¿Cuál es el mejor momento para tomar leche?
Algunos consideran esta bebida esencial por su aporte de calcio y otros señalan que puede causar intolerancias
Seguramente has escuchado la afirmación de que los humanos son prácticamente los únicos que siguen consumiendo leche en la edad adulta.
Esta afirmación suele ser debatida, ya que las opiniones sobre la leche son diversas. Algunos la consideran esencial por su aporte de calcio para los huesos, mientras que otros señalan que puede causar intolerancias e incluso alergias.
La pregunta sobre el mejor momento para consumir leche ha generado un debate nutricional que abarca diversas perspectivas y tradiciones médicas.
¿Qué beneficios contiene la leche?
La leche contiene una variedad de nutrientes beneficiosos para la salud, entre los que se incluyen:
- Calcio: es fundamental para la salud ósea y dental.
- Proteínas: ayudan en la construcción y reparación de tejidos musculares.
- Vitaminas: la leche es una fuente de vitaminas A, B1, B2, B12 y D, que son importantes para la salud de la piel, los ojos, el sistema inmunológico y la absorción de calcio.
- Minerales: además del calcio, la leche contiene otros minerales como potasio, fósforo y magnesio, que son esenciales para varias funciones corporales.
- Grasas: la leche contiene una pequeña cantidad de grasas, que son necesarias para el cuerpo para la absorción de vitaminas liposolubles y para proporcionar energía.
- Carbohidratos: principalmente en forma de lactosa, que es la principal fuente de energía en la leche.
El mejor momento para tomar leche
Si bien la leche es conocida por sus nutrientes esenciales y sus potenciales beneficios para la salud, la cuestión del momento óptimo para su consumo ha intrigado a expertos y a la población en general.
Por la mañana
Tomar leche por la mañana es una práctica muy extendida, ya sea sola o con el café. Dado su rico contenido en vitaminas, minerales y proteínas, es una excelente opción para empezar el día.
Tomar un vaso antes de salir de casa puede mejorar la absorción de la vitamina D de la exposición al sol, fortaleciendo así huesos y dientes.
Además, la vitamina A presente en la leche puede ayudar a proteger los ojos de la luz y las radiaciones, lo cual es especialmente útil si pasas mucho tiempo frente a una pantalla.
En la cena o en las comidas
Es posible que no estés acostumbrado a tomar leche durante las comidas, pero en realidad puede ser beneficioso para calmar los antojos de dulces (y tiene menos calorías que otros postres).
Sin embargo, si tu objetivo es mejorar el sueño, lo ideal sería consumirla por la noche. Según el doctor Dhanvantri Tyagi, en un artículo publicado en NDTV, la idea de que la leche debe tomarse por la mañana es incorrecta, especialmente para niños mayores de cinco años.
Explicó que beberla por la mañana puede causar pesadez, letargo y acidez, y que el momento óptimo es por la noche. Esto se debe a que la leche actúa como un sedante, y su contenido de serotonina ayuda a calmar la mente y relajarse para conciliar un buen sueño.
La absorción de calcio es mejor por la noche, ya que el cuerpo está en reposo, lo que beneficia a quienes buscan desarrollar masa corporal.
Además, se dice que las propiedades digestivas de la leche funcionan mejor durante la noche. Por lo tanto, la decisión de cuándo consumirla depende de tus objetivos.
No hay un momento perfecto para la digestión, pero es importante elegir leche de calidad y mantenerla refrigerada para conservar sus propiedades.
Después de hacer ejercicio
Tomar leche también es una excelente idea porque puede aumentar la fuerza muscular. Según explican en Medical Daily, la leche puede acelerar el metabolismo al proporcionar una sensación de saciedad una vez consumida.
Esto puede contribuir a la pérdida de peso, ya que la leche tiene pocas calorías, pero está repleta de nutrientes. Sin embargo, es importante controlar la cantidad que consumes, ya que como en todo, el exceso puede llevar al aumento de peso.
Se dice que la leche promueve el crecimiento muscular y regula la masa corporal después del ejercicio. Un estudio siguió a diez mujeres que realizaron entrenamiento de fuerza cinco días a la semana durante tres meses.
Aquellas que consumieron leche desnatada después de sus entrenamientos experimentaron un aumento en la masa muscular y una reducción en la grasa corporal, en comparación con aquellas que no tomaron esta bebida después del ejercicio.