Exfoliación corporal: el paso inicial e imprescindible en el cuidado de la piel
Eliminar las células muertas no solo debe realizarse en el rostro porque sus beneficios son comunes al resto del cuerpo
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano así que cuidarla como se merece es algo fundamental. Todos sabemos cómo se mantiene limpia e hidratada pero no siempre le reservamos un momento para llevar a cabo una buena exfoliación a nivel corporal. Resulta un paso necesario en nuestra rutina de belleza porque nos ayuda a mantener la piel suave y uniforme, entre muchos otros beneficios.
A pesar de lo que se piensa, la exfoliación no sirve únicamente para eliminar la piel muerta sino que activa la microcirculación. Esto permite a los cosméticos que apliquemos a posteriori penetrar mejor y tener resultados más rápidos y efectivos. Hay que saber elegir bien los productos más adecuados para nuestro tipo de piel pero, lo que marcará la diferencia en los resultados, es saber realizar correctamente la exfoliación.
Para que aprendas de una vez por todas a hacer una exfoliación corporal perfecta, desde THE OBJECTIVE te ofrecemos toda la información y los mejores los trucos para que te conviertas en todo un profesional. Prepárate para estrenar una piel libre de imperfecciones gracias a este primer paso de tu nueva rutina de belleza.
La importancia de la exfoliación
El término exfoliación viene del latín exfoliare que significa deshojar. «Exfoliar el cuerpo es, básicamente, quitar capas de la piel», explican desde la firma Nivea. Cada mes, aproximadamente, nuestro cuerpo muda de forma natural la piel muerta para dejar paso a las nuevas células que van a formar una nueva capa superior. En ocasiones, las células muertas no mudan y nuestra piel tiene un aspecto apagado y seco. La exfoliación ayuda a prevenir este efecto ya que acelera desprendimiento de las células muertas de la superficie de nuestra piel.
La exfoliación además sirve para eliminar suciedad y bacterias por lo que resulta un paso básico para lograr una piel más suave, uniforme y radiante. Otros de los beneficios que aporta una exfoliación corporal regular son los siguientes:
- Estimula el flujo sanguíneo y elimina toxinas.
- Aporta brillo mejorando el aspecto de la piel.
- Acelera la renovación de la piel aumentando su luminosidad.
- Prepara la piel para absorber mejor los cosméticos hidratantes o nutritivos.
- A largo plazo, aumenta la producción de colágeno logrando una mayor elasticidad.
Además, también ayuda a que los tratamientos que se aplican después penetren mejor. Esto es algo fundamental si estamos usando productos anticelulíticos y queremos potenciar sus resultados. «La exfoliación ayuda a conseguir un bronceado más bonito, y es muy eficaz cuando aplicamos autobronceadores. Otra de sus ventajas es que evita que los pelitos debilitados se queden enquistados», comenta Rocío Escalante, responsable de Arbosana Farmacia.
Tipos de exfoliación
A la hora de exfoliar la piel nos encontramos con distintas fórmulas entre las que elegir. Los métodos más comunes para hacerlo de forma casera son el uso de cremas, mascarillas y otros cosméticos exfoliantes. Lo más cómodo es el uso de exfoliantes en gel o crema que contengas micropartículas exfoliantes que se aplican sobre la piel húmeda mientras nos duchamos. Estos productos facilitan el masaje que es fundamental para que la exfoliación sea eficaz.
Otro tipo es la exfoliación en seco o cepillado. Se trata de masajear la piel con movimientos circulares de abajo a arriba con ayuda de un cepillo corporal o un guante de crin durante cuatro o cinco minutos. «En caso de piel muy sensible, se puede mojar un poquito el cepillo y acabaríamos con una ducha tan fría como la aguantemos», recomiendan desde Arbosana Farmacia. Los beneficios de esta exfoliación en seco es que estimula la circulación sanguínea, ayudar a eliminar las impurezas y mejora la celulitis y los depósitos de grasa.
También podemos apoyarnos de algunos gadgets beauty como son la clásica piedra pómez, los guantes exfoliantes, las esponjas de ducha, los cepillos exfoliantes o los limpiadores eléctricos.
Además de la exfoliación en casa, también podemos recurrir a profesionales en clínicas de estética donde llevan a cabo tratamientos exfoliantes. Los más comunes son los peelings químicos, la microdermoabrasión o el dermaplaning. Si optamos por esta opción, lo mejor es dejarse aconsejar por un dermatólogo que nos ayudará a escoger la mejor alternativa para nuestras necesidades.
La exfoliación corporal
Todo el cuerpo cuenta con células muertas que tenemos que eliminar así que debemos de extender el tratamiento más allá del rostro. Exfoliar el cuerpo no solo suavizará la piel, también puede ayudar con otros problemas estéticos como el acné corporal o la celulitis.
Para los brazos y las piernas, «lo más fácil para eliminar la capa de piel muerta es usar cepillos, guantes o esponjas», aconsejan desde Nivea. Frotar suavemente durante unos treinta segundos en la ducha bastará para deshacerse de las células muertas y estimular la circulación. También se puede llevar a cabo en seco. En estos casos necesitas un cepillo corporal con el que harás movimientos circulares por los brazos y piernas. Esta acción también favorece el drenaje linfático por lo que es beneficiosa para combatir la celulitis.
Hay muchos cosméticos exfoliantes diseñados específicamente para los pies y las manos. La piedra pómez es un método natural perfecto para las áreas donde la piel es más gruesa, como las rodillas, los codos o los pies. En estos últimos, es recomendable ponerlos primero en agua tibia para ablandar la piel así como mojar la piedra pómez antes de utilizarla.
«Aconsejo hacer la exfoliación un día que se tenga tiempo, realizando movimientos en círculos y ascendentes. Empezamos por los pies, seguimos por cada pierna, continuamos por los brazos, el abdomen, con movimientos en el sentido de las agujas del reloj, los glúteos, la espalda, el pecho y el escote (cuidado con estas zonas, porque la piel es más fina, es mejor que el masaje sea muy suave). Después, hay que aclarar con agua tibia e, idealmente, terminar con agua más fría», recomienda la farmacéutica Rocío Escalante.
El momento perfecto
Cada exfoliación es un proceso de regeneración que puede estresar la piel así que hay que tener mucho cuidado y no realizarlas muy seguidas. Los expertos recomiendan llevarla a cabo dos veces a la semana. Sin embargo, con el paso de los años, el cuerpo tarda más tiempo en crear nuevas células por lo que en pieles maduras la frecuencia se puede ampliar pasando de dos veces a una por semana.
Cada vez que nos exfoliamos exponemos una capa de piel nueva que es más sensible y vulnerable. Por este motivo, lo ideal es realizar la exfoliación por la noche porque así evitamos la exposición de la piel a los rayos solares, la contaminación o los radicales libres. Durante el sueño, la piel se recuperará pero, aun así, es necesario aplicar un protector solar al día siguiente.
Si te has sometido a un tratamiento, lo mejor es esperar aproximadamente una semana para la siguiente exfoliación. Si tienes la piel irritada o tienes cortes, heridas o quemaduras solares, tampoco será un buen momento para llevarla a cabo. «Tampoco lo aconsejo para personas con dermatitis o que tengan la piel muy sensible o reactiva», puntualiza Escalante. Además, en todos los casos, recurre a un exfoliante que se ajuste a tu tipo de piel y aplica un producto hidratante cuando termines.
Un exfoliante sólido y sostenible
El elegir un exfoliante sólido tiene una serie de beneficios extra. Uno de los principales es que, en este modo de realización, los aceites vegetales no son sometidos a altas temperaturas, lo que hace que sus propiedades se mantengan intactas y nos podamos aprovechar al máximo de sus beneficios.
La firma Vera & The Birds ha lanzado al mercado Pumice & Ginger, un exfoliante corporal en formato sólido y respetuoso con el medio ambiente. Cuenta con un grano perfecto para llevar a cabo una buena exfoliación y posee agentes hidratantes para lograr una piel limpia, libre de células muertas y muy suave. Además, para ser más especial, cuenta con un original aroma a carrot cake.
Su packaging es totalmente reciclado y sostenible y se obtiene de recursos como el maíz, la remolacha y el trigo. Esta propuesta se puede utilizar en todo el cuerpo, incluso en manos y plantas de los pies, pero no es recomendable para la piel facial. Está formulado para ser utilizado una o dos veces a la semana, dependiendo del tipo de piel.
A partir de ahora, no tienes excusas para saltarte la exfoliación corporal dentro de tu rutina de belleza semanal.