro del nacimiento de una nueva vida».

«La libido, la orientación sexual, el erotismo, los pensamientos, la funcionalidad de los órganos genitales, la intensidad de los orgasmos… son la suma de miles de condicionantes hormonales, pero también inmunes, neuronales, bioquímicos, así como la influencia de paradigmas psicoafectivos que giran en torno a la sexualidad de cada ser humano», añade.

«La libido sería la expresión energética y emocional que unas veces se exterioriza a través del deseo sexual, pero muchas veces lo hace a través del baile, del arte, del deporte o del trabajo y cuidado de tu familia, etc. El deseo sexual tan sólo es una de las formas de expresión de tu libido, de tu creatividad interna como ser humano en constante cambio. Es por ello que si existe un equilibrio coherente de la energía en tu vida, puede que durante una época conozcas a una nueva pareja y tu creatividad y energía se exprese a través del contacto sexual apasionado con la nueva persona que ha entrado en tu vida. Y puede que, con el paso de los meses, no tengas ningún problema en aceptar que ahora tu vida pide redirigir tu energía hacia un nuevo proyecto laboral, artístico, emocional que ha entrado en tu vida, y que no busques como antes el contacto sexual», apunta.

Como vemos, la testosterona tiene un papel en el deseo sexual pero no es clave, ya que esta hormona «es sólo un favorecedor. Sin una nutrición adecuada, o sin una realización de ejercicio dirigido al aumento de la fuerza, la testosterona no otorgará el aumento de la masa muscular ni de la fuerza del organismo. Por tanto, el desarrollo de todas las características y comportamientos asumidos como inherentes al hombre, aunque requieren de testosterona, igualmente deben ser favorecidos por un contexto nutricional, social y ambiental determinado».

Los síntomas de tener un nivel bajo de testosterona no siempre incluye la sensación de no tener deseo sexual. Algunos hombres mantienen el deseo sexual a niveles relativamente bajos de testosterona. Para otros hombres, la libido puede retrasarse incluso con niveles normales de esta hormona. Sin embargo, la testosterona baja es una de las posibles causas de la libido baja. Si la testosterona se reduce lo suficiente, prácticamente todos los hombres experimentarán una disminución en el deseo sexual.

Al respecto, un estudio realizado en Massachusetts, en hombres, identificó a aquellos que aseguraban tener bajo deseo sexual (el 11%). Tras ello, analizaron el nivel de testosterona de todos los participantes. ¿Resultado? Aproximadamente el 28% de los hombres con baja testosterona tenía una libido baja. Y eran hombres eran relativamente jóvenes, con una edad media de 47 años. Por tanto, puede tener relación pero no lo explica, ya que una libido baja en el hombre también puede ser resultado del estrés, falta de sueño, depresión o enfermedades crónicas.

Cómo aumentar el nivel de testosterona

Si crees que tienes un nivel bajo de testosterona y quieres aumentarlo, Hernández da unas pautas en su libro, donde afirma que «existen diferentes estrategias que pueden ayudar a aumentar de forma natural sus niveles en sangre, sin necesidad de administrar fármacos. Esto puede lograrse mediante pautas de nutrición, actividad física, descanso o gestión de biorritmos (procesos biológicos del cuerpo que se desarrollan en función de si es de día o de noche)».

«Hasta la fecha existen productos de testosterona orales, inyectables, en forma de parches, gel o en pellet subcutáneo. Un manejo individual y adecuado del hipogonadismo de cada uno de los pacientes requiere una personalización de las cantidades adecuadas a administrar en función del contexto clínico, el deporte, edad o interacción con otros fármacos». Si tienes dudas, lo mejor es que lo consultes con un especialista.