Las fases claves para identificar si estás en una etapa de cambio, según un experto
Según Cañellas, la transformación es un proceso profundo y continuo, en el que cada etapa tiene su función
Una mujer andando | Canva
Xavi Cañellas Comino, experto en Psiconeuroinmunología Clínica (PNI) y cofundador de Regenera, nos invita a reflexionar sobre el proceso de cambio personal.
Según Cañellas, el cambio es un proceso profundo y continuo, en el que cada etapa tiene su función y contribuye al crecimiento individual.
“El cambio es un proceso, no un destino”, afirma, señalando que atravesar diversas etapas, como la crisis, la negación, el enfado, y la tristeza, es parte fundamental para aprender y aceptar las nuevas realidades.
¿Cuáles son las fases del cambio?
Enfrentar un cambio, por pequeño que sea, puede desencadenar una serie de emociones intensas, desde la incertidumbre hasta la frustración.
Lo importante, según Cabellas, es recordar que todas estas emociones son parte del proceso. Aceptarlas y atravesarlas es la clave para avanzar hacia una nueva versión de nosotros mismos.
No importa cuán difícil se vuelva el camino, lo importante es no quedarnos atrapados en ninguna de estas fases, sino seguir avanzando hacia el aprendizaje y la aceptación.
1. La crisis: el punto de inflexión
La fase de crisis es el inicio del cambio, donde surge una necesidad de transformación. Puede presentarse como una experiencia externa o un conflicto interno, y marca el momento en que algo en la vida deja de ser sostenible.
La crisis nos impulsa a mirar de frente la situación y a aceptar que el cambio es necesario. Aunque puede ser incómoda, esta etapa es fundamental para poner en marcha el proceso.
2. La negación: evitar la realidad
La negación es una reacción común cuando enfrentamos situaciones inesperadas o dolorosas. En esta fase, intentamos minimizar o ignorar la realidad de la situación, aferrándonos a lo conocido.
Cañellas explica que es un mecanismo de defensa natural, pero advierte que permanecer en ella demasiado tiempo puede frenar nuestro crecimiento personal. «Aceptar la negación como un paso natural, pero temporal, nos ayuda a tomar fuerzas para enfrentar lo que viene», señala
3. El enfado: la frustración del cambio
En esta fase, aparece la frustración y, a menudo, la rabia. Las emociones se intensifican, pues se siente el peso del cambio y la pérdida de control.
Cañellas sugiere ver el enfado como una manifestación de la resistencia interna, un grito que nos alerta sobre lo que consideramos injusto o amenazante. Aunque puede ser incómoda, esta etapa es útil para identificar nuestras verdaderas necesidades y valores.
4. La tristeza: el duelo del cambio
La tristeza es una fase de duelo y de aceptación gradual de la pérdida de aquello que se deja atrás. Sentir tristeza por el cambio es normal y necesario.
Según Cañellas, atravesar esta etapa implica aceptar que una parte de nosotros, ya sea una relación, una identidad, o una situación, debe quedar en el pasado. En esta fase se permite la introspección, dándonos la oportunidad de prepararnos para lo nuevo.
5. El aprendizaje: la lección del cambio
En este punto del proceso, se empieza a extraer conocimiento de la experiencia vivida. El aprendizaje es la esencia del cambio: nos da claridad sobre nosotros mismos y sobre lo que realmente queremos.
“Cuando la crisis se convierte en aprendizaje, empezamos a entender que todo lo vivido, incluso lo más difícil, tenía un propósito”, comenta Cañellas. Este paso es el motor que impulsa la transición hacia la aceptación.
6. La aceptación: el final del proceso
Finalmente, llegamos a la fase de aceptación, donde comprendemos y aceptamos el cambio como parte de nuestra vida. Esta etapa es liberadora, ya que nos permite soltar el pasado y abrazar la nueva realidad con serenidad.
Según Cañellas, este es el punto en que se encuentra la paz y la tranquilidad, el premio por haber superado el proceso de cambio
“El cambio como camino, no un destino”
Xavi Cañellas destaca que “nadie dijo que cambiar sería fácil, pero quedarse en el camino no es una opción”. Cada una de estas fases del cambio es un escalón que nos acerca a la versión de nosotros mismos que queremos ser.
Evitar quedarse atrapado en una fase es esencial para poder avanzar y disfrutar de los beneficios de haber pasado por el proceso completo.
La aceptación final trae consigo la calma, la confianza y la satisfacción de haber superado una etapa de crecimiento personal.
Aceptar las emociones de cada fase, en lugar de ignorarlas, y recordar que son solo pasos en el camino, es esencial para avanzar hacia una versión más fuerte y serena de nosotros mismos.
¿Cómo navegar por las etapas del cambio?
Aunque cada proceso de cambio es único, hay algunas estrategias que pueden ayudarte a atravesar las etapas más difíciles:
- Practica la autocompasión: reconoce tus emociones sin juzgarte. El cambio es un proceso humano y natural.
- Busca apoyo: hablar con amigos, familiares o profesionales puede proporcionarte claridad y consuelo durante el proceso.
- Establece metas pequeñas y alcanzables: esto te ayudará a mantenerte enfocado y motivado, especialmente en las fases más complicadas.
- Mantén la paciencia: los cambios importantes llevan tiempo. No te apresures y permite que el proceso fluya a su propio ritmo.
