Microblading: el método para lograr unas cejas perfectas (y con un aspecto 100% natural)
Este sistema de tatuaje semipermanente acaba con la mayoría de las imperfecciones que pueden presentar las cejas
La mirada es uno de los elementos clave de nuestro aspecto físico y es por ello que le dedicamos gran parte de nuestra rutina de belleza. Sabemos lo delicada que es la piel del contorno de ojos o lo que sufren las pestañas si no usamos un buen desmaquillante y, últimamente, no dejamos de escuchar hablar de técnicas como el microblading que por fin colocan a las cejas en el lugar que les corresponde.
Entre los problemas estéticos que podemos tener en las cejas, los más habituales son que tengan un aspecto irregular o presenten alguna pequeña calva. Lo más fácil para solucionarlo es recurrir al maquillaje y disimularlo con un lápiz de cejas. Sin embargo, en los últimos años se está poniendo de moda técnicas más definitivas como el microblading. Este sistema de tatuaje semipermanente consigue diseñar las cejas y dejarlas perfectas con un aspecto natural pelo a pelo.
Los centros de belleza confirman el éxito del microblading y como su demanda va en aumento día a día, tanto en mujeres como en hombres. Se ha convertido en la solución definitiva para definir las cejas y conseguir una mirada espectacular sin rastro de irregularidades. Desde THE OBJECTIVE ponemos el ojo en esta técnica para conocerla de manera más profunda y ver todas las ventajas que puede ofrecer a nuestro aspecto.
En qué consiste el microblading
Se trata de un tatuaje semipermanente que se lleva a cabo con una pluma que almacena un pigmento similar al color natural de las cejas. Con este sistema se consigue un efecto más natural y dar la sensación de una ceja más poblada y con más volumen.
Se puede confundir con la micropigmentación pero existe una clara diferencia entre ellas. La micropigmentación es un sombreado general de toda la ceja con un demógrafo por lo que consigue un resultado menos natural que el microblading que trabaja pelo a pelo logrando un efecto de relieve muy real. Este aspecto natural se mantiene con el tiempo mientras que con la pigmentación el color puede tender hacia un tono azul o verdoso como sucede con los tatuajes. Además, el microblading es la alternativa menos dolorosa.
El procedimiento se lleva a cabo depositando un pigmento en la cape basal de la epidermis de la piel. Con este proceso podemos conseguir dar más densidad, cambiar la forma de la ceja o crear completamente desde cero su diseño en aquellos casos en que se sufra de alopecia en esta zona.
Al ser una técnica manual da la posibilidad al técnico de crear una ceja perfecta y personalizada para cada paciente. El especialista podrá controlar el grosor, el color, la densidad y la forma de la ceja de acuerdo a la forma del rostro. De esta forma, se puede redefinir la forma de la ceja, cubrir las zonas despobladas o corregir asimetrías.
Cómo se realiza
De la mano de la firma especializada Lashes & Go vamos a descubrir los distintos pasos que se llevan a cabo con el microblading. Para comenzar, se realiza una prueba de alergia dos días antes de la primera sesión. El día que se comienza el proceso, se selecciona el color y el diseño de la ceja.
La herramienta utilizada es una pluma desechable que en uno de sus extremos tiene insertadas unas agujas muy pequeñas con las que se realizan minúsculos cortes en la piel que imitan el trazo de cada pelo. Con esta pluma se puede crear cada pelo de manera individual, lo que consigue un resultado más realista que otras alternativas.
«Se realiza de forma totalmente manual y su duración es aproximadamente entre dos y tres horas, dependiendo del diseño de la ceja en cuestión», nos explica Andrea Serrano, directora del centro de medicina estética Mangata.
Después de realizar el servicio, el pigmento se sitúa en la capa epidérmica y, mediante la cicatrización, tu organismo lo irá depositando en las capas inferiores. Por ello, al principio el color del pigmento es un 30 o 40% más intenso que cuando se finalice el proceso.
Transcurridas las primeras cuatro o seis semanas desde la primera sesión, se hace necesario un repaso. Dependerá mucho del tipo de la piel, de la edad y de cómo se haya retenido el pigmento, pero el 90% de los pacientes necesitan este retoque.
Cómo elegir el color
El tono elegido para el pigmento va a estar elegido en función del tipo de piel y el color natural del vello. En el caso de que el pelo esté teñido, habrá que tenerse en cuenta el color del tinte y, si nos encontramos ante una alopecia completa, elegiremos el color en función del tono del cabello. Hay que entender que el pigmento se localizará dentro de la piel proyectando un color final en el que influye también el subtono de la piel.
Aún así, si en la primera sesión se escoge un color demasiado claro, el paciente puede solucionarlo en el momento del retoque aumentando el tono.
Pasos posteriores y mantenimiento
Después de realizar el microblading, el paciente puede retomar su vida normal. El especialista dará las pautas de cuidado necesarias que normalmente son las siguientes:
- Evitar la exposición solar durante una semana
- No rascarse para no levantar las micro costras
- Lavarse las cejas dos o tres veces al día para mantenerlas limpias e hidratadas
- No usar maquillaje ni cremas durante los primeros días
- Evitar la sudoración excesiva
Durante la primera semana el pigmento será un poco más oscuro del resultado final debido a la micro costra que se produce. Pero, a partir de la segunda y tercera semana, se comienza a bajar el tono de los trazos.
Al realizarse en una capa superficial de la piel, el color se irá degradando poco a poco hasta que algunos tramos terminen desapareciendo. Lo más habitual es que el microblading comience a borrarse pasados los primeros ocho o doce meses y pueden hacerse retoques para que no se termine extinguiendo. Si el color elegido es claro, puede que los retoques sean necesarios de forma más temprana.
Algunos de los factores que pueden incidir para que el color se pierda más rápido es contar con una piel muy grasa, no utilizar fotoprotección, hacer uso excesivo de exfoliantes o el tabaco.
Sus principales ventajas
Entre los beneficios más importantes del microblading nos encontramos con la posibilidad de aumentar la densidad de las cejas con un resultado muy natural y personalizado a la forma del rostro del paciente. Es un tratamiento muy rápido que ahorra el uso del maquillaje ya que no hará falta utilizar ningún tipo de herramienta para marcar las cejas.
Es el sistema favorito para los casos en los que hay ausencia de vello, ya sea por lesiones cutáneas, por el exceso del uso de las pinzas en el pasado o como resultado de tratamientos como la quimioterapia. También se puede usar cuando las cejas no son simétricas, tienen pequeñas calvas o cuentan con una forma irregular.
Diferencias entre microblading y microshading
Existen varias opciones entre las que elegir a la hora de diseñar las cejas. Aunque se puede pensar que todas son iguales, la verdad es que hay bastantes diferencias entre ellas. Anabel Gornés, microblader y diseñadora de cejas, nos establece las diferencias entre dos de las técnicas más buscadas: el microblading y el microshading.
Como ya sabemos, el microblading es una técnica de maquillaje semipermanente que se realiza en la epidermis a través de una pluma con la que se dibuja con pigmento pelo a pelo. Por su parte, el microshading también es una técnica de pigmentación semipermanente en la epidermis pero, en vez de trabajar el pelo de forma individual, lo que hace es sombrear la zona.
Los resultados son diferentes. El microblading da un aspecto más natural mientras que con el microshading parece que llevas las cejas maquilladas, algo que se notará aún más en aquellas ocasiones en las que la mujer lleve la cara sin rastro de maquillaje.
Un sistema 100% personalizado
Anabel Gornés ha lanzado un exclusivo diseño de diseño de cejas llamado Gornes Architectural Brows. Se trata de una técnica que logra un efecto muy natural e individualizado. «Cada persona tiene su personalidad y con mi método no la pierde», afirma la experta que ha diseñado las miradas de celebrities como Isabelle Junot, Lara Álvarez o Michelle Salas.
El tratamiento consta de dos sesiones. En la primera se realiza el diseño de la mirada para lograr unas cejas muy personales. La siguiente sesión será, como mínimo, pasadas cuatro semanas porque la piel suele tardar un mes en regenerarse. En ese tiempo es probable que se haya perdido pigmento (entre un 10% y un 40%). En esta segunda cita, se retocan las cejas y el cliente no suele volver hasta seis o veinticuatro meses después. «Este tiempo depende, sobre todo, del tipo de piel y el estilo de vida de cada persona», comenta Gornés. Lo que se recomienda es realizar la revisión y retoque al menos una vez al año para mantener las cejas perfectas y definidas.
Confía en los nuevos sistemas estéticos para poder lucir unas cejas perfectas y de aspecto natural sin tener que recurrir a diario al maquillaje.