Llevas lavando mal las fresas toda la vida: esta es la forma correcta
Al margen de la alerta sanitaria del pasado 4 de marzo, las fresas suelen estar contaminadas debido al uso habitual de pesticidas en su cultivo
Tras la alerta sanitaria por fresas contaminadas provenientes de Marruecos, son muchos los que han optado por no comprar este alimento. Sin embargo, hay algo que podemos hacer para huir de la hepatitis A sin sacrificar el gusto de comer esta fruta.
Al margen de la contaminación por riego con aguas fecales que se dio el pasado 4 de marzo, las fresas suelen presentar un riesgo muy alto de contaminación debido al uso habitual de pesticidas durante su cultivo.
Estos productos químicos se utilizan tanto en España como en los países de origen de las fresas importadas. En teoría, únicamente las fresas cultivadas de forma ecológica están libres de pesticidas. En todo caso, es fundamental lavar las fresas adecuadamente antes de consumirlas para minimizar cualquier riesgo y proteger nuestra salud.
Los pasos para limpiar las fresas en profundidad
Estas son las recomendaciones de limpieza para las fresas compartidas por los expertos de la revista Cuerpomente:
- No quites las hojas verdes antes de lavar las fresas:
Es un error común arrancar las hojas antes de lavar las fresas, ya que esto puede hacer que la fruta absorba el agua y cualquier contaminante presente en ella. Además, el agua diluye su sabor. Por lo tanto, es mejor lavarlas con las hojas y retirarlas justo antes de consumirlas. - Evita lavar las fresas bajo el grifo:
No es recomendable lavar las fresas directamente bajo el chorro del grifo, ya que el flujo de agua puede ser demasiado fuerte y dañar la fruta. En su lugar, es mejor sumergirlas en agua tibia y frotarlas suavemente con los dedos para limpiarlas. Después, se pueden colocar en un colador para escurrirlas y luego secarlas con cuidado. - No guardes las fresas lavadas y cortadas en el frigorífico:
Es preferible consumir las fresas lo antes posible después de lavarlas, en lugar de almacenarlas en la nevera. El tiempo entre lavado y consumo debe ser lo más corto posible para mantener su frescura y sabor. - Lavado con agua y vinagre para conservar la frescura:
Si no vas a consumir las fresas de inmediato, puedes conservar su frescura sumergiéndolas en una mezcla de agua y vinagre de manzana. Después de lavarlas con cuidado, se dejan reposar en esta solución durante unos minutos, se enjuagan y se secan antes de guardarlas en el frigorífico. - Uso de lejía para lavar las fresas:
Algunas autoridades recomiendan usar lejía para lavar frutas y verduras, incluyendo fresas. Sin embargo, se debe tener cuidado al usarla y seguir las instrucciones específicas para diluirla correctamente. Si prefieres evitar el uso de productos químicos, puedes optar por fresas ecológicas y lavarlas minuciosamente.
¿Por qué no deberíamos dejar de comer fresas?
Las fresas ofrecen una serie de propiedades y beneficios que hacen que sean una opción muy saludable para incluir en nuestra dieta:
- Son una excelente fuente de vitaminas y minerales, incluyendo vitamina C, E, K, B6 y minerales como manganeso, ácido fólico, hierro, cobre y magnesio.
- La vitamina C presente en las fresas ayuda a mejorar la absorción del hierro de los alimentos, siendo especialmente útil en casos de anemia.
- Su alto contenido en magnesio, potasio y vitamina K contribuye a fortalecer la salud ósea.
- Son ricas en antioxidantes, como los bioflavonoides y antocianinas, que junto con la vitamina C combaten los radicales libres en el cuerpo.
- Los polifenoles presentes en las fresas protegen el corazón de enfermedades cardiovasculares.
- Su elevado contenido en agua (85%) ayuda a depurar el organismo de toxinas y favorece la salud de la piel, teniendo un efecto diurético y desintoxicante en la sangre.
- Actúan como antiinflamatorios naturales debido a los fenoles que contienen, contribuyendo a reducir los procesos inflamatorios en el cuerpo de manera similar a ciertos medicamentos como la aspirina o el ibuprofeno.
- Su contenido en fibra ayuda a combatir el estreñimiento, regula los niveles de colesterol y glucosa en sangre, y puede ayudar en la prevención de algunos tipos de cáncer, como el de colon.
- Las fresas son bajas en calorías, lo que las convierte en una opción ideal para mantenerse en un peso saludable o seguir dietas específicas.
- Sus azúcares son bien tolerados por los diabéticos, con un índice glucémico relativamente bajo, lo que significa que no provocan grandes picos de azúcar en sangre y son seguras para las personas con diabetes.
- Además, las fresas se consideran un dentífrico natural, ayudando a blanquear los dientes y prevenir la aparición de caries y problemas de encías debido a sus propiedades bactericidas.
¿Cuántas fresas deberíamos comer al día?
Según un artículo en la web de salud Medicinenet elaborado por el doctor Karthik Kumar, hay un consenso entre los expertos en que la cantidad de fresas que se toman al día no debería superar las ocho piezas, siempre que sean de tamaño estándar. Sin embargo, el autor destaca que otros expertos sólo recomiendan tomar cuatro al día o seis si son pequeñas.