¿Quieres correr más rápido? Pon a Beyoncé en tu playlist

Entre los deseos de Año Nuevo seguro que más de uno tenéis puesto hacer más deporte. Y, los que ya lo hacéis, seguro que pretendéis superar vuestras marcas. Bueno, pues si estáis entre los segundos y queréis correr más rápido, debéis tener una cosa clara: que Beyoncé y su música guíe vuestros pasos mientras practicáis running. Si estáis interesados en mejorar, ya sabéis: a poner Single Ladies, Crazy in Love, Halo o Run the World (y nunca mejor dicho) en vuestros teléfonos.

Si no comulgáis con su música no os preocupéis, que hay más opciones para reducir vuestros tiempo por kilómetro. Harry Styles, Adele o la incombustible Britney Spears también ayudarán a que vuestro trote sea más rápido. En el otro lado de la balanza, unos cuantos músicos a los que no deberías estar escuchando si tu pretensión es mejorar tiempos.

La palma se la lleva el rapero canadiense Drake, que es capaz de hundir con su música los tiempos de tu ejercicio, aunque otros artistas como Doja Cat, Nicki Minaj o Katy Perry también podrían ralentizar tu ritmo de carrera. El estudio, no científico pero sí con cierto empirismo, lo ha llevado a cabo la publicación de moda Pour Moi con un método que, con sus lagunas, tiene cierto rigor.

Para ello han cogido una muestra de 20 corredores amateur, que debían escuchar un determinado número de artistas mientras salían a correr. Al menos un kilómetro por artista, tomando la velocidad de la carrera a través de un dispositivo de fitness.

Tras cada carrera analizaron la distancia total recorrida, el tiempo total, el tiempo por kilómetro, el ritmo medio por km y la diferencia del ritmo medio entre los diferentes artistas, lo que permitió calcular las diferentes velocidades en función del músico. Todo ello con bastante precisión, ya que analizaron nada menos que 60 carreras distintas.

Beyoncé para correr más rápido; Drake para ir más lento

Lógicamente, no se valoran las condiciones atmosféricas o del terreno, ni tampoco se han tenido en cuenta distintas variables estrictamente físicas que, de una carrera a otra, podían mermar el desempeño del corredor. Aún sin tener esto en cuenta, el estudio —que insistimos, no es científico— demuestra que de media, los corredores tardaban 21 segundos más en hacer un kilómetro cuando escuchaban a Drake.

Por contra, con Beyoncé a todo trabajo en tu teléfono o en tus auriculares, los tiempos se redujeron en 33 segundos por kilómetro —una cifra nada desdeñable—, que trasladada a otras progresiones daría para un estudio más pormenorizado. Según los datos de Pour Moi, escuchar a Beyoncé en una carrera de tres millas podría reducir el tiempo en 2:45 minutos. Una auténtica barbaridad que también extrapolan a los datos de una maratón. En ese caso, escuchar a Queen B (como se le llama en el mundo de la música) supondría mejorar los tiempos en 23:12 minutos.

Además de Drake, en la balanza de los ‘ralentizadores’, también está BTS, un grupo de KPOP coreano muy popular entre la gente joven, que aumentaría tus tiempos en nueve segundos por kilómetro. Bastante tiempo si nos preocupan nuestras marcas, pero lejos de los 21 segundos que perderíamos al correr por escuchar a Drake.

Lo curioso del estudio o prueba es que podemos llegar a entender los resultados. Intuir que canciones con tempos muy rápidos y una potente base instrumental, cargados de cambios de ritmo, podrían tener una lógica relación con esta mejora. Es una técnica que incluso los centros comerciales y las tiendas potencian a través de su hilo musical. Recurren así canciones más rápidas cuando quieren agilizar el tránsito de los clientes. En el otro extremo, ponen canciones más lentas en las horas valle para que el cliente descubra la tienda con calma.

Haced la prueba en unos grandes almacenes o en una tienda donde la música sea importante. Una vez allí comprobad cómo no será la misma playlist a las cuatro de la tarde que a las siete de la tarde, por poner un ejemplo. Trasladado a la muestra de Pour Moi, la respuesta está clara. Beyoncé y sus canciones tienen una carga de actividad y de velocidad bastante potente, por lo que puede resultar estimulante para correr.

Drake, por su parte, tiene un estilo más pausado, que justificaría el menor rendimiento de la carrera. Aún así quedarían incógnitas por resolver. A juicio del que les escribe, ni Adele ni Harry Styles entrarían en la consideración de ‘el alma de la fiesta’. Podríamos decir que sus canciones son más bien lentas. Sin embargo, han funcionado para que los corredores fueran más rápido. Irónico también que una artista como Nicki Minaj, que tiene canciones movidas, no consiguiera elevar los ritmos del runner.

La base científica

Aunque el estudio de Pour Moi tiene una base empírica relativamente contrastable, no es un método 100% científico. Lo que sí sabemos es que sus patrones no van desencaminados. Son muchos los estudios que se han realizado sobre cómo la música, y particularmente la que nos gusta oír, repercuten en una mejora en la actividad física.

Actuando como un extra de motivación, tener nuestro oídos cargados de música que nos impulse es una buena idea para correr e intentar mejorar nuestros tiempos. Con mesura, claro. Excedernos en ese subidón, acompañado del derroche de endorfinas consecuente, también podría suponer algún riesgo de lesión.