¿Es saludable el azúcar mascabado? Diferencias con el azúcar normal
El azúcar mascabo ha ganado popularidad debido a la idea de que es más saludable que el azúcar tradicional
Las marcas de endulzantes la han incorporado a sus productos y ahora está disponible en los supermercados, usándose en recetas de repostería y para endulzar bebidas como café y té.
Aunque muchas personas aprecian el azúcar mascabo hoy en día, los nutricionistas afirman que no es significativamente mejor que el azúcar común.
Aunque procesan menos el azúcar mascabo y este contiene algunos nutrientes adicionales, las diferencias no son significativas y el consumo excesivo puede perjudicar la salud.
Además, el azúcar mascabo es más dulce y tiene un sabor a caramelo, lo que puede elevar los niveles de glucosa en la sangre. Por lo tanto, las personas con diabetes deberían moderar su ingesta.
¿Qué es el azúcar blanca?
El azúcar, en general, se conoce como sacarosa, ya que este carbohidrato constituye casi la totalidad del producto. Según el Código Alimentario Español, la sacarosa se define como la combinación de dos moléculas simples: glucosa y fructosa.
Es el edulcorante natural más utilizado a nivel mundial y el más relevante desde el punto de vista económico. Cuando hablamos de azúcar blanca, nos referimos a los cristales de sacarosa que se obtienen mediante el refinamiento de la melaza.
Este proceso de refinamiento purifica y limpia el azúcar para eliminar todas las impurezas, por lo que también se le llama azúcar refinada. Tiene un sabor dulce, un olor neutro y una pureza del 99% en sacarosa.
Y, ¿el azúcar mascabado?
El azúcar mascabado, también escrito como moscabado o mascabada, data del siglo XVII. Hoy en día se considera un azúcar integral, producido mediante métodos tradicionales y sin el proceso de centrifugación que separa la melaza.
Este tipo de azúcar se promociona como un endulzante natural con pocas calorías, pero en realidad tiene un contenido calórico similar al del azúcar común, con 387 kcal por cada 100 gramos frente a 380 kcal de la variedad estándar.
Además, al ser menos refinado, el azúcar mascabado puede tener impurezas químicas y contaminaciones microbiológicas, lo que lo hace menos seguro desde el punto de vista alimentario en comparación con el azúcar refinado.
La melaza se cristaliza lentamente y luego se convierte en gránulos para su comercialización. Este tipo de azúcar también se denomina azúcar crudo y contiene aproximadamente un 97 % de sacarosa, con un poco más de agua en comparación con el azúcar refinado.
Diferencias entre el azúcar normal y el mascabado
El azúcar común y el azúcar mascabo tienen varias diferencias, aunque ninguna de las dos es inherentemente más saludable que la otra.
Una de las diferencias principales es su color, que se debe a su proceso de fabricación. El azúcar común es blanca y muy dulce debido a su alto contenido de sacarosa, ya que se somete a un proceso de refinamiento que elimina la melaza y otros componentes.
En contraste, el azúcar mascabo es marrón porque no se separa la melaza durante su producción, lo que le da un sabor más profundo y un color característico.
En términos de procesamiento, el azúcar común pasa por un proceso de refinamiento que incluye la blanqueación y la eliminación de impurezas.
Este proceso reduce su contenido de minerales y vitaminas, dejando un producto con pocas características nutricionales adicionales.
En cambio, el azúcar mascabo, al ser menos refinado, conserva más de los nutrientes originales de la caña de azúcar, como vitaminas del grupo B, potasio, calcio, hierro y magnesio.
Sin embargo, estas cantidades adicionales de nutrientes son relativamente pequeñas y no tienen un impacto significativo en la dieta general.
Además, el azúcar mascabo suele tener un sabor más complejo debido a la presencia de melaza, que aporta notas de caramelo y toffee. Su textura es más gruesa en comparación con el azúcar común, que suele ser más fina y uniforme.
Es importante recordar que, aunque el azúcar mascabo puede ofrecer un perfil nutricional ligeramente mejor debido a su menor procesamiento, ambos tipos de azúcar siguen siendo fuentes concentradas de calorías y azúcar.
Su consumo excesivo puede contribuir a problemas de salud como diabetes, obesidad y caries dentales. Por lo tanto, es recomendable moderar el uso de cualquier tipo de azúcar en la dieta.