Cinco productos que se usan para la cara y una dermatóloga los desaconseja
Cuidar la piel con cosméticos de calidad puede ayudarte a prevenir el envejecimiento y mantener una piel sana y bonita
Una mujer con la piel saludable | Canva
En el mundo de la belleza y el cuidado de la piel, la elección de productos adecuados para el rostro es crucial para mantener una piel saludable y radiante.
Sin embargo, no todos los productos que prometen mejorar la apariencia de la piel cumplen con sus promesas. De hecho, una reconocida dermatóloga ha emitido una advertencia sobre cinco productos que se utilizan normalmente en rutinas diarias de cuidado facial que, según ella, podrían ser perjudiciales para la piel.
Los productos que no deberías tener en tu neceser
Según la dermatóloga de moda en redes sociales, Ana Molina, afirma en un vídeo para su cuenta de Instagram los cinco productos que no utiliza como experta en el cuidado facial.
1. Contorno de ojos
A veces parece que existe una línea mágica alrededor de los ojos que impide que los productos aplicados en la cara lleguen allí.
«Aunque no se recomienda usar cosméticos directamente sobre los párpados, se pueden aplicar los mismos productos que en el resto del rostro en el contorno de los ojos, siempre y cuando no sean excesivamente exfoliantes, como los retinoides o los ácidos» afirma Molina.
2. Sérums para pestañas
De acuerdo con lo que dice la dermatóloga Molina, las pestañas ya tienen glándulas sebáceas que las mantienen hidratadas, por lo que no necesitan productos extra para este fin.
Los aceites que afirman promover el crecimiento de las pestañas generalmente no son efectivos y pueden bloquear estas glándulas, lo que puede llevar a la formación de orzuelos, advierte Molina. Y es que los productos que realmente pueden estimular el crecimiento de las pestañas, como los que contienen prostaglandinas, deben ser utilizados bajo receta médica y supervisión.
3. Aceites esenciales
Los aceites esenciales son excelentes para aromaterapia, pero aplicarlos directamente en la cara no es recomendable, según la experta en cuidado de la piel.
Pueden ser irritantes, especialmente para pieles sensibles o atópicas. Es mejor consultarlo con un profesional antes de usarlos.
4. Toallitas desmaquillantes
Las toallitas desmaquillantes no eliminan el maquillaje de manera efectiva y pueden dejar residuos en la piel. Ana Molina aconseja utilizarlas solo en emergencias y hacer un aclarado de agua en el rostro después de usarlas. Además, su uso frecuente no es amigable con el medio ambiente.
5. Tónicos
Aunque los tónicos prometen mucho, a menudo no aportan grandes beneficios y pueden resecar la piel. En lugar de tónicos, las lociones con activos como el ácido salicílico pueden ser útiles para personas con acné recomienda Molina.
¿Cómo cuidar la piel de una forma saludable?
Cuidar adecuadamente la piel y optar por un estilo de vida saludable pueden ayudarte a ralentizar el envejecimiento y prevenir varios problemas cutáneos.
- Protección solar: para mantener la piel saludable, es esencial protegerla del sol. Usa protector solar con un factor de protección de al menos 15, y reaplícalo cada dos horas. Busca sombra entre las 10 a.m. y las 4 p.m., y viste ropa de protección, como camisas de manga larga y sombreros.
- Dieta saludable: una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras favorece una piel sana. Aunque no hay pruebas definitivas sobre su relación con el acné, consumir aceite de pescado y evitar grasas no saludables puede ser beneficioso.
- Cuida tu piel con suavidad: evita duchas prolongadas con agua caliente y usa limpiadores suaves para no eliminar los aceites naturales de la piel. Sécate dando pequeños toques con la toalla y aplica humectante para mantener la piel hidratada.
- Manejo del estrés: el estrés puede afectar negativamente a la piel, causando sensibilidad y brotes. Controla el estrés durmiendo bien, estableciendo límites y dedicando tiempo a actividades que disfrutes.
- Evita fumar: fumar acelera el envejecimiento de la piel y provoca arrugas al reducir el flujo sanguíneo y dañar el colágeno. También aumenta el riesgo de cáncer de piel.
