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Cacao y corazón (o cómo este placer puede ayudar a nuestra salud cardiovascular)

Nuestro corazón puede encontrar en el cacao a un buen amigo, pero no hablamos de chocolate, sino de un flavonoide conocido como epicatequina

Cacao y corazón (o cómo este placer puede ayudar a nuestra salud cardiovascular)

Más allá de un placer más o menos culpable, el chocolate, según recientes estudios, podría ejercer una misión cardioprotectora. Famoso por sus propiedades antioxidantes, aunque siempre insistimos que no todos los chocolates son iguales, parece que nuestro querido cacao puede echarnos una mano en la salud cardiovascular.

Así lo asegura un reciente estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition. En él se asegura que los flavonoles del cacao, tomados en forma de suplemento, reducen el riesgo de muerte por episodio cardiovascular. Para ello examinaron a más de 20.000 personas mayores de 60 años durante cinco años, tiempo que consumieron este suplemento de extracto de cacao.

El estudio avalaba la toma de este suplemento (500 mg diarios), vinculado a la presencia de antioxidantes y que podrían reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Sin embargo, en sus conclusiones, el estudio explica que se reduce la mortalidad de las personas que lo tomaban en un 27%. Eso no evita que el suplemento, por ejemplo, no tuviera acción directa para disminuir el riesgo de infarto.

Cómo el cacao puede proteger nuestro corazón

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La epicatequina presente en el cacao es un flavonoide antioxidante que puede implicar mejoras en la salud cardiovascular. ©Unsplash.

Siempre que hablamos de estos beneficios hay que dejar claro que nos referimos a, en este ejemplo, al cacao. Y no al cacao como tal, sino a sus flavonoles. Por eso, es conveniente poner nombre a la sustancia de la cual se supone que obtenemos los beneficios:. Hablamos de la epicatequina, que es este flavonol que, entre otras cosas, puede corregir la presión arterial.

No es la primera vez que sale a la palestra en torno a sus beneficios. En 2014, un estudio de la Universidad de Wageningen (Países Bajos) probó en una muestra pequeña —44 hombres con sobrepeso— que el chocolate negro podía tener un factor beneficioso para corregir la rigidez arterial. Como sabemos, esta rigidez puede acarrear la temida arterioesclerosis. Ésta es, a su vez, un factor de riesgo para la hipertensión y para otras patologías coronarias.

Sin embargo, en esta ocasión hablamos de un suplemento y de un muestreo mucho más amplio. Eso no impide que haya que matizar que nos referimos a un suplemento rico en epicatequina (80 mg por cada pastilla), no por el consumo de chocolate. Además, como hemos explicado en otras ocasiones, conviene tener claro que los beneficios del chocolate negro no son siempre iguales.

En este caso, cuando hablamos de la epicatequina hay que poner en valor de qué se trata. Es por tanto un flavonoide que puede estimular la regeneración del tejido muscular. Sin perder de vista que el corazón está compuesto por una buena cantidad de músculos (el miocardio, por ejemplo) y que ahí se dirige este particular flavonoide del cacao.

También sucede que su uso, aunque en otras patologías como la distrofia muscular de Duchenne, sirve para regenerar el músculos y para disminuir la miostatina. Por este motivo, tanto en humanos como en modelos animales de enfermedad muscular se ha demostrado que la epicatequina mejora la función del corazón y del músculo.

Cacao sí; chocolate no

Es siempre importante reivindicar este matiz. Entre un suplemento de extracto de cacao donde se concentren los flavonoides y una tableta de chocolate hay miles de diferencias. Partiendo de la base de que durante el tostado del cacao se pierden ya numerosos antioxidantes y luego, como resulta lógico, pensar en su elaboración.

Cualquier chocolate negro, incluso los de mayor pureza, llevan una cantidad de azúcar significativa, pero la trampa no es solo el azúcar añadido. También debemos discernir los ingredientes del chocolate que nos comemos. Generalmente vamos a ver pasta de cacao, manteca de cacao y cacao en polvo, generalmente desgrasado. Tampoco nos referimos al clásico cacao soluble del desayuno, el cual suele estar también muy cargado de azúcar añadido.

Esto supone que los ingredientes del chocolate, incluso el de calidad (ojo al color, que no es un síntoma de pureza) sean ricos en grasas. Principalmente insaturadas, sí, pero eso no significa que un chocolate negro comercial encontremos hasta 40 gramos de grasa por cada 100 gramos de producto.

Es lo mismo que puede suceder en el caso de los azúcares añadidos. Cantidades que en tabletas de cierta calidad podemos encontrar ratios de 20% o 30% de azúcar añadidos, no carbohidratos. Esto supondría que las virtudes de la epicatequina del cacao se disolverían irremediablemente. Además, como último matiz a tener en cuenta con este estudio que hoy presentamos, hay que explicar que esta investigación de la fundación COSMOS está financiada por Mars Edge, una filial de la empresa chocolate Mars que está destinada a la investigación en nutrición y producto.

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