Vinos de estreno en el botellero jumillano
Siete etiquetas que la denominación Jumilla saca este año por primera vez al mercado. Vinos de muy diverso perfil procedentes de siete bodegas distintas
Esta denominación reparte su influencia entre el norte de la región murciana y parte sureste de la provincia de Albacete, un espacio vinícola que tiene en la tinta monastrell su variedad autóctona principal, una uva de fina rusticidad, con un claro perfil mediterráneo y resistente a la sequía. Es la seña de identidad de Jumilla pues representa el 80% del viñedo del territorio que ocupa la DO, el resto se reparte entre un amplio abanico de uvas francesas (syrah, merlot, cabernet sauvignon, petit verdot, además de las blancas chardonnay y sauvignon blanc) y algunas más nacionales, tanto blancas como tintas: airén, macabeo, malvasía, verdejo, moscatel y pedro ximénez se unen a una más extensa representación de las tintas garnacha, cencibel y garnacha tintorera.
Para situarnos… estas variedades se defienden sobre suelos pobres en materia orgánica, franco-arenosos, con abundante caliza, situados entre 400 y 800 metros de altitud. Además, crecen en un clima continental –con miles de horas de sol al año y pocas lluvias– que recibe la influencia del Mediterráneo pero también de la meseta manchega pues el territorio de esta denominación se localiza entre ambos.
A partir de aquí, aunque tiene a su disposición una variada diversidad varietal Jumilla es una DO con identidad propia gracias a esas condiciones físicas y climáticas en las que crecen las viñas, y a su monastrell. Una uva con la que se vienen elaborando interesantes vinos tanto en territorio murciano como albacetense, pero que se entiende a la perfección con otras tintas por la complejidad que aportan al coupage, en forma de tanino, volumen, frescura…
Jumilla, en general, es una zona que, con empeño y trabajo, ha logrado hacerse un hueco destacado en los mercados, y ese carácter diferencial, identitario, ha tenido mucho que ver. Un viento a favor que contribuye a que las bodegas vayan sacando nuevos vinos. Estos siete son los más recientes estrenos, a la espera de los que lleguen en estos meses. En común, los cinco tintos son dominios de la monastrell, puro territorio. Pero comenzamos por dos novedades blancas monovarietales.
Luzón Dulce Sauvignon Blanc 2020 (17,20 €). Bodegas Luzón.
De uno de las bodegas históricas jumillanas, exportadores y productores desde finales del siglo XIX, aunque a día de hoy totalmente modernizada y dotada con las últimas tecnologías. Bajo la dirección técnica de Vicente Micó, su estreno es un vino de vendimia tardía, en formato de 50 cl. (saldrán unas 4.100 botellas), elaborado con sauvignon blanc, que después de fermentar pasa a barricas francesas donde ha estado unos diez meses antes de ser embotellado. Como si de un perfume gigante se tratara (ver la botella!) una vez abierto se muestra intenso y fragante, perfumado y complejo, con aromas de fruta de hueso y en almíbar, notas melosas y cítricas (piel de naranja). Fresco en boca, equilibradísimo, untuoso y sedoso en el paso, y un final persistente muy expresivo y frutal. Para disfrutarlo, ideal entre 6-8ºC.
Mainetes Verdejo Ecológico fermentado en barrica 2021 (10,50 €). Bodegas San Dionisio.
Como se adelantaba, en la denominación jumillana también tienen verdejo, y en este caso se trata de un joven blanco, con una ligera crianza sobre lías en barricas nuevas francesas de 500 litros, que firma la cooperativa San Dionisio, fundada en 1957 en Fuenteálamo (Albacete) y se incorpora a la gama de vinos de la que recibe el nombre, ‘Mainetes’. El resultado, notas de panadería, vainilla, fruta blanca madura y aromas tropicales. Graso en la boca, con una agradable frescura y recuerdos amargos, para nada molestos, que aportan recorrido y longitud en el paso.
Finca CQ 2020 (12 €). Viña Elena.
Es la nueva elaboración que se incorpora a la marca ‘Bruma del Estrecho de Marín Finca CQ (Casa Quemada)’, el proyecto personal de Elena Pacheco e Isio Ramos, o lo que es lo mismo, Viña Elena. Los vinos que nacen bajo esta marca conforman una colección que busca mostrar los distintos monastrell que se pueden encontrar y elaborar en un mismo territorio. A partir de una altitud de unos 700 metros, seleccionan uvas en diferentes parajes en los que también difieren los tipos y composición de suelos, las orientaciones, la edad del viñedo, el microclima, condicionantes que van a llevar a la monastrell a expresarse de maneras distintas. En el punto de partida, 47 hectáreas de viñas con una media de edad de 32 años que llevan varios años recuperando. Esta primera añada de Finca CQ es un monastrell de suelos arenosos con bajos niveles de caliza, y una orientación que evita la sobremaduración de la uva. Hizo la fermentación maloláctica en barricas de 500 litros y ha tenido una posterior crianza de 7 meses en esas mismas barricas. Un vino con intensidad aromática, balsámico, con notas de fruta roja, hierbas aromáticas y un ligero fondo láctico. Equilibrado, con buen sensación frutal, fino y con un agradable toque licoroso en el paso. Muy apetecible.
Acorde 2020 (5 €). Viñedos y Bodegas Asensio Carcelén.
La siguiente elaboración de monastrell es este ecológico de una bodega que cuenta con la certificación oficial desde hace once años. Es un «semi maceración carbónica», como desde la propia bodega definen, pues los racimos van enteros al depósito –esto es, con raspón, la parte leñosa del racimo– y las uvas se rompen por el peso que soportan unas contra otras, lo que contribuye a garantizar el carácter primario del vino por la carga de fruta que tiene. Y tal cual resulta: aromático, muy frutal (fruta roja), floral, con recuerdos balsámicos; fino y ligero en la boca, donde salen de nuevo esas agradables notas de fruta fresca. ¡Ojo al precio!
Carchelo CIENTO80 2019 (9,80 €). Bodegas Carchelo.
Es el único multivarietal de esta serie de estrenos jumillanos. La combinación: 50% monastrell, 35% syrah, 10% cabernet y un 5% tempranillo con una crianza de doce meses en roble francés. Los viñedos, de entre 20 y 40 años, se sitúan en las laderas del Paraje Sierra del Carche, un destacado enclave del municipio jumillano, con una altura de entre 600 y 750 metros sobre suelos calizos y fondos franco arenosos. Otra etiqueta donde son muy marcados los aromas de fruta roja fresca (fresa), las notas de montebajo, hierbas aromáticas y especias. Con estructura, jugoso, estupenda frescura y un noble tanino, no molesto, que le aporta longitud en un paso con recuerdos minerales.
Pino Doncel 24 meses Selección de Parcelas 2017 (22 €). Bodegas Bleda.
De otra de las firmas centenarias y familiares de la denominación, localizada en el pueblo murciano de Jumilla. En este potente crianza la monastrell se acompaña de un 20% de cabernet sauvignon de los viñedos más viejos que tiene la casa. Ha permanecido dos años en roble francés y americano y se trata de una producción limitada de 6.598 botellas. Un vino con riqueza aromática, donde salen notas de fruta madura, vainilla, cacao, balsámicos, especias dulces, caramelo de café… Muy equilibrado en la boca, con cuerpo, sorprendente frescura, tanino pulido y un paso amable y persistente. Muy sabroso.
Inédita 03 Monastrell 2016 (35 €). Bodegas Alceño.
Y para terminar el tercer vino de la gama top deotra casa con más de 150 años de historia, y que ellos definen como vinos de autor. Su artífice, Juan Miguel Benítez, enólogo y director de la bodega desde 1997. Cada ‘Inédita’ de Alceño es irrepetible, (el 01 fue garnacha tintorera; el 02 de syrah) de ahí que lleve un número: cada edición responde a una selección de viñedos y una variedad diferente. Este tercero es un monovarietal de monastrell, de tres parcelas de viñedos ecológicos en laderas sobre suelos calizos y pedregosos, a una altura media de unos 750 metros. Hace la segunda fermentación (la maloláctica) en barricas nuevas de 300 litros de roble americano. Luego permanece seis meses en barricas de 300 litros francesas y americanas y al final pasa diez meses en barricas francesas de 300 y 500 litros. El resultado, un ‘Inédita 03′ intenso, maduro, con fruta carnosa en confitura, aromas especiados, tostados, de montebajo y recuerdo mineral. Corpulento, equilibrado, con volumen, moderada frescura cítrica y elegante postgusto.
Siete nuevas referencias para gustos y momentos. E importante, para todos los bolsillos.