Evita estos tipos de quesos si quieres conseguir perder peso
El mascarpone cremoso y suave tiene un alto contenido de grasa, aporta una gran cantidad de calorías por porción
Los quesos son alimentos versátiles y deliciosos que forman parte de la dieta de muchas culturas. Elaborados a partir de leche, cuajo y sal, estos productos lácteos ofrecen una amplia variedad de sabores, texturas y contenidos nutricionales. Su riqueza en proteínas y grasas, así como su contenido en calcio y vitaminas, los convierte en un alimento completo y nutritivo. Sin embargo, su alto contenido calórico y de grasas saturadas hace que deban consumirse con moderación, especialmente si se busca perder peso.
Las claves que tienes que tener en cuenta
La elección del queso puede ser determinante para mantener una dieta equilibrada. Al seleccionar un queso, considera los siguientes factores: contenido bajo de grasas saturadas, preferencia por quesos frescos o semicurados y bajo contenido de sodio. Los quesos procesados y curados suelen ser más altos en grasas y sodio, por lo que deben consumirse con moderación.
Los quesos que debes evitar
Quesos procesados
- Alto contenido de sodio: los quesos procesados suelen contener grandes cantidades de sodio, lo que puede provocar retención de líquidos, hinchazón y dificultar la pérdida de peso.
- Aditivos y conservantes: suelen contener una variedad de aditivos y conservantes que pueden afectar negativamente a nuestra salud y dificultar la pérdida de peso.
- Mayor contenido de grasas saturadas: aunque algunos quesos naturales también contienen grasas, los quesos procesados a menudo tienen un mayor contenido de grasas saturadas, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Menor valor nutricional: al ser procesados, los quesos pierden parte de sus nutrientes naturales, como vitaminas y minerales.
Además, estos productos suelen contener almidón modificado, conservantes, saborizantes y colorantes artificiales que pueden provocar reacciones alérgicas.
Mascarpone
El queso mascarpone, aunque delicioso, puede no ser el mejor aliado para quienes buscan perder peso o llevar una dieta baja en calorías.
- Alto contenido calórico: el mascarpone es un queso cremoso y suave con un alto contenido de grasa. Esto significa que aporta una gran cantidad de calorías por porción, lo que puede dificultar la pérdida de peso si se consume en exceso.
- Grasas saturadas: la mayor parte de las calorías del mascarpone provienen de grasas saturadas, que se asocian con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Poco saciante: a pesar de su alto contenido calórico, el mascarpone no es muy saciante. Es decir, puede que no te proporcione una sensación de llenura por mucho tiempo, lo que puede llevarte a consumir más alimentos.
Gruyère
- Alto contenido de grasa: el Gruyère es un queso relativamente graso, lo que significa que aporta una cantidad significativa de calorías por porción.
- Calorías densas: a pesar de su tamaño, una pequeña porción de Gruyère puede aportar muchas calorías, lo que puede dificultar el control de la ingesta calórica diaria.
- Grasas saturadas: una parte considerable de las grasas del Gruyère son saturadas, las cuales se asocian con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares cuando se consumen en exceso.
Limburger
El Limburger es un queso con un sabor muy particular y fuerte, debido a su proceso de maduración. Si bien es apreciado por algunos, no es la mejor opción para quienes buscan perder peso o llevar una dieta equilibrada.
- Alto contenido calórico: al igual que muchos quesos curados, el Limburger es bastante calórico debido a su alto contenido de grasa.
- Grasas saturadas: una gran parte de las calorías del Limburger provienen de grasas saturadas, que se asocian con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Sodio: suele tener un contenido de sodio relativamente alto, lo que puede contribuir a la retención de líquidos y aumentar la presión arterial.
Cheddar
El cheddar es un queso muy popular, pero no es el mejor aliado para quienes buscan perder peso.
- El cheddar es un queso relativamente graso, lo que significa que aporta una cantidad significativa de calorías por porción.
- Una parte considerable de las grasas del cheddar son saturadas, las cuales se asocian con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares cuando se consumen en exceso.
- El cheddar suele tener un contenido de sodio relativamente alto, lo que puede contribuir a la retención de líquidos y aumentar la presión arterial.
Las mejores opciones
- Queso fresco: muy bajo en grasa y rico en proteínas. Perfecto para untar en pan, añadir a ensaladas o hacer postres ligeros.
- Mozzarella: es bajo en grasa y una excelente fuente de calcio. Ideal para ensaladas, pizzas y sándwiches.
- Queso cottage: bajo en grasa y rico en proteínas. Perfecto para desayunos, meriendas y como acompañamiento de frutas.
- Queso feta: bajo en grasa y rico en calcio. Ideal para ensaladas griegas y otros platos mediterráneos.
- Ricotta: bajo en grasa y rico en proteínas. Ideal para rellenos, salsas y postres
- Queso de cabra: más bajo en grasa que muchos otros quesos y con un sabor único. Perfecto para untar en pan, añadir a ensaladas o hacer canapés.