¿Qué beneficios tiene el queso como lácteo?
Tiene más proteínas que la leche, y estas proteínas son de alta calidad, lo que ayuda a mantener los tejidos del cuerpo
El queso es uno de los productos lácteos más apreciados por muchas personas. Se puede disfrutar de diversas maneras: solo o en combinación con otros alimentos, en trozos o derretido, fresco o curado.
Además, este alimento tiene muchas de las mismas propiedades nutricionales que la leche, por lo que es una buena fuente de calcio, proteínas y vitaminas.
¿Qué aporta a nuestro cuerpo?
Existen infinidad de variedades ya sean de leche, de vaca, oveja o cabra, la elaboración del queso siempre es la misma. Y su cantidad de nutrientes puede variar según el contenido de agua utilizado durante su fabricación: cuanto menos agua tenga el queso, más nutrientes hay en cada 100 gramos.
Incorporar solo una porción diaria de queso en nuestra dieta puede proporcionar el aporte lácteo necesario para una alimentación equilibrada y completa.
- Refuerza los huesos: el queso es una fuente rica en calcio, un mineral esencial para mantener los huesos fuertes. Incorporar queso en la dieta de manera regular puede ayudar a fortalecer los huesos y a prevenir la osteoporosis, siendo especialmente beneficioso durante el crecimiento y en la adultez.
- Contribuye a una dieta equilibrada: incluir nutrientes esenciales en nuestra dieta es clave para mantener una alimentación equilibrada. Es una excelente fuente de proteínas, vitaminas, sales minerales y grasas digestibles, haciendo que una porción diaria de queso sea muy beneficiosa para nuestra salud.
- Rico en probióticos: ciertos quesos, como el queso azul y el cheddar añejo, tienen bacterias beneficiosas llamadas probióticos. Estas bacterias pueden fomentar una flora intestinal equilibrada, mejorar la digestión y reforzar el sistema inmunológico.
- Proporciona proteínas: el queso ofrece proteínas de alta calidad, fundamentales para la construcción y reparación de tejidos en el cuerpo. Además, estas proteínas ayudan a mantener la sensación de saciedad, lo que resulta especialmente útil para quienes siguen una dieta rica en proteínas, como los atletas.
- Gran fuente de calcio: el calcio es crucial para la formación de huesos y dientes, siendo la leche y sus derivados, como el queso, las principales fuentes de este mineral. Su consumo regular ayuda a prevenir enfermedades óseas como la osteoporosis y a mantener la densidad ósea.
- Contiene sodio, beneficioso para el sistema nervios: el sodio es esencial para la correcta respuesta de los músculos a los impulsos nerviosos y para regular el equilibrio de líquidos en el cuerpo. Mantener niveles adecuados de sodio evita la retención de agua y el aumento de la presión arterial. Se aconseja limitar el consumo de sodio a 1500 mg al día, lo que puede lograrse con comidas bajas en sal y una porción de queso.
- Rico en zinc, mineral esencial para el cuerpo: el zinc es importante para el crecimiento, desarrollo, estimulación enzimática y función cerebral. Fortalece el sistema inmunológico, ayuda a combatir bacterias, favorece la cicatrización y mantiene el sentido del gusto y el olfato en buen estado. La ingesta recomendada de zinc es de 8 mg al día para mujeres y 11 mg para hombres, lo que se puede obtener de una taza de leche, una porción de queso o un filete de carne de vaca.
- Salud cardiovascular: incluir queso en moderación dentro de una dieta equilibrada puede ser beneficioso para el corazón. Investigaciones indican que ciertos elementos del queso, como los ácidos grasos omega-3 y el ácido linoleico conjugado (CLA), podrían proteger el sistema cardiovascular al ayudar a mejorar los niveles de colesterol y reducir la presión arterial.
- Indispensable durante el embarazo y el desarrollo infantil: el queso es rico en ácido fólico, vital durante las primeras etapas del embarazo para prevenir defectos neuronales en el feto. También contiene ácidos grasos Omega 3 y Omega 6, que son cruciales para el crecimiento y desarrollo de los niños durante la infancia.
El mejor momento para comer queso
El mejor momento para comer queso puede depender de tus objetivos nutricionales y preferencias personales.
- Como parte del desayuno o merienda: incluir queso en tu desayuno o merienda puede proporcionarte una buena dosis de proteínas y calcio, ayudando a mantenerte lleno y satisfecho hasta tu próxima comida. Puedes agregar queso a tostadas, huevos, o yogur.
- Antes de hacer ejercicio: comer una pequeña porción de queso antes de hacer ejercicio puede proporcionarte proteínas y grasas saludables, lo que te da energía y ayuda a mantener el músculo. Sin embargo, es mejor optar por variedades bajas en grasa y moderar la cantidad para evitar malestar estomacal durante el ejercicio.
- Como parte de una comida equilibrada: el queso puede ser una excelente adición a ensaladas, platos principales o como acompañamiento en comidas principales, aportando proteínas y calcio a tu dieta.
- En combinación con otros alimentos saludables: consumir queso junto con frutas, verduras o granos integrales puede equilibrar tu ingesta de nutrientes y mejorar la absorción de calcio.
- Después de una comida principal: una pequeña porción de queso puede ser un buen postre o snack después de una comida, ayudando a satisfacer el deseo de algo sabroso sin excederse en calorías.