Infiltraciones estéticas: todos los mitos que rodean a los pinchazos 'beauty'
Todos sentimos curiosidad por el botox o el ácido hialurónico pero aún existen muchas leyendas que nos hacen desconfiar de estos tratamientos
En los últimos años la medicina estética ha avanzado a pasos agigantados. No solo hablamos en cuestión de técnicas y resultados, sino también en su popularización. Si visitar al cirujano plástico estaba reservado a una élite de la sociedad, a partir del cambio de siglo su accesibilidad se ha ampliado enormemente. Muchos más pacientes puede darse el capricho de corregir sus imperfecciones con tratamientos como las infiltraciones.
Otro punto a su favor es que el miedo a las intervenciones va desapareciendo. Los tratamientos cada vez son menos invasivos, las recuperaciones más rápidas y los resultados más naturales. Atrás quedó la época del bisturí y actualmente otras técnicas han facilitado este tipo de tratamientos de medicina estética. Ahora, hacerse un retoque puede convertirse en un secreto al que nadie tendrá acceso.
Aunque términos como botox, plasma o ácido hialurónico son parte de nuestro vocabulario diario, aún son muchos los mitos y leyendas que existen alrededor de los pinchazos. Para poder poner luz y saber exactamente a qué tipo de servicios podemos recurrir, THE OBJECTIVE ha preguntado las dudas más extendidas sobre las infiltraciones estéticas a dos especialistas en la materia.
Por un lado nos encontramos con Maribel Yébenes. Es todo un símbolo de la belleza médica con más de 45 años de experiencia en el sector y cuenta con uno de los centros estéticos más famosos e importantes de Madrid. También hemos hecho un viaje beauty a Alicante. Allí, Gracia Bañón, doctora especialista en medicina estética facial de Clínica Enea, nos aporte sus conocimientos sobre este tipo de intervenciones.
Las opciones disponibles
Dentro del universo de las infiltraciones existen varios tipos de elementos a los que podemos recurrir. Por ello, lo primero es conocer las distintas opciones y sus resultados para que sepamos qué técnica es la más recomendada para nuestro objetivo.
Gracia Bañón hace una primera distinción entre las diferentes inyecciones. Por un lado está la mesoterapia que es la técnica más superficial y en donde se aplican vitaminas o plasma rico en plaquetas. Luego nos encontramos con las infiltraciones que son técnicas más profundas y donde las sustancias utilizadas son el botox y el ácido hialurónico principalmente.
Maribel Yébenes nos clasifica las técnicas más demandadas y sus principales resultados:
- La toxina botulínica sirve para tratar y prevenir las arrugas de expresión, especialmente en patas de gallo, el entrecejo, el tercio superior.
- El Acido hialurónico trata el volumen, la hidratación y el tensado de la piel. Se utiliza para el relleno de arrugas, el aumento de labios o pómulos o para realizar una rinomodelación.
- Las vitaminas serán las encargadas de aportar hidratación, iluminación, firmeza y consiguen disminuir las manchas. Todo depende del cóctel que se realice.
- El plasma rico en plaquetas ayuda a la firmeza y aumenta la calidad de la piel.
- Los hilos tensores son una técnica estupenda para el tensado de la piel.
- La Carboxiterapia sirve para la reafirmación, con resultados similares al habitual lifting. También como para la disminución de ojeras, bolsas y crear un aumento de labios no permanente.
- Finalmente nos encontramos con la técnica Belkyra cuya finalidad puede ser disolver la grasa en el doble mentón.
Tratamiento a la carta
Ante tantas posibilidades a nuestro alcance, lo primero que se nos pasa por la cabeza es la posibilidad de recurrir a diferentes sustancias. ¿Se puede optar por un mix de infiltraciones o hay que elegir una en concreto?
La combinación de diferentes técnicas consigue unos resultados más duraderos, potentes y con mayor naturalidad
Ambas especialistas confirman que es posible combinar varios tratamientos incluso en una misma sesión. «Desde hace muchos años vemos en los médicos internaciones que la combinación de diferentes técnicas hace que consigamos unos resultados más duraderos, potentes y con mayor naturalidad», afirma Maribel Yébenes.
Otra de las grandes dudas es a qué edad es recomendable comenzar con este tipo de tratamientos. Desde la Clínica Enea nos confirman que no existe una edad definida para comenzar con este tipo de tratamientos «pero la realidad es que cada vez pacientes más jóvenes acuden a nuestras consultas favoreciendo la prevención del envejecimiento». Las primeras terapias suelen ser inyecciones de complejos vitamínicos o botox.
Maribel Yébenes concreta y apunta los 25 años como una edad perfecta para tratar asimetrías o imperfecciones en labios o pómulos. Y es que, como señala la especialista, este tipo de fórmula no solo sirve para la prevención del envejecimiento.
¿Pueden recurrir todo tipo de pieles a este tipo de tratamientos? La respuesta es que sí. Pero, como apunta Gracia Bañón, «cada tipo de piel requiere de una valoración por el profesional para ajustar el tratamiento más indicado. No se puede aplicar todo tipo de tratamientos a todas las pacientes». Además, la experta señala que las pieles más sensibles pueden recurrir al uso de inyecciones pero, en su caso, pueden ocasionar algún pequeño hematoma.
Sus resultados
Una cosa tenemos clara de las infiltraciones y es que sus resultados no son eternos. Todo depende de la técnica a la que recurramos. En el caso del botox, se recomienda repetir el tratamiento después de cuatro o seis meses y no esperar a que se vaya de todo el efecto. El ácido hialurónico, sin embargo, puede llegar a durar entre dos y seis años. «Recomendamos, según la edad, repetir el tratamiento al cabo de uno, dos o tres años», afirma la experta. Otro de los factores que influyen en la duración de los resultados de las infiltraciones es el estilo de vida del paciente, así como su proceso de envejecimiento.
Todos los tratamientos están diseñados para una mejora futura en la piel de la paciente, «es por ello que insistimos tanto en la prevención y en usar dosis óptimas en los tratamientos», indican desde la mencionada clínica.
Depende de la técnica el resultado es inmediato o no, en algunos casos el resultado es instantáneo y en otros hay que esperar unos 15 días. Sea como sea, se puede hacer vida normal después del tratamiento. Lo único que hay que tener en cuenta es que puede surgir un pequeño hematoma por lo que es importante proteger la piel con crema solar para que no quede mancha. Aunque «si tenemos un evento importante, lo mejor es realizar la infiltración 15 días o un mes antes», recomienda Yébenes.
Adictos a la consulta
La piel envejece cada día así que, al terminar los efectos de estos procesos, no nos veremos peor que antes, sino que nos habremos acostumbrado a un mejor versión de nosotros mismos. Verse bien, sentirse mejor con tu aspecto físico e, incluso, mejorar tu estilo de vida, son razones suficientes para que el paciente no quiera abandonar los tratamientos.
Esta costumbre puede hacer que se caiga en una adicción aunque, según las especialistas, no suelen existir muchos casos de este tipo. «Para eso están los profesionales que recomiendan de forma de coherente los tratamientos», afirma. Es responsabilidad del profesional médico saber aconsejar y acompañar en su camino al paciente para que no caiga en excesos o decida llevar a cabo tratamientos que son innecesarios.
Manos a la obra
Una vez que conocemos los diferentes tipos de infiltraciones y los resultados que podemos esperar, es hora de saber un poco más sobre en qué consisten estos métodos para mejorar nuestro aspecto. Seguro que tu primera duda es si el paciente siente dolor. Desde Clínica Enea hacen mención a que cada vez existe mejor material que facilita la labor de los profesionales para disminuir los efectos adversos y el dolor, aunque también influirá la zona tratada y el umbral que tenga cada persona.
«Muchos pacientes con pánico a las agujas superan sus miedos al realizarse estos tratamientos
En muchas ocasiones existe un pánico real a las agujas por lo que los pacientes no pueden llegar a imaginarse someterse a este tipo de intervenciones. Sin embargo, hay alternativas. Existen otras técnicas como la radiofrecuencia nanofraccionada que no lleva agujas y que puede utilizarse para eliminar arrugas y aumentar la firmeza. También se puede aplicar anestesia para evitar que el paciente sienta el primer pinchazo. «La realidad es que muchos pacientes con pánico a las agujas superan sus miedos al realizarse estos tratamientos», apunta Gracia Bañón.
Los tratamientos más demandados
Aunque parezca que son tratamientos ideados para el sector femenino, las profesionales afirman que cada vez los hombres están más presentes en las clínicas. Las infiltraciones son aptas para ambos sexos. Entre los hombres, la intervención estrella es la marcación mandibular, así como el tratamiento de botox para relajar las arrugas. Las mujeres, por su parte, utilizan estos sistemas tanto para mejorar asimetrías como para disminuir las líneas de expresión.
Una de las principales recomendaciones es acudir a centros profesionales de prestigio, con productos de máxima de calidad y certificados. Los riesgos que podemos correr si no procedemos así es que el producto, al no tener calidad, acarree efectos secundarios o se logren resultado poco naturales. «Es muy importante que los pacientes tomen conciencia de que estos tratamientos sólo pueden realizarlos profesionales médicos. Asegurarse que lo realizan en clínicas médicas con todas sus licencias es esencial para evitar la mayoría de efectos adversos que suceden hoy en día», señalan desde Clínica Enea.
Pinchazos VIP
Las celebrities son los mejores embajadoras de este tipo de tratamientos. Algunos de los rostros conocidos que han compartido públicamente que se cuidan en Maribel Yébenes son Boris Izaguirre, Mar Flores, Marta Sánchez, Naty Abascal o Pablo Motos, entre otros. Pero, en otras ocasiones, hemos visto resultados poco naturales que hace que se desconfié de este tipo de inyecciones.
No hay que tener miedo, el botox es la técnica número uno a nivel mundial, seguida por el ácido hialurónico, y se realizan tanto que es muy poco frecuente que exista un mal resultado. Aún así, si esto sucediera, el acido hialurónico es posible disolverlo con otros productos. En el caso de la toxina botulínica, habría que esperar a que pase su efecto o usar algunas técnicas para acelerar que esto ocurra.
El problema está en que una famosa que esté bien infiltrada pasa desapercibida porque el resultado es totalmente natural. «Podemos ver claros ejemplos de celebrities con muy buenos resultados como Nieves Álvarez, Penélope Cruz o Charlize Theron», apuntan desde Clínica Enea.