¿Qué beneficios tiene el melón para la salud, y cómo elegir el correcto?
Elegir esta fruta en buenas condiciones se convierte muchas veces en un reto, sin embargo, hay ciertas técnicas útiles
Con la llegada del buen tiempo y el calor, abundan las frutas frescas, dulces y jugosas como ciruelas, cerezas y melocotones, junto con el melón y la sandía, protagonista en estos meses.
El melón, perteneciente a la familia de las cucurbitáceas junto con el pepino, la calabaza y el calabacín, tiene su origen discutido entre Oriente (India, China o Persia) y África. Aunque se sabe que se cultivaba en Egipto hace cinco mil años.
Hoy en día, el melón es uno de los frutos más grandes, con un peso que va desde los 700 gramos hasta los 4 kilogramos.
Su cáscara puede variar en textura y color, que puede ser verde, amarillo, anaranjado o incluso blanco.
Por qué son buenos
Junto con la sandía, el melón es una de las frutas más refrescantes del verano y contiene aproximadamente un 85% de agua.
Según CuerpoMente, por cada 100 g de pulpa, aporta solo unas 35 calorías, con 8 g de carbohidratos, una pequeña cantidad de fibra (1%), y bajos niveles de grasas (0,1%) y proteínas (0,6%).
Además, el melón es rico en betacaroteno, que se convierte en vitamina A en el cuerpo, así como en vitaminas C y B9 (ácido fólico).
Con 200 g de melón se cubre más del 80% de las necesidades diarias de vitamina C, el 30% de ácido fólico y el 20% de betacaroteno. Tanto la vitamina A como la C actúan como antioxidantes y fortalecen el sistema inmunológico.
El melón también es notable por su contenido de potasio (330 mg / 100 g), lo que le confiere propiedades diuréticas. Además, contiene cantidades moderadas de fósforo (21 mg), calcio (6 mg) y magnesio (15 mg).
Beneficios
El melón es un alimento ligero y muy saludable debido a su alto contenido de agua, potasio, ácido fólico y vitaminas antioxidantes, esto lo hace ser una de las frutas más beneficiosas para la salud.
- Efecto depurativo: gracias a su elevado contenido de agua, fibra y potasio, el melón actúa como diurético suave y laxante, ayudando a eliminar toxinas del organismo. Esto beneficia la piel y es recomendable para personas con problemas cardiovasculares, retención de líquidos, reumatismo, artritis y gota.
- Reducción de la tensión arterial: su baja cantidad de sodio (20 mg/100 g), junto con su alto contenido de agua y potasio, lo hace adecuado en dietas sin sal, especialmente útil en casos de hipertensión y retención de líquidos.
- Recomendable en el embarazo: el melón es beneficioso durante el embarazo y antes de este, ya que sus componentes como el calcio, magnesio, folatos, y vitaminas A y C son importantes para el crecimiento fetal. El ácido fólico presente cubre hasta el 30% de las necesidades diarias en una porción de 200 g.
- Para perder peso: debido a su bajo contenido calórico y azúcares, el melón es recomendable en tratamientos contra la obesidad y la diabetes.
- Efecto antiinflamatorio: sus propiedades antiinflamatorias hacen del melón un aliado en el tratamiento de afecciones como las hemorroides, tanto consumido como aplicado externamente.
Señales para saber si el melón está en malas condiciones
Detectar si un melón está comenzando a deteriorarse o está en proceso de descomposición es fácil si se observan algunos signos clave.
- Observa la textura: un melón fresco tiene una piel firme y consistente. Si al tocarlo sientes que está pegajoso o blando, puede estar empezando a descomponerse y deberías desecharlo. Lo mismo ocurre al cortarlo: la pulpa debe ser sólida y fresca, no viscosa ni líquida.
- Olor desagradable: un melón en buen estado tiene un aroma fresco y agradable. Si notas un olor diferente, no es recomendable consumirlo.
- Manchas o decoloraciones: a diferencia de frutas como el plátano, las manchas en el melón son señales claras de que está empezando a pudrirse y no debe consumirse.
- Moho: la presencia de moho es un indicativo claro de que el melón está en mal estado. Es importante mencionar que aunque se retire la parte afectada, consumir el resto puede ser perjudicial para la salud.
¿Cómo elegir un buen melón?
Elegir un buen melón puede ser todo un reto, pero según lo compartido en ¡Buenos días, Javi y Mar! De Cadena 100, hay algunos trucos útiles para acertar con la compra.
Javi Nieves ha investigado y encontró consejos interesantes de un agricultor de melones: apretar las puntas o examinar las líneas no garantiza su calidad. Lo más seguro, según Javi, es conocer bien al vendedor.
Mar Amate añade que la confianza con el frutero es crucial: «Si conozco al frutero y me da un melón malo, le digo que me ha dado un pepino».
Además, el peso del melón puede ser un indicador, ya que los melones maduros suelen ser más pesados. Mar también recuerda cómo solían probar los melones y las sandías en el mercado antes de comprarlos, asegurándose así de su calidad.