¿Por qué aumentan las infidelidades en verano?
Numerosos estudios sugieren que las relaciones de pareja pueden verse sometidas a una mayor tensión en esos meses
La llegada del verano suele ir acompañada de un cambio en nuestros hábitos y costumbres. Las vacaciones, los días más largos y las altas temperaturas invitan a relajarnos y disfrutar de nuestro tiempo libre. Sin embargo, este periodo de descanso y diversión también puede convertirse en un terreno fértil para la infidelidad. Numerosos estudios sugieren que las relaciones de pareja pueden verse sometidas a una mayor tensión durante los meses estivales.
¿Por qué ocurre esto?
Diversos factores, tanto psicológicos como sociales y biológicos, convergen para crear un entorno propicio para que se produzcan estas situaciones.
Aumento de vida social
En primer lugar, el cambio de rutinas y el aumento de la vida social son elementos clave. Las vacaciones, las salidas con amigos y las actividades al aire libre nos exponen a nuevas personas y experiencias. Puede aumentar la tentación de buscar algo nuevo fuera de nuestra relación de pareja. Además, el cambio de escenario y el tiempo libre disponible nos permiten cuidarnos más y sentirnos más atractivos, lo que a su vez puede incrementar nuestra confianza y predisposición a la seducción.
Luz solar
Por otro lado, la luz solar y el buen clima tienen un impacto directo en nuestro estado de ánimo y en nuestros niveles hormonales. La serotonina y las endorfinas, hormonas asociadas a la felicidad y el bienestar, se liberan en mayor cantidad durante los meses de verano, lo que puede aumentar nuestro deseo sexual y nuestra predisposición a tomar riesgos.
Sin embargo, es importante destacar que la infidelidad no es simplemente una consecuencia del clima o de las circunstancias. La decisión de ser infiel es una elección personal que involucra factores como la satisfacción con la relación, la autoestima, los valores personales y la capacidad para resistir la tentación.
¿Quiénes son más infieles?
La pregunta de quién es más infiel en verano, hombres o mujeres, es compleja y no tiene una respuesta única. Históricamente, los estudios han tendido a mostrar una mayor prevalencia de infidelidad en los hombres. Sin embargo, esta percepción ha ido cambiando con el tiempo.
Algunos factores que influyen
- Estudios históricos: estudios como los del Instituto Kinsey mostraron tradicionalmente tasas más altas de infidelidad en hombres. Sin embargo, estos estudios pueden haber estado influenciados por sesgos sociales y culturales de la época.
- Cambios sociales: la sociedad ha evolucionado significativamente en las últimas décadas. Las mujeres tienen mayor independencia económica y social, lo que ha modificado sus roles y expectativas en las relaciones.
- Motivaciones diferentes: tanto hombres como mujeres pueden ser infieles, pero suelen tener motivaciones distintas. Los hombres a menudo buscan la novedad sexual, mientras que las mujeres pueden buscar una conexión emocional más profunda.
- Generación: estudios más recientes indican que las generaciones más jóvenes, como los millennials, presentan tasas de infidelidad más equitativas entre hombres y mujeres.
Además de las diferencias de género, otros factores pueden influir en la probabilidad de ser infiel, como las crisis vitales que suelen ocurrir en la mediana edad. El estrés laboral, los hijos y la rutina pueden generar una brecha en la pareja y aumentar el riesgo de infidelidad.
¿Qué papel juegan las redes sociales en ese aumento?
Las redes sociales han transformado radicalmente la forma en que nos comunicamos y relacionamos con los demás. En el contexto de las infidelidades, su papel es cada vez más relevante, especialmente durante los meses de verano.
¿Cómo influyen?
- Facilidad para contactar con nuevas personas: las redes sociales ofrecen un acceso casi ilimitado a un gran número de personas, lo que facilita encontrar y conectar con individuos que podrían ser atractivos.
- Creación de una falsa intimidad: a través de mensajes privados, comentarios y reacciones, se puede crear una sensación de cercanía y complicidad con personas que apenas conocemos, lo que puede llevar a idealizarlas y buscar una conexión más profunda.
- Comparación social: las redes sociales nos exponen constantemente a imágenes idealizadas de relaciones y de personas que parecen vivir vidas perfectas. Esta comparación puede generar insatisfacción en nuestras propias relaciones y aumentar la tentación de buscar algo mejor.
- Anonymato relativo: aunque las redes sociales requieren de un perfil público, la distancia física y la posibilidad de utilizar nombres falsos pueden crear una sensación de anonimato que facilita la búsqueda de aventuras sin consecuencias aparentes.
- Fomento de la fantasía: las redes sociales permiten construir una imagen deseada de uno mismo y de los demás, lo que puede alimentar fantasías y deseos que pueden llevar a comportamientos infieles.
¿Qué se puede hacer?
- Establecer límites: es importante definir límites claros sobre el uso de las redes sociales y evitar compartir información personal que pueda ser utilizada por terceros.
- Fomentar la comunicación: hablar abiertamente con la pareja sobre el uso de las redes sociales y establecer acuerdos mutuos puede ayudar a prevenir malentendidos y celos.
- Fortalecer la relación: invertir tiempo y esfuerzo en fortalecer la relación de pareja, realizando actividades juntos y manteniendo una comunicación abierta, puede ayudar a hacer frente a las tentaciones que surgen en las redes sociales.
- Ser consciente de los riesgos: es importante ser conscientes de los peligros que conlleva el uso excesivo de las redes sociales y tomar medidas para proteger nuestra relación.