'Solidarity Xmas Tree' recauda fondos esta Navidad para personas con discapacidad

La Navidad se acerca y ya es imposible hablar de ella sin mencionar a Solidarity Xmas Tree, uno de los eventos más solidarios del año que nace de los valores que nos visten por dentro. Lujo y solidaridad vuelven a darse la mano por séptimo año consecutivo con un objetivo claro: recaudar fondos para las fundaciones Apsuria y Proyecto Persona, dos organizaciones cuya misión se centra en la inclusión y protección de las personas con discapacidad.

La acción solidaria Solidarity Xmas Tree se compone, por una parte, de una Ruta Solidaria del 21 al 27 de noviembre, en la que 14 marcas de lujo expondrán sus árboles de Navidad –creaciones únicas confeccionadas exclusivamente para este fin– que transmiten sus valores y su heritage; y, por otra parte, el próximo miércoles 29 de noviembre, en el Teatro Real de Madrid, la prestigiosa casa de subastas Christie’s será la encargada de subastar los árboles en el transcurso de la cena, presentada por Nieves Álvarez.

Esta edición tiene como gran novedad la apertura de dos rutas, la primera une las boutiques de varias marcas ubicadas en el Barrio de Salamanca, la otra se ubica en la nueva zona comercial de lujo situada en el centro de la capital, en la Galería Canalejas. Hermès, Loewe, Giorgio Armani, IWC, Aquazzura, Ze García, Stefano Ricci, Cartier, Chaumet, Chopard, Jaeger Lecoultre, Omega, Maison Valmont y Nuba son las marcas participantes que con sus creaciones han buscado transmitir su visión de este símbolo de nuestra cultura, reflejando a través de él sus valores.

A lo largo de sus seis primeras ediciones, SXT ha conseguido recaudar más de un millón de euros que han permitido a diversas fundaciones seguir con su labor solidaria, en 2022 se alcanzó un hito, con 321.000 euros donados a la Fundación Pan y Peces y a la Fundación Cesal. «Es la subasta que mayor recaudación tiene», asegura a THE OBJECTIVE Beatriz Ordovás, directora de Christie’s, que agrega orgullosa: «El compromiso de las marcas participantes es cada vez mayor y las propuestas creativas de los árboles más impactantes año tras año, permitiendo un mayor éxito de recaudación en el momento de la subasta».

En este sentido también se pronuncia Paula Quinteros, CEO de THE OBJECTIVE y miembro del comité asesor de SXT, que destaca la labor creativa de las marcas que «buscan hacer el mejor árbol de Navidad como una obra de arte». «SXT es un emprendimiento
social inteligente del cuál sentirse orgulloso y aprender. Es lo que hago. Palpar cómo una organización pequeña y eficiente mueve un sector, a veces tan rígido, y ayuda con peso a fundaciones honestas y necesarias».

Apsuria, personas con el alma muy grande

Apsuria nació del amor de dos personas hace más de 50 años, Fernando y Nuria, dos trabajadores del Hospital de La Paz que, tras casarse, decidieron crear la primera clínica de rehabilitación orientada a niños con discapacidad de carácter privado de España, llamada Virgen de Nuria.

Sin embargo, al reconocer las enormes necesidades que enfrentan las personas con discapacidad y sus familias, decidieron ceder su centro y convertirlo en Apsuria, hoy dirigido por su hija, Nuria López de la Hoz, que, al igual que sus padres, decidió «remangarse» y ayudar a aquellos que más lo necesitan.

«El objetivo de Apsuria es poder atender todas las necesidades de una persona con discapacidad y de su familia en todas las etapas de la vida», cuenta a THE OBJECTIVE Nuria, que señala que ahora mismo «la persona más pequeña que viene es Juanito y tiene dos años y la más mayor se llama Rosa y tiene 68». Y es que Apsuria atiende a casi 100 personas, 65 de las cuales viven en su residencia. «Son personas con discapacidad severa, muchas con muchísimas necesidades, que no tienen ningún tipo de movilidad, ni lenguaje, ni forma de comunicarse», explica Nuria que, tras el fallecimiento de su padre hace año y medio, capitanea el centro que nació de dos corazones que vieron las necesidades de un colectivo que aún, hoy día, en gran parte, permanece invisibilizado.

Apsuria también cuenta con un colegio para niños con discapacidad. En él atienden a 18 pequeños, niño para los cuales es más importante el amor que aprender cualquier lección educativa. «Apsuria nace de una familia y yo creo que es imprescindible ese calor de familia. El cariño, el horario flexible, el poder atenderles, cuidarles y quererles es para nosotros lo más importante. No es tan importante que aprendan a leer rápido como que se sientan queridos, protegidos y en un entorno de seguridad», relata Nuria emocionada.

Por ello, el dinero recaudado de la subasta, que tendrá lugar el próximo 29 de noviembre en el Teatro Real de Madrid y que será repartido en partes iguales entre Apsuria y Proyecto Persona, será empleado «para ayudar a familias que no pueden pagar los tratamientos que sus hijos necesitan». También irá destinado a pagar las nóminas de los profesionales de Apsuria, que tiene 90 empleados en plantilla, y que no están cubiertas por ninguna de las ayudas sociales que recibe la fundación. «Me quita el sueño que llegue fin de mes y no poder pagar a estos trabajadores», relata Nuria con angustia.

Proyecto Persona, un corazón que responde algo

El padre Jorge llega a THE OBJECTIVE sonriente, pizpireto, con esa aura de la que solo se impregnan las personas que ven con el corazón. Él es el presidente de la Fundación Proyecto Persona, una organización que nace en 2011 como respuesta a la necesidad de mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad intelectual severa y sin recursos. Un proyecto que gira alrededor de la generosidad y el corazón, cuidando a los más vulnerables.

Proyecto Persona cuenta con una casa hogar donde viven seis menores «cuyas especiales necesidades exigen una atención profesional especializada e impiden su integración en otro medio de convivencia», relata el padre Jorge. «Son niños heridos por dentro», explica el sacerdote, que vive con ellos y los cuida 24 horas, siete días a la semana. «Yo siempre digo que a un corazón solo lo salva otro corazón. Ese chico quizá nunca pueda aprender a sumar o restar, pero va a ser feliz porque alguien lo ha salvado, alguien le ha dicho que es valioso, alguien le ha dicho que le quiere, alguien le ha rehecho por dentro…», explica el padre Jorge.

Proyecto Persona también organiza dos campamentos de verano destinados principalmente a población sin recursos económicos. Tienen lugar durante el mes de julio y en cada uno participan unas 65 personas con discapacidad intelectual y 45 voluntarios. La Fundación beca a la mayoría de los participantes, asumiendo el 90% del coste total del campamento.

«Todos los proyectos sociales que funcionan son los que nacen de un corazón que responde algo», matiza el sacerdote, que explica que el dinero recaudado irá destinado, entre otras partidas, a necesidades formativas. «Hay que trabajar mucho con los padres que no tienen herramientas y muchas veces no tienen la capacitación para formar y aconsejar a sus hijos», y agrega: «También hay que trabajar mucho en el ámbito de la formación para la vida laboral, porque muchos de esos chicos sí podrían tener un trabajo digno, pero nadie les ayuda a sacar una primaria, una secundaria. Muchas veces un chico con discapacidad intelectual sale con 21 años de un colegio y no tiene nada. Tampoco un apoyo familiar que le estimule».

De esta forma, Solidarity Xmas Tree llega estas navidades para demostrar que, aún en tiempos de tempestad, hay corazones que ven y evidencian que lo que prevalece son los valores que nos visten por dentro.