La gravedad de morderse las uñas: la bacteria que podría llevarte a una operación de corazón
Mario compartió su experiencia tras sufrir graves consecuencias derivadas de esta costumbre aparentemente inofensiva
El caso de Mario ha conmocionado a muchos y servido como advertencia sobre los riesgos asociados con un hábito que a menudo se subestima: morderse las uñas.
Mario compartió su experiencia tras sufrir graves consecuencias derivadas de esta costumbre, destacando la importancia de tomar conciencia de los peligros asociados a ella.
Un hábito aparentemente inofensivo con graves consecuencias
Todo comenzó cuando Mario, un joven aparentemente sano, asistía con sus amigos a un evento en un salón del manga. Allí empezó a sentirse mal, con fiebre alta y episodios de vómitos.
Tras acudir al servicio de urgencias, los médicos inicialmente le diagnosticaron anginas y le recetaron medicación. Sin embargo, su estado no mejoró, y su situación se agravó hasta el punto de inmovilizarle una pierna debido a complicaciones que inicialmente nadie asociaba con un hábito cotidiano como morderse las uñas.
El verdadero origen de su problema era la Staphylococcus aureus, una bacteria comúnmente presente en la piel y bajo las uñas. Al ingresar en su cuerpo a través de heridas microscópicas causadas por el hábito de morderse las uñas, esta bacteria viajó por su sistema hasta anidar en la válvula mitral de su corazón.
Las consecuencias fueron devastadoras: Mario sufrió embolias en el cerebro, riñones y bazo, y el nido de bacterias en su corazón creció tanto que tuvo que someterse a una operación a corazón abierto para reemplazar la válvula afectada.
El mensaje de concienciación
Tras meses de recuperación, Mario decidió compartir su historia mediante un vídeo viral. En él, busca alertar a otros sobre los riesgos asociados con morderse las uñas, un hábito que él mismo admite no haber conseguido abandonar, a pesar de las graves consecuencias que experimentó.
«Soy una persona muy nerviosa que se mete mucho las manos en la boca», confesó, reconociendo que es un error compartido por muchas personas.
El joven también reflexionó sobre cómo, al recibir la noticia de la cirugía, pensó que se enfrentaba a un procedimiento extremo para un problema que podría haberse evitado con más cuidado en su día a día.
A pesar de todo, su experiencia sirve como recordatorio de que pequeños hábitos pueden tener repercusiones mayores de lo que imaginamos.
¿Por qué es tan peligra esta bacteria?
La Staphylococcus aureus es una bacteria que puede encontrarse en la piel y en la cavidad oral. Aunque en condiciones normales no causa problemas, su ingreso al torrente sanguíneo puede provocar infecciones graves, como la endocarditis infecciosa, una inflamación del revestimiento interno del corazón y las válvulas cardíacas.
Este tipo de infección no solo es difícil de tratar, sino que puede ser mortal si no se diagnostica a tiempo. La bacteria puede ingresar al cuerpo a través de heridas abiertas, por pequeñas fisuras en la piel e incluso mediante el contacto frecuente con las uñas mordidas.
Según los especialistas, morderse las uñas no solo aumenta el riesgo de infecciones locales como abscesos, sino que también puede desencadenar complicaciones sistémicas.
El vínculo entre la salud mental y este hábito
Morderse las uñas, también conocido como onicofagia, es un comportamiento repetitivo que muchas veces está relacionado con el estrés, la ansiedad y el nerviosismo.
Se estima que aproximadamente entre el 20% y el 30% de la población lo practica habitualmente. Aunque parece un hábito inocente, puede tener consecuencias físicas y psicológicas significativas.
Además del riesgo de infecciones graves como la que sufrió Mario, este hábito también puede causar deformaciones en las uñas, problemas en las encías y desgaste dental.
Los especialistas recomiendan técnicas como la terapia cognitivo-conductual para abordar la ansiedad subyacente y ayudar a quienes deseen dejar de morderse las uñas.
Cómo prevenir este tipo de infecciones
La historia de Mario pone de manifiesto la importancia de la prevención y de la higiene personal. Algunas recomendaciones para evitar infecciones relacionadas con la Staphylococcus aureus incluyen:
- Evitar morderse las uñas: este hábito puede crear pequeñas heridas que facilitan la entrada de bacterias.
- Mantener una buena higiene de las manos y uñas: lavarse las manos regularmente y mantener las uñas limpias y cortas.
- Usar productos disuasorios: existen esmaltes de sabor amargo diseñados para desalentar este comportamiento.
- Abordar el estrés y la ansiedad: practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la terapia psicológica.
- Consultar al médico ante síntomas persistentes: fiebre alta o molestias inexplicables deben ser evaluadas rápidamente.